Liga BBVA 2012-2013 / Análisis / Fútbol
El partido de anoche ha dejado muchas lecturas y ya se ha analizado desde muchos puntos de vista. Uno de los aspectos que más me llamó la atención fue el partido que hizo Ángel Di María, que fue sencillamente extraordinario en aspectos poco cuantificables en las estadísticas, pero de un valor incalculable para el equipo.
La disposición táctica de inicio en el Barcelona derivó en muchos ataques sobre el costado derecho de la defensa del Real Madrid. La pareja que formaban Jordi Alba e Iniesta castigaban una y otra vez esa zona. Arbeloa, que es un futbolista que cuando ha de centrarse en un marcaje concreto cumple con creces, se veía superado ante la energía de Alba doblando a un jugador como Iniesta, que es un maestro cuando tiene que decidir en qué momento se habilita al lateral que le dobla o cuando es mejor ir hacia dentro.
A Arbeloa se le apareció un Ángel con apellido concreto: Di María. El trabajo del argentino rozó la emotividad con esfuerzos de 35 metros esprintando para hacer la cobertura, superando en la carrera al propio Arbeloa y terminando la jugada en la teórica posición de lateral derecho para auxiliar a Pepe.
De salida, el Barça no presionaba a Pepe y el portugués vivía con relativa comodidad. Sus mayores sobresaltos llegaban cuando el Barcelona castigaba la zona derecha de la zaga, de ahí que la ayuda de Di María fuese clave. No contento sólo con eso, el argentino llegaba a campo contrario y estaba en la finalización de las jugadas de ataque. De hecho tuvo en sus pies el cero a dos recogiendo el rechace del palo a remate de Benzema.
La entrada de Alexis Sánchez fue un dolor de cabeza para el triángulo defensivo que formaban Alonso como jugador más retrasado del mediocampo, junto a Pepe y Arbeloa. El chileno se colocó de 9 con ligera caída a la zona izquierda y de nuevo Di María, ya con sesenta minutos de esfuerzos tremendos a sus espaldas, seguía apareciendo una y otra vez para auxiliar una zona por donde ahora Iniesta, Alba, Messi y Alexis cargaban sin piedad.
Di María es, a veces, un jugador que abusa de la conducción, cierto, y que al jugar a pierna cambiada puede contribuir a formar un embudo ofensivo, pero en las últimas dos temporadas ha crecido exponencialmente como pasador e incluso ha incrementado su capacidad para atacar los espacios. Si a todo ello añadimos el trabajo descomunal que aportó ayer, llegamos a la conclusión que es un futbolista capital en el estilo de juego actual del Real Madrid.
* Alberto López Frau es periodista.
Seguir a @Albercampeontv
– Fotos: Helios de la Rubia (Real Madrid)
©2024 Blog fútbol. Blog deporte | Análisis deportivo. Análisis fútbol
Aviso legal