El 1×1 del Real Madrid en noviembre

por JUAN ZUBIRIA el 3 diciembre, 2013 • 9:37

El mejor: Xabi Alonso. 6 partidos (5 titular), 396 minutos. Ha vuelto, y mejor de lo que se fue. El primer semestre del 2013 era prácticamente agónico, el espectador sufría viendo a un Xabi tan mermado e incapacitado, lejos de su nivel limitado por el físico. Contra el Borussia Dortmund, por ejemplo, se le vio totalmente superado por la intensidad de los partidos, hacía que nos fuéramos olvidando del gran Xabi. Para refrescarnos la memoria, este mes se ha marcado un clinic de lo que es un mediocentro. Enorme distribuidor, en corto y en largo, seguro, con velocidad en el toque, generando ventajas, acercándose incluso al área como hacía tiempo que no lo hacía. Y por supuesto robando, presionando, recuperando, ordenando a sus compañeros tras la pérdida y permitiendo que el juego del equipo, en líneas generales, suba dos o tres escalones. Obviamente habrá quien piense que el mejor de noviembre ha sido Cristiano, o incluso Bale, y tendrá buenos argumentos para ello, pero como lo más destacado del mes es la evolución en el juego y eso tiene que ver directamente con Xabi Alonso, pues es él quien se lleva este pequeño reconocimiento. Ya lo dijo su compañero y amigo Arbeloa: es tan bueno que lo condiciona todo.

De más a menos minutos disputados en los seis partidos oficiales disputados en el mes de noviembre:

Pepe. 6 partidos (6 titular), 540 minutos. Sin ninguna duda el mejor central actualmente de la plantilla. Quién lo hubiera dicho en agosto, pero la realidad es esta. Correcto dentro y fuera del área (sobre todo fuera, donde siempre ha destacado), atento en la vigilancia de los delanteros y sin complicaciones, aunque eso no implique brillantez, en la salida. Puede que estar acompañado por alguien en baja forma le haga parecer mejor, pero hoy por hoy es el hombre de confianza de la defensa.
Bale. 6 partidos (6 titular), 524 minutos, 6 goles, 4 asistencias. Solo un jugador verdaderamente grande sería capaz de adaptarse tan rápido a un nuevo equipo y una nueva demarcación con la enorme presión que soporta. Y él lo ha hecho. Cuchillo al contragolpe, asistente de lujo con ambas piernas, gran finalizador y con detalles de jugador de categoría. De falta, de cabeza en posición de delantero centro o tras una jugada colectiva. Si tener un jugador capaz de dominar todos los registros ofensivos ya marca la diferencia, tener dos aumenta en gran medida el peligro del equipo. Y en eso está Bale, en descubrir nuevas habilidades y distintas formas de ayudar al Real Madrid. De momento le va bien.
Benzema. 5 partidos (5 titular), 386 minutos, 4 goles, 2 asistencias. Si de Benzema se ha dicho más de una vez que es un centrocampista que juega de delantero, esta temporada la frase se torna aún más cierta. Sin Isco era él quien tenía que hacer de bisagra para Cristiano y Bale, situarse entre las líneas rivales y romperlas con asociación y asistencias. Con el malagueño tiene un amigo más, se activan mutuamente y permiten que el resto lo haga. Vital para el juego interior, para cocer a fuego lento jugadas en campo rival y con el olfato goleador recuperado. Atípico, quizá por eso valioso, ya que pocos delanteros podrían hacer lo que hace él.
Sergio Ramos. 5 partidos (5 titular), 385 minutos. Para algunos el mejor central del mundo. Seguro que no es por sus últimos meses, y menos aún este último. La expulsión contra el Galatasaray solo es la puntilla a un bajo estado de forma prolongado en el tiempo. Desconcentrado, impreciso, con fallos a la hora de medir y de anticipar. Con pérdidas de balón peligrosas e impropias de un central que, por cualidades y porque ya lo ha sido, puede ser uno de los mejores. Siendo uno de los capitanes, o de las vacas sagradas, como se diría por Can Barça, quizá no llegue a sentarse en el banquillo, pero de alguna forma tendrá que recuperar Ancelotti a uno de sus jugadores clave.
Modric. 4 partidos (4 titular), 360 minutos. Estaba más que afianzado como interior izquierdo en el 4-3-3, y no parece que tenga problemas en readaptarse al doble pivote con Xabi. En muchos partidos está claro que puede valer y la pregunta está en si los días importantes también valdrá. Definitivamente, Modric ya es más centrocampista que mediapunta, más regista que trequartista, más de partidos que de jugadas. Fiabilidad con balón, capacidad de batir líneas o mantener posesión según convenga, intensidad y solidaridad defensiva. Buenas virtudes de las que poder presumir.
Diego López. 4 partidos (4 titular), 360 minutos, 3 goles encajados. Menos exigido este mes y por tanto menos protagonista (excepto en Vallecas), pero igual de seguro y de acertado que siempre. Las ocasiones que aborta con su dominio del área y los blocajes en lugar de despejes quizá no se aprecien, pero son claves importantes de lo que supone Diego López para su equipo.
Carvajal. 5 partidos (4 titular), 345 minutos. Comenzó mal el mes, con una floja actuación contra el Rayo Vallecano; no jugó contra la Juve, y a partir de ahí fue progresando a la par que el equipo. Más serio en defensa, descuidando menos su espalda y más fino en los detalles, también ayudado por un mayor dominio de los partidos. Como siempre, aporta amplitud y profundidad arriba, doblando a Bale y generando espacios a sus compañeros. Sin ser Marcelo en ataque ni Arbeloa en defensa, Carvajal puede ser ese jugador que la plantilla echaba de menos los últimos años.
Cristiano Ronaldo. 4 partidos (4 titular), 323 minutos, 7 goles, 1 asistencia. Que él “habla aquí” ha quedado bastante claro este mes. Ha marcado en todos los partidos que ha jugado, 11 goles en 6 partidos si contamos los de la repesca con Portugal. El estado de forma por el que atraviesa es espectacular, de lo más abusivo que se ha visto en los últimos años en el fútbol, con permiso de Leo Messi. Cuando un jugador con las capacidades de Cristiano se encuentran además con una confianza boyante y un equipo rendido a él, solo queda sentarse a disfrutar. El mejor, aunque en parte por evitar ser repetitivo el honor sea para Xabi esta vez.
Arbeloa. 4 partidos (3 titular), 302 minutos, 1 gol, 1 asistencia. Pitado frente al Sevilla, suplente y ligeramente señalado junto con Carvajal en Turín y ovacionado y alabado contra el Galatasaray. Así es el fútbol. Es indudable que tuvo malos partidos, pero parece que se ha rehecho a partir de sus virtudes: la seriedad, la concentración, la intensidad y el oficio. Ganó confianza donde no suele tenerla, jugando en la izquierda, con dos buenas actuaciones. Se reafirmó el día del Galatasaray tirando del carro, marcando un gol, siendo generoso en el esfuerzo y sobrado de actitud. Se metió al público en el bolsillo y recuperó la confianza perdida. Buena noticia para él, su equipo y su entrenador.
Marcelo. 4 partidos (3 titular), 299 minutos, 1 asistencia. De un grosero penalti contra el Rayo a la asistencia y el gran partido contra el Valladolid. La evolución grupal se aprecia individualmente, y su caso, como en el de los otros laterales, es de los más claros. Marcelo solo puede estar cómodo en un equipo que domina, que vive en campo contrario y que tiene quien cubra su espalda. Y cuando esto se cumple, marca la diferencia. Un genio en lo suyo con unas deficiencias para las cuales parece que el entrenador va encontrando soluciones.
Isco. 4 partidos (3 titular), 284 minutos, 2 goles, 1 asistencia. Isco es mediapunta. Partiendo de ahí se entenderá mucho mejor su evolución desde que Ancelotti utiliza un 4-2-3-1. Hasta ahora no había diez como tal, por lo que Isco tenía dos opciones: sufrir en el interior izquierdo o en el banquillo. Quizá sea exagerado decir que un jugador de su categoría sufre en una posición no tan descabellada para él, pero la realidad es que se le veía incómodo y no convencía. Volviendo a su hábitat natural es feliz, y se nota en su juego. Incisivo, participativo y con mucha asociación en corto. Y aún le queda margen hasta su techo.
Di María. 4 partidos (3 titular), 269 minutos, 1 gol, 1 asistencia. Antes de la lesión de Khedira le suplió precisamente a él como interior derecho, como anticipándose a lo que podría haber pasado si Ancelotti hubiera decidido mantener el 4-3-3 aun sin el alemán. Por unos motivos u otros Carletto decidió descartar esa opción, y jugando en la banda, la posición en la que verdaderamente se siente cómodo, Di María solo suma. Ya sea como revulsivo o titular, a banda cambiada o natural, o incluso sacrificándose en la inferioridad frente al Galatasaray, aporta cosas. Es posible que su estatus en la plantilla sea lo que le obligue a dar el 100 %, pero el caso es que el resultado es bueno.
Illarramendi. 5 partidos (2 titular), 249 minutos. Primero fue suplente de Xabi Alonso, luego posible recambio de Khedira y ahora quizá uno de los actores del doble pivote. Su actuación frente al Galatasaray en inferioridad numérica fue más que notable, aunque los focos se centraran en el subjetivamente Xabi y Arbeloa. En el doble pivote con el tolosarra quizá esté más cómodo que en un 4-3-3, ya que no se ve obligado a tener tanto recorrido y puede desenvolverse en su zona de confort. No obstante, tendría más papeletas de ser titular en ese esquema que le va peor, ya que se impondría antes a Casemiro (el otro hipotético interior derecho) que a Modric (el otro hipotético pivote). En cualquier caso, es un buen momento para que siga creciendo y buscando su rol en el nuevo contexto que se le presenta sin Khedira y con Xabi Alonso.
Casillas. 2 partidos (2 titular), 180 minutos, 3 goles encajados. Da la sensación de que, con sus virtudes y sus defectos, este Casillas se va pareciendo más al de hace un par de años o tres. Muchos reflejos, bien bajo palos, inseguro en los balones aéreos. Incluso se le ha visto más atrevido con el juego con los pies. Mientras sus compañeros cambien el chip y se acuerden de que su portero no domina el área pequeña y que tiene que defender esos balones algo más cerca, Casillas seguirá dejando buenas sensaciones.
Varane. 2 partidos (2 titular), 180 minutos. Su rodilla solo le ha permitido jugar dos partidos. En ambos cometió fallos y, tenga que ver con su rodilla o no, es más que evidente que no está al nivel de la temporada pasada. La pasividad en el gol de Llorente es la imagen de ese bajón. El primer paso será olvidar su lesión, cosa que no parece fácil; el segundo, gozar de una continuidad cara debido al buen estado de forma de uno de sus compañeros y al nombre del otro.
Khedira. 2 partidos (2 titular), 166 minutos, 1 gol. Adiós a la temporada. El centrocampista con más minutos hasta la fecha se rompió jugando con Alemania y es posible que no vuelva hasta la próxima temporada. Khedira representaba el equilibrio, la solidez y el buen acompañamiento a Xabi Alonso. Su baja ha abierto las puertas del 4-2-3-1, dará protagonismo a Illarramendi y minutos a Casemiro, pero quizá Xabi y el equipo le echen de menos en los días grandes. Carletto ya trabaja para que no sea así.
Jesé. 4 partidos (1 titular), 91 minutos. Sigue sin gozar de grandes oportunidades, lógico cuando tiene a Cristiano, Bale y Di María por delante, pero las que ha tenido las ha aprovechado. Se le ven maneras, y más que eso. Con movilidad, espacios y su equipo dominando tiene todas las de ganar. Pide minutos a gritos, pero Ancelotti no se los puede dar. Y el día en que fue titular lo hizo fuera de posición y tuvo que sacrificarse tras la expulsión de Ramos.
Casemiro. 2 partidos (1 titular), 75 minutos, 1 asistencia. La baja de Khedira le ha abierto las puertas. Buenos minutos en el campo del Almería acompañando a Xabi Alonso, descolgado y con una gran asistencia. En el examen serio titubeó y no terminó de adaptarse a ese rol más de mediocentro que le tocó desempeñar contra el Galatasaray. Tendrá oportunidades y podrá convencer (o no) al entrenador de que es apto para este Madrid.
Nacho. 1 partido, 63 minutos. Entró en el partido contra el Galatasaray para ocupar el puesto del expulsado Ramos y cumplió. Poco pudo hacer ante la calidad de Drogba en el gol de los turcos. Si Varane sigue sin recuperarse del todo, es posible que le veamos más.
Morata. 3 partidos, 54 minutos, 1 gol. A principio de temporada daba la sensación de que partía por delante de Jesé, ya fuera por galones o madurez, y tras una avalancha de críticas para Benzema se llegó a pedir su titularidad. Ahora, ni lo uno ni lo otro. Voluntarioso y entregado como siempre, pero sin minutos suficientes para demostrar nada más.
Coentrao. 1 partido (1 titular), 44 minutos. Titularidad y lesión en Vallecas. Pocas oportunidades, incluso peor suerte. En un mes en el que podría haber aprovechado la lesión de Marcelo, ni siquiera completó la primera parte de su partido. Temporada muy complicada para él, y parece que seguirá siendo así.