El 1×1 del Real Madrid en febrero

por JUAN ZUBIRIA el 4 marzo, 2014 • 12:10

El mejor: Benzema. 6 partidos (6 titular), 496 minutos, 6 goles, 2 asistencias. El francés vive el momento más dulce de su carrera. Muchos seguirán sin contar con él al hablar de los mejores delanteros del mundo, pero será injusto. Por mucho que se le acuse de falta de gol, sus números son muy buenos, y a sus tantos suma asistencias, juego entre líneas, aguante de espaldas y habilitación a compañeros que vienen de cara o que aprovechan sus espacios. Parece la misma cantinela de siempre, pero sus condiciones son verdaderamente únicas y llamativas.

De más a menos partidos disputados en el mes de febrero (exceptuando el primero de febrero e incluyendo el primero de marzo por cuestiones logísticas):

Pepe. 6 partidos (6 titular), 540 minutos, 1 gol. Pareja de centrales totalmente consolidada. Varane acabará entrando en las rotaciones, pero los titulares tiene pinta de que serán ellos. Pepe, como siempre, es contundente en el cuerpo a cuerpo y en el juego aéreo, rápido al corte y atento en la anticipación. Permite a su equipo adelantar la línea, presionar más arriba y abortar ataques rivales prácticamente antes de que empiecen.
Xabi Alonso. 7 partidos (6 titular), 537 minutos. Único jugador que ha participado en todos los partidos disputados en este mes. Más fino físicamente que en enero, mejor asentado en el campo al ir engranándose ese 4-3-3. Se acerca hasta los centrales para sacar el balón, puede distribuir en corto o en largo e ir acompañando la salida escoltado por Modric y Di María (o Illarramendi). Cuando él está cómodo, el Madrid también. Lo positivo del 4-3-3 y la evolución del centro del campo es que ahora los blancos no son tan dependientes del tolosarra.
Bale. 6 partidos (6 titular), 529 minutos, 4 goles, 2 asistencias. Deberá acostumbrarse a escuchar críticas desmedidas y algún que otro pito por parte de su público. Así es la grada del Bernabéu. Es posible que la baja de Cristiano Ronaldo le haya venido bien, ya que no ha tenido que quedarse en el banquillo para dar la alternativa a Jesé o viceversa. Por el momento, Bale en el Real Madrid es lo que ha sido este mes: poca participación, sensación de desaparecido y chispazos de estrella. Lejos de su máximo rendimiento ya es un futbolista que puede decidir cualquier partido en cualquier momento, y eso al máximo nivel supone ventaja sobre el resto.
Modric. 6 partidos (6 titular), 505 minutos, 1 gol. Salvar un gol cantado bajo palos, sacar el balón jugado, dirigir un contragolpe, llegar al balcón del área y marcar. Modric hace de todo, y todo bien. El motor del equipo blanco, con una madurez y unas tablas que hacen que parezca un veterano del equipo y la posición. Uno de los jugadores más en forma de la liga, de los mejores interiores del panorama europeo actual. Hace no mucho era mediapunta o mediocentro reconvertido. Por cualidades se intuía que esto podía llegar, pero la realidad sigue superando las expectativas de los más optimistas. Con él es más fácil.
Sergio Ramos. 6 partidos (6 titular), 495 minutos, 1 asistencia. Como su pareja en el centro de la zaga, se encuentra a buen nivel, ayudando a que el equipo se mantenga firme en defensa. Con la línea adelantada son expertos. Defendiendo dentro del área tienen más problemas, miden peor sus contactos y permiten al rival crear más peligro en la zona ya de por sí más peligrosa para fallar. Fantásticos ante rivales que ceden la iniciativa, quizá no tanto cuando el oponente carga el área y llega arriba con profundidad.
Arbeloa. 6 partidos (5 titular), 475 minutos. Lateral derecho e izquierdo. En ambos perfiles destaca su tono defensivo, basado en un gran sentido táctico e intensidad. Como siempre, tiene en contra la falta de calidad técnica para generar ciertas cosas que sus compañeros sí generan. Jugador indicado para ciertos contextos, incompatible con otros. Suerte para su entrenador que tiene donde elegir.
Di María. 6 partidos (6 titular), 457 minutos, 1 gol, 4 asistencias. Menudo fichaje de invierno que ha hecho Ancelotti. Activo, dispuesto, trabajador, con recorrido, gol, pase y recuperación. Un todoterreno, un box-to-box, una curiosa forma de recuperar la mejor versión de Di María. No todo es perfecto, claro. Aún no tiene asimilados al cien por cien algunos conceptos defensivos y arriesga demasiado en algunos pases, pero el Madrid ha descubierto que tiene un centrocampista con bastante más peso del que se le adivinaba.
Carvajal. 5 partidos (4 titular), 380 minutos. Ha sido titular en el lateral derecho en más partidos que Arbeloa, aunque con el matiz de que este último jugó en el lateral izquierdo en un par de partidos. Al igual que en el caso de Marcelo y Coentrao, ha sido el más defensivo de los dos el elegido para partidos clave. Tras el último choque y lo que ocurrió al entrar los carrileros, no sabemos qué piensa Ancelotti al respecto. Contra el Barça podremos comprobarlo. Aparte, da la sensación de que Bale se siente más cómodo con él aportando profundidad, permitiéndole ocupar pasillos más interiores e influir más en el juego.
Jesé. 6 partidos (4 titular), 363 minutos, 3 goles. Increíble lo de este chico. Uno de los protagonistas del mes, sin duda. Ha suplido a Bale y Cristiano Ronaldo con categoría, goles, actitud y buen juego. Cubrir las bajas de estos dos gigantes sin titubear es otro paso más en la meteórica progresión del canterano merengue. Veloz, potente, con regate y una capacidad para definir exquisita, como demostró contra el Villarreal o en Getafe, por ejemplo. Complicado que sea titular por quienes ocupan su puesto, pero aquí hay jugadorazo.
Diego López. 4 partidos (4 titular), 360 minutos, 4 goles encajados. Dos golazos encajados frente al Villarreal y el primer fallo importante desde su vuelta allá por enero de 2013. Se hablará mucho de eso, aunque bastante menos de dos paradas decisivas en ese mismo partido. No debe de ser fácil manejar la presión que soporta el gallego en su curiosa situación.
Cristiano Ronaldo. 4 partidos (4 titular), 344 minutos, 5 goles, 1 asistencia. Un mes peculiar por no haber podido disputar tres partidos de liga. Pudo desquitarse, en parte, con dos goles de penalti al Atlético que seguían engrosando sus números, pero sobre todo en Champions contra el Schalke. Si Cristiano en casi cualquier contexto encuentra el hueco para imponerse, con muchísimo espacio, defensas que defienden desde lejos y compañeros rápidos que le buscan, bastante más. Dos taconazos y dos buenos goles para cerrar otra gran noche europea. En el Calderón no estuvo a gusto en ningún momento, pero no faltó a su habitual cita con el gol. Decisivo siempre.
Illarramendi. 6 partidos (3 titular), 309 minutos, 1 gol. Ser el cuarto jugador en un centro del campo de tres le permite tener oportunidades con roles variados, ya que puede ser titular o suplente y mediocentro o interior. No parece que vaya a ser titular en los partidos gordos, aunque no será por falta de condiciones o preparación, sino porque al entrenador le gusta más la variante con Di María y Modric. Muy útil para controlar partidos encarrilados o asegurar más posesión. Otro lujo para el banquillo.
Casillas. 3 partidos (3 titular), 270 minutos, 1 gol encajado. Eliminatoria a cero contra el Atlético, aunque no fue tan exigido como cabía esperar y Modric colaboró sacando una en la línea. Contra el Schalke vimos una de esas paradas que le hacen especial, aunque fuera en ese partido, con un golazo implacable de Huntelaar, donde acabaría su récord de imbatibilidad personal (952 minutos). Han llegado los partidos importantes y se le ve muy en forma. Quizá la competencia en el puesto le haya ayudado.
Marcelo. 4 partidos (3 titular), 229 minutos. Ha participado menos de lo habitual. Suplente en dos partidos clave contra el Atlético de Madrid, aunque en el segundo fue importante al salir desde el banquillo para que su equipo pisara el acelerador y mereciera empatar el partido. También se perdió un par de encuentros por su leve lesión contra el Villarreal. Por lo demás, en su línea: puede decidir en ataque a favor de su equipo poniendo en riesgo la defensa. Di María y los centrales, en un gran momento, son los encargados de minimizar daños.
Varane. 2 partidos (2 titular), 180 minutos. Recuperando sensaciones. Visto lo que ha jugado, puede decirse que está bien, pero se antoja complicado que pase de tercer central en lo que queda de temporada. Eso sí, para las rotaciones de Ancelotti y para cubrir hipotéticas sanciones es un lujo.
Coentrao. 3 partidos (2 titular), 176 minutos. No deja de ser curioso que sus dos únicas titularidades del mes hayan sido en dos de los partidos más importantes de la temporada (ida de Copa del Rey contra el Atlético y la reciente visita al Calderón). En el primero funcionó, colaboró con la desactivación del contrario y sumó competitividad al equipo. En el segundo, en cambio, no consiguió imponerse defensivamente ni ayudó en el apartado ofensivo. Será interesante ver por quién se decide Ancelotti cuando reciba al Barcelona.
Isco. 6 partidos (1 titular), 173 minutos, 1 gol. Sin continuidad y adaptándose a su nueva posición consigue dejar destellos de calidad. En la vuelta de Copa del Rey en el Calderón, aunque fuera un partido sin historia, se asoció bien y parece que disfrutó tras semanas más grises. Contra el Elche cerró la victoria con un buen gol y tuvo un sensible impacto contra el Atlético en liga, aprovechando el cansancio del rival y su habilidad para mover el balón con profundidad y criterio. Aunque no consiga abrirse un hueco en el once, lógico por otra parte con este sistema, Ancelotti estará encantado de contar con un suplente de su categoría.
Nacho. 1 partido, 45 minutos. Entre la vuelta de Varane y la consolidación absoluta de la pareja Pepe-Ramos, apenas ha tenido minutos. Es bueno saber que hay un jugador capaz de cumplir en cualquier puesto de la defensa, pero no parece que vayamos a verle mucho.
Casemiro. 3 partidos, 40 minutos. Minutos de la basura en partidos resueltos. Habitual de la grada cuando el resto esta disponible, incluso con la baja de larga duración de Khedira. Difícil de calificar.
Morata. 2 partidos, 27 minutos. La nueva ubicación de Isco como falso nueve cuando falta Benzema ha terminado de quitarle las oportunidades. Cuando sale, participa, se desmarca, busca hacer sus cosas y suele conseguir que, al menos, se note que está en el campo.