De más a menos minutos disputados en los 6 encuentros celebrados en el mes de octubre:
Valdés. Participación: 5 partidos, 450 minutos, 7 goles encajados. Ha dejado de sumar al juego colectivo al dejar de recurrir a su gran juego de pies, aunque seguramente sea por decisión técnica. Tal vez esta la causa de que su rendimiento en las labores que todo portero tiene haya sido paupérrimo, como confirma el hecho de haber encajado tres goles como consecuencia de errores graves impropios de él. No obstante, en los últimos encuentros se atisban ciertos indicios de mejoría.
Messi. Participación: 5 jugados, 450 minutos, 3 asistencias, 7 goles. En el Clásico y en Riazor alcanzó su máximo nivel, jugando también muy bien en los demás encuentros disputados. Siempre ha sido más que trascendente, aunque el hecho de llamarse Messi hace que siempre le pidamos un poco más. Sin embargo, lo mejor de todo es que da la sensación de estar entrando en la madurez: ahora parece que el fallo le es indiferente y que sabe elegir mejor lo que más conviene al colectivo.
J. Alba. Participación: 5 jugados, 440 minutos, 2 goles, 1 asistencia. Su progresión es constante. En ataque ya es un recurso vital para la profundidad del equipo. En defensa se ha mostrado sobrio y difícilmente superable. Sin embargo, debe corregir las pérdidas de balón de baja calidad por tomar decisiones incorrectas en zonas no propicias. Corrigiendo esta carencia llegará al sobresaliente.
Busquets. Participación: 5 jugados, 412 minutos. Él siempre está. Su labor es más sencilla cuando el equipo ataca junto, pero no desaparece en las malas transiciones defensivas que se producen cuando lo hace disperso. Eso sí, la renuncia al escalonamiento en el centro del campo en muchas ocasiones le ha restado trascendencia con el balón. También ha ofrecido un buen rendimiento cuando se le ha situado en la retaguardia. Ni un pero que poner a su labor.
Mascherano. Participación: 5 jugados, 409 minutos. Poco a poco va pareciéndose más al de la pasada temporada, pese a que aún esté lejos. Penalizado por las transiciones y, sobre todo, por la ausencia del central TAO (Táctico-Aéreo-Organizador) que le complemente (cuando ha jugado con Bartra se ha sentido mucho más cómodo), ha ido progresando y superando el bache en el que cayó tras su error en la Supercopa. La tendencia es ascendente, en cualquier caso.
Xavi. 5 jugados, 383 minutos, 1 asistencia, 1 gol. Los problemas físicos de la temporada pasada son historia, por lo que tanto él como el equipo son felices. Empieza a ser capaz de pesar de verdad también cuando el estilo es más vertical y su rendimiento está en alza. No obstante, aún no ha conseguido ser tan trascendental como lo era cuando la aplicación del modelo era siempre ortodoxa.
Cesc. 5 jugados, 372 minutos, 3 goles, 5 asistencias. Sin lugar a dudas, ha sido su mejor periodo desde que llegó a Can Barça. Lo ha hecho de maravilla como falso 9, en solitario o acompañando a Messi, y, por primera vez, llevando la batuta. También empieza a sentirse más cómodo (o menos incómodo) cuando el estilo es menos vertical, por lo que parece que también está empezando a asimilar la pausa. Así, sólo su mala actuación en el Clásico impide que su mes no haya sido perfecto.
Pedro. 5 jugados, 371 minutos, 1 asistencia. El canario está de vuelta, una vez recuperado su tono físico. Ha vuelto ese martirio para las defensas, ya traten de defender o de iniciar la jugada. Por fin Messi vuelve a tener un acompañante indiscutible, alguien a quien asistir o con quien combinar, o simplemente alguien que le libere de defensores. Dicho esto, llama la atención que Pedro no haya marcado ningún gol. Seguramente porque le toca más veces ser facilitador sin intervenir que receptor, también porque le falta encontrar ese racha que necesitan todos los goleadores. Con todo, su gran rendimiento pese a no haber anotado refleja que la misión principal de los acompañantes de Messi no consiste en marcar goles.
Iniesta. 5 jugados, 348 minutos, 2 goles, 1 asistencia. Sepultado en ocasiones por los velocistas, no ha sido su mejor periodo. A pesar de ello, cuando ha entrado más en juego ha mejorado el equipo, como de costumbre. La mera existencia de alguna duda sobre su estado de forma ha quedado disipada tras haber sido el mejor en los dos últimos encuentros que ha disputado.
Montoya. 4 jugados, 333 minutos, 1 asistencia. Está donde tiene que estar: se ubica bien en defensa y sube cuando tiene que subir generando peligro. Nunca resta con el balón y suele decidir bien. Aún tiene margen de mejora en ciertos aspectos, pero ahora mismo, dado su nivel y el de sus competidores, solo necesita dos decisiones valientes (primero, de Tito, y luego, de Del Bosque) para convertirse en titular indiscutible tanto en el Barça como en la Selección Española.
Song. 5 jugados, 319 minutos. Lost in translation es poco para calificar la situación que vive el camerunés, aunque seguramente tenga poca culpa. Un mediocentro cuya progresión invitaba a adelantarle usado como central en una cultura futbolística diferente no era una combinación que pintara bien, como se ha confirmado. Ahora parece que Tito ha desechado esta opción, devolviéndole a su posición natural. Sin embargo, en la misma tampoco se ha encontrado cómodo, ubicándose demasiado atrás y siendo intrascendente con el balón. Nada definitivo, pero si partía de cero para adaptarse al estilo Barça, su experiencia en el centro de la zaga seguramente le haga partir de bajo cero.
Alexis. 5 jugados, 316 minutos, 1 gol. Si bien su desacierto ante el gol hace que se cargue contra él, su rendimiento no ha sido tan malo como se piensa. Indudablemente su confianza se encuentra mermada, pero este mes ha experimentado una notable mejora respecto a su rendimiento anterior. Siendo impagable su trabajo contra las defensas convertido en el Niño Escoba, un mayor acierto en la definición (pues ocasiones tiene, gracias a sus buenos movimientos) provocaría que la muchedumbre volviera a hablar del Niño Maravilla.
Adriano. 4 jugados, 307 minutos, 1 asistencia. Su rendimiento ha sido alto en un mes en el que solo ha sido utilizado durante 10 minutos en su posición natural: el lateral izquierdo. Al margen del partido que disputó en la derecha, ha cuajado tres muy buenas actuaciones como central, algo que solo Tito Vilanova podía imaginar. Si ya era un recambio de garantías en cuatro posiciones del campo, ahora lo es en seis. Definitivamente, es el comodín que cualquier equipo querría tener.
Alves. 3 jugados, 207 minutos, 1 asistencia. Que su lesión haya sido una buena noticia para el rendimiento del equipo lo dice todo. Sin su chispa habitual en ataque, desubicado e indolente en defensa, Dani parece más un jugador del decadente Barça de Rikjaard que del hambriento Barça actual. Ni siquiera en su vuelta, contra un 2ª B y habiendo visto que Montoya está más que listo para quitarle el puesto, dio muestras de una mayor actitud defensiva (al margen de que esta vez sí sumara en ataque). A falta de un cambio radical, todo apunta a que se trata del mayor problema para Tito Vilanova. Del auténtico problema del equipo.
Villa. 5 jugados, 204 minutos, 1 asistencia, 2 goles. Ir entrando con calzador en el equipo se queda corto para la decisión que se ha tomado con él. Pese a que el aficionado prefiere las prisas, esta opción se está revelando útil, pues David da un paso más hacia su mejor nivel cada minuto que disputa. Recuperado totalmente su olfato goleador, probablemente sólo le falte un plus de intensidad para llegar al mismo nivel que antes. Todo indica que cada vez irá siendo más importante.
Bartra. 3 jugados, 190 minutos. Contra el Celtic, por fin Tito se decidió a darle entrada. Marc respondió con creces, como ha hecho en los siguientes encuentros mostrando todas sus virtudes: colocación, velocidad, limpieza en la salida de balón, juego aéreo e incluso contundencia. No obstante, las pruebas a las que se ha visto sometido han sido las menos exigentes, por lo que hay que esperar para evaluar su nivel real. Como en el caso del Guaje, pese a tratarse de circunstancias antagónicas, se le va introduciendo con calzador con el fin de que acabe siendo un hombre importante.
SIN VALORAR
Tello (3 jugados, 91 minutos, 1 gol). Tras un inicio de temporada de mucha participación, ahora toca una temporada de banquillo. En sus pocas participaciones ha mostrado un buen nivel, el necesario para seguir siendo un actor importante, pero secundario una vez recuperado Villa.
Pinto (1 jugado, 90 minutos, 0 goles encajados). Jugó bien contra el Alavés, aunque estuvo poco exigido. Seguirá cumpliendo cuando se requiera, en principio sólo en Copa.
Sergi Roberto (1 jugados, 90 minutos). Solo el hecho de que en el primer equipo haya ya cuatro interiores de primer nivel hace que siga teniendo ficha con el filial. En Vitoria volvió a demostrar que, si se le necesita, está más que preparado.
Puyol (1 jugado, 77 minutos). Daba igual que volviera de una lesión: contra el Benfica se volvió a ver al Gran Capitán. Lástima que el infortunio acaecido en ese encuentro nos haya privado de verle más.
Jonathan Dos Santos (2 jugados, 23 minutos). No se contaba con él, pero no se quiso ir. Sigue dándolo todo por encontrar una plaza más que complicada. Contra el Rayo, pese a que el encuentro estaviera ya ganado y sólo dispusiera de 7 minutos, firmó su mejor actuación con el primer equipo. Por ello, ser suplente por detrás de Sergi Roberto en Mendizorroza debió suponer un duro revés para él, del que no se resarció en los escasos minutos que finalmente disputó. Probablemente, tras ello decida que es mejor seguir la senda de Fontàs y continuar creciendo en otro club.
Sin jugar por lesión: Piqué, Abidal, Muniesa, Thiago y Cuenca.
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