De más a menos minutos disputados en los cuatro encuentros celebrados en el mes de marzo (se disputaron cinco, pero el primero, el Clásico de Liga en el Bernabéu, fue incluido en febrero por razones logísticas):
Dani Alves. 4 partidos (3 titular), 338 minutos, 1 asistencia. Muy buen rendimiento el del brasileño, a lo que hay que añadir que ha recuperado la resistencia de sus mejores épocas. Tal vez lo más relevante sea que, gracias ello, ha permitido reabrir una antigua variante en la que el extremo derecho pasa a ser delantero centro, quedando para Dani toda la banda. Es decir, la que se usó tanto en la final de Wembley como en la remontada al Milan.
Messi. 4 partidos (3 titular), 300 minutos, 6 goles, 2 asistencias. Tras un inicio de 2013 en el que estuvo muy por debajo de su nivel, ha vuelto a ser Messi. Eso significa, números aparte, ser el mejor jugador de cada partido que disputa. Reseñable también, al margen del logro de su enésimo récord, su mayor comodidad ante un gran rival gracias a la utilización de un delantero centro por delante de él.
Piqué. 3 partidos (3 titular), 270 minutos. Sigue a buen nivel, pese a que su rendimiento desciende en los partidos de menor trascendencia, sin duda como consecuencia de su menor activación. No obstante, de volverse a optar por la formación en la que Alves juega aún más liberado podría sentirse más incómodo, ya que su nivel se reduce progresivamente a medida que se acerca a la banda.
Pinto. 3 partidos (3 titular), 270 minutos, 3 goles encajados. Poca o ninguna culpa ha tenido las veces en las que se ha visto batido, mientras que ha evitado lo propio en más de una ocasión en la que parecía inevitable. Su rendimiento, así como su sensación de seguridad y ascendencia en el equipo, provocan la impresión de que nos quedamos cortos al definirle como el portero suplente perfecto. Tanto es así que, si tuviera 5 años menos, optaría a reemplazar a Víctor Valdés.
Alexis. 4 partidos (3 titular), 264 minutos, 1 gol, 2 asistencias. Cuajó un gran encuentro frente al Deportivo y cumplió con creces como recambio frente al Milan gracias a su sacrificio defensivo y al pase que llevó al definitivo 4-0. Sin embargo, frente a Rayo y Celta, en contextos relativamente favorables para brillar, no lo hizo. Al contrario de lo que dijo, no se le ve capacitado para decidir partidos, pero sí para contribuir decisivamente a que otros lo hagan. Se echa en falta verle como ‘9’, posición en la que seguramente mejor pueda hacerlo.
Mascherano. 3 partidos (3 titular), 255 minutos. Jugó, sin nada que reseñar, frente a Rayo y Deportivo. Pero, sobre todo, y pese a cometer un error garrafal, firmó un encuentro memorable ante el Milan, sin duda el mejor de su temporada. No fue casualidad que en él se dieran todas las condiciones con las que fue un central brillante: a) Barça dominador instalado en campo contrario ejerciendo una intensa presión; b) rival que intenta salir al contraataque mediante pases rasos y no envíos directos; y c) Piqué a un lado y un central/lateral izquierdo que no sube al otro.
Villa. 4 partidos (3 titular), 245 minutos, 2 goles, 2 asistencias. No gana un envío al espacio ni un balón dividido, no supera a ningún rival y es prácticamente inane en labores defensivas. Sin embargo, cuando el balón le llega al pie en condiciones ventajosas, define con brillantez e, incluso, si el contexto no es complicado, es capaz de firmar notables acciones combinativas y asistencias. Como ‘9’, posición en la que más cabe esperar que juegue, genera ventajas sólo por estar, pues su movilidad es reducida y no gana una, pero si tiene una ocasión, casi siempre acaba en gol.
Cesc. 3 partidos (3 titular), 236 minutos. No se avista el fondo para el rendimiento del ex capitán del Arsenal, que un día fue más de lo que son hoy Isco o Götze, por ejemplo. Su buen inicio y posterior hundimiento en las dos temporadas que lleva como culé es difícilmente explicable, más aún teniendo en cuenta la cantidad de oportunidades que se le han dado en tan diferentes contextos. Tal vez, el suyo sea el caso individual más preocupante a día de hoy para Tito Vilanova.
Iniesta. 4 partidos (2 titular), 204 minutos, 1 asistencia. Decisivo frente al Milan, demostrando además la calidad de su trabajo defensivo cuando la situación lo requiere, se ha mostrado por debajo de su nivel –siguiendo siendo alto en cualquier caso– en los encuentros menos trascendentes de la Liga. Este año le están respetando las lesiones, lo que el equipo agradece sobremanera. En caso de que dejaran de hacerlo, el problema sería aún más grave de lo habitual dado el estado de forma de los otros centrocampistas.
Busquets. 4 partidos (2 titular), 203 minutos. Sublime cuando ha sido titular (frente a Milan y Rayo) y con un error decisivo en uno de los dos partidos (Celta) en los que salió como revulsivo defensivo para mantener el resultado. Siendo su fiabilidad extrema, su compenetración con Song, pese a su estado embrionario, por el momento no ha dejado buenas sensaciones.
Song. 3 partidos (2 titular), 190 minutos. Claro paso atrás en su lenta, pero continua, adaptación. O así era, al menos, hasta ahora. Aunque hay que tener en cuenta que no se le alinea junto a los titulares habituales y que no tiene continuidad, lo que dificulta su rendimiento, que ha empeorado respecto a otros meses en circunstancias similares.
Jordi Alba. 2 partidos (2 titular), 180 minutos, 1 gol. En su caso, cabe detenerse en su buen desempeño ante el Milan en una función (central-lateral izquierdo) cuyo único precedente había sido muy negativo (contra el Celta en el Camp Nou). En esta ocasión, ayudado por el buen funcionamiento colectivo, cuajó una actuación notable más allá de su tanto. Hacen falta más partidos para juzgarle en esta demarcación, pero el hecho de ser más fija –no debiendo alternar distintas zonas– facilita su buen posicionamiento táctico y, por ende, su desempeño defensivo.
Tello. 2 partidos (2 titular), 180 minutos, 1 gol, 1 asistencia. Cuajó una actuación brillante ante el Rayo, mostrando todo lo que puede ofrecer. Se trata del mayor especialista de la plantilla en el sistema empleado ante el Milan, en el que el extremo izquierdo vive permanentemente pegado a la cal. Teniendo en cuenta que Pedro, el único que puede desempeñar también esta función, se perderá el partido de ida ante el PSG y que, cuando vuelva, seguramente no se encontrará en su mejor momento, todo parece indicar que ha llegado el momento de Cristian.
Thiago. 3 partidos (2 titular), 157 minutos. El nivel de sus actuaciones ha sido extremadamente bajo, tal vez el peor desde que forma parte del primer equipo. Si el fútbol es un estado de ánimo, en él se refleja a la perfección viendo cómo ha quedado tras un Clásico en el que, sin estar por debajo del paupérrimo desempeño colectivo, no fue capaz individualmente de estar a la altura –al igual que la mayoría de sus compañeros–. No obstante, no hay motivos para pensar que no se vaya a reponer.
Adriano. 3 partidos (2 titular), 120 minutos. Cumplió frente al Deportivo y se encargó de que Abate dejara de dar problemas en los momentos más complicados que se dieron frente al Milan. Mas, cuando ya pensábamos que estaba de vuelta, se volvió a romper. Sus lesiones influirán decisivamente en la confección de la próxima plantilla, pues se ha llegado al punto en que parecen un mal inevitable.
Puyol. 2 partidos (1 titular), 105 minutos. Tras una gran actuación ante el Deportivo –encuentro en el que no se concedió ni una ocasión, lo que esta temporada es digno de mención especial–, fue suplente ante el Milan, lo que no evitó que acabara participando, haciendo más llevadero el sufrimiento en el tramo final. Posteriormente, una nueva lesión le ha dejado fuera del equipo. Todo lo dicho respecto a Adriano en este aspecto le es perfectamente aplicable.
Valdés. 1 partido (1 titular), 90 minutos, 0 goles encajados. A nivel de club, participación testimonial la suya a causa de la sanción en Liga. Frente al Milan sólo tuvo que intervenir en una oportunidad manifiesta de gol, perdiendo un mano a mano que no acabó en gol gracias al palo.
Montoya. 1 partido (1 titular), 90 minutos. Como lateral izquierdo que no se prodiga en ataque, ha cumplido. Su rendimiento siempre será inferior en este perfil dada su tendencia a salir por dentro, lo que facilita la presión rival, pero podría no desentonar en este papel en un partido de altos vuelos.
Bartra. 1 partido (1 titular), 90 minutos. Por fin volvió a jugar y, de una vez por todas, lo hizo junto a Piqué. Las sensaciones que ha dejado son muy positivas, más allá de alguna pequeña laguna, inevitable, por otra parte, en un novel que no ha dispuesto de continuidad. Su compenetración con Gerard destacó negativamente, aunque no de manera incorregible mediante la acumulación de minutos como pareja. Reseñables también sus diferencias pese a tener el mismo perfil: velocidad frente a contundencia y dominio de las coberturas laterales frente a tiranía del eje central. Detalles estos que refuerzan la opción de que se cuente con Marc también como eventual opción para el lateral derecho.
Xavi. 1 partido (1 titular), 90 minutos, 2 asistencias. Entre algodones, llegó al encuentro frente al Milan. En el mismo, cuajó una gran actuación, dando a entender que aún le quedan grandes noches en las que ser decisivo. Tras el encuentro, volvió a estar entre algodones y se fue a la selección, de la que ha vuelto en circunstancias aún peores. Su recuperación es clave, dado que ninguno de sus eventuales sustitutos se encuentra en buena forma y que, cuando Xavi juega estando tocado, su rendimiento desciende enormemente.
Pedro. 1 partido (1 titular), 82 minutos. Muy parecido su caso al anterior. Pese a que el canario no dispusiera de la baja médica, el aumento del número de veces en que rotaba, junto a las sensaciones que daba, dejaban claro que no se encontraba en su estado óptimo. Contra el Milan cuajó un mal partido, pese a que, al siempre estar donde se le requirió y trabajar en defensa, fue útil. No obstante, esta utilidad tan matizada dista de garantizarle un puesto como titular –o de estar a la altura de–, por lo que el estado en el que retorne tras su lesión será clave.
Sin jugar por decisión técnica: Dos Santos. Por si quedaba alguna duda sobre lo que se cuenta con él, que no haya dispuesto de un solo minuto en el contexto rotacional y de baja forma de la segunda unidad que se ha dado la disipa.
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