El 1×1 del Barça en la temporada 2013/2014

Barça / Fútbol / Informes España

El 1×1 del Barça en la temporada 2013/2014

por ISMAEL LEDESMA el 23 mayo, 2014 • 12:35

Víctor Valdés: el mejor portero de la historia del Barça estaba completando una magnífica temporada hasta que el ligamento cruzado de su rodilla derecha dijo basta. Su seguridad fue clave en el inicio de la temporada, dando objetivamente puntos a su equipo. Se le veía más rápido que nunca, su figura se hacía grande bajo los palos y su nivel de confianza estaba por las nubes. Hasta su lesión, pocos porteros de los grandes equipos europeos transmitían unas sensaciones tan positivas para su equipo (probablemente Courtois). Pero Valdés cayó, y con él gran parte de las aspiraciones del conjunto catalán esta temporada.
Pinto: siempre ha cumplido en su papel de segundo portero, pero este año ha afrontado una situación nueva para él en el Barça, y es la de disputar los partidos importantes y decisivos de los distintos torneos, más allá de jugar la final de la Copa del Rey. Se ha visto que su nivel no es el de un primer portero del Barça y ha transmitido nerviosismo tanto a la grada como a sus compañeros, además de permitir que algunos rivales (Atlético de Madrid) pudieran adelantar líneas para presionar la salida de balón del guardameta. Su profesionalismo y compromiso está fuera de toda duda, y aunque el reto de defender la portería del Barça estos últimos meses le ha quedado grande (el equipo tampoco le ayudó), sus seis temporadas y media como segundo portero del Barça son más que positivas.
Dani Alves: capacidad competitiva y ambición para rendir en cualquier escenario e incluso destacar (Bernabéu, Etihad Stadium), pero a la vez irresponsabilidad a la hora de elegir sus subidas en la banda derecha. Sus pérdidas de balón le han costado al equipo derrotas, y su espalda ha sido explotada por los grandes rivales para hacer daño al equipo y decantar eliminatorias. Ha sido el lateral derecho titular del mejor Barça de la historia y su rendimiento global es muy destacable, pero probablemente ha cumplido su ciclo en el Camp Nou.
Montoya: pasa una temporada más y no sabemos si está capacitado para ser el lateral derecho titular del equipo. Ha alternado encuentros de gran disciplina táctica y sobriedad defensiva con algunos errores de concentración. En ataque se ha mostrado menos definitivo que otros años (llegaba nervioso a los metros finales), pero ha seleccionado bien sus subidas.
Piqué: temporada muy irregular la del central catalán recientemente renovado, y ya son tres seguidas en que esto le ocurre. Más lento de lo habitual y con distracciones impropias de un jugador de su talla. En los partidos importantes sí destacó, siendo un puntal en la zaga, y su lesión provocó más nerviosismo en el equipo, aunque volvió en el último encuentro de liga. Debe dar un paso adelante la próxima temporada y, de la mano de Luis Enrique, recordar al Piqué de las tres primeras temporadas con Guardiola.
Puyol: ha jugado muy pocos minutos por problemas físicos, el mismo motivo que le hace dejar el Barça y quizá el fútbol. Su comportamiento siempre ha sido digno de elogio. Con jerarquía y liderazgo, capitaneó al mejor Barça jamás visto, permitió al equipo jugar en campo rival y limitó las transiciones rivales con su inteligencia y despliegue físico. Se va un jugador histórico.
Bartra: derrumbó la puerta hace tiempo, pero no ha sido invitado a quedarse en el salón. Con ganas, anticipación, salida de balón y fortaleza a balón parado, ha jugado más que nunca, pero menos de lo que parecía merecer. Su suplencia en el último partido de liga, tras ser unos de los mejores azulgranas en las recurrentes debacles, es difícil de entender. Merece ser juzgado por su rendimiento deportivo, sin jerarquías ni trascendencia en el vestuario que le priven de la titularidad.
Mascherano: siempre dio la cara y alternó partidos de gran nivel, como contra el Atlético de Madrid (en la liga). Pero sufrió mucho en Champions League y ante Karim Benzema. Su aporte y capacidad competitiva está fuera de toda duda, pero no se le ve cómodo como central. Mantenerlo en la plantilla como comodín para este puesto, pero sobre todo para dosificar a Busquets en el centro del campo, parece la mejor opción.
Jordi Alba: ha jugado menos de lo esperado por las lesiones. Cuando lo hizo cumplió, sobre todo ante el Manchester City, pero la temporada no le ha servido para mejorar. Es fundamental su entendimiento con Neymar para el futuro a corto y medio plazo del club.
Adriano: polivalente y siempre cumplidor, le da al equipo una profundidad de plantilla necesaria para ganar títulos. Además, su chut lejano permite abrir defensas cerradas. Excelente elemento competitivo para el equipo, aunque cuesta vislumbrarlo como titular.
Busquets: ha completado su peor temporada desde el primer año con Guardiola, pero sigue estando entre los más destacados, aspecto que habla del bajo nivel global e individual de los azulgranas. Quizá lastrado por molestias físicas en su ansia por jugarlo todo, y poco ayudado por sus compañeros en el centro del campo, ha abarcado menos espacio que nunca, costándole más girar, dejando de imponerse en los balones divididos y perdiendo balones peligrosos en propio campo. Necesita descansar y, la temporada próxima, tener un funcionamiento colectivo acorde a sus capacidades como mediocentro titular del equipo. Está llamado a ser uno de los capitanes y líderes de vestuario.

Song: llegó a Barcelona para dar descanso a Sergio Busquets y contar con minutos de calidad, pero no lo ha conseguido. Se le ha visto desubicado, no ha convencido con el balón en los pies y su altura no ha ayudado al equipo en los balones por alto. Quedará marcado por aquel encuentro en que formó doble pivote con Busquets en Anoeta. Lo mejor, tanto para él como para su club, es buscar una salida.
Xavi: el equipo ha dejado de jugar como solía hacerlo y el que más lo ha sufrido es Xavi Hernández. Intentaba ordenar a sus compañeros a través del balón y la posición, buscando las combinaciones largas para no sufrir en las transiciones. A veces lo consiguió, pero no en los partidos más importantes. Los años pasan para todos y, aunque él quiera, ya no es capaz de sostenerse en partidos de máximo nivel durante toda una temporada. Pero como jugador de rotación, si asume el papel, es un lujo. A Xavi le quedan partidos en la élite.
Cesc: como siempre, de más a menos, tanto en estadísticas como sensaciones. Fue vital en el primer tramo de competición para el equipo, pero acabó otra vez desorientado entre tanto cambio de posición. Cesc es centrocampista, aunque la mitad de los encuentros los juegue como falso nueve. Dicho esto, desde esa posición no ha acabado de dar el paso adelante que se espera de él para liderar junto a Iniesta el centro del campo culé. Ya son tres temporadas de indefinición, tanto a nivel mental como futbolístico. Luis Enrique tiene que hablar con Cesc y decidir, entre ambos, a qué se va a jugar en el futuro y qué rol va a ocupar el de Arenys de Mar en él.
Iniesta: está llamado a ser el futuro capitán del equipo y, por tanto, unos de los líderes tanto dentro como fuera del campo. Ha estado irregular, como otras temporadas. Esta vez empezó a un nivel bajo, pero su estado de forma en los meses de enero, febrero y marzo hacía aventurar que algo importante podía pasar. Estaba en estado de gracia y fue capaz de reponerse de duros tragos personales. Al final, se dejó llevar por la dinámica negativa de todo el equipo. Sus conducciones e inteligencia posicional deben ser parte del futuro culé. Recién cumplidos los 30 años, solo se le puede pedir una mayor regularidad durante la temporada.
Jonathan dos Santos: podía haberse marchado a la Real Sociedad, pero Martino se lo impidió. No jugó prácticamente nada al inicio del campeonato y mucho menos en la segunda parte de la temporada tras su grave lesión en el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Lleva dos años perdidos y tiene calidad para ser un jugador destacado en la mayoría de equipos de Primera División.
Sergi Roberto: no ha jugado minutos de calidad en su primera temporada en el primer equipo. Jugó sin complicaciones, arriesgando poco con el esférico y sin mostrarnos esa llegada al área que sí exhibió en el Barça B. Luis Enrique fue quien le subió al filial, así que su futuro puede estar ligado a Can Barça.
Cuenca: durante el último año de Guardiola demostró que puede hacer carrera en la máxima categoría de las grandes ligas europeas. Salvo sorpresa mayúscula, saldrá este verano.
Afellay: necesita jugar tras su calvario de lesiones, y en el Barcelona es difícil que pueda hacerlo. Tendrá ofertas en verano.
Alexis Sánchez: segundo máximo goleador del equipo y cuarto de la liga española (19 goles). Trabajo, despliegue físico, desmarques de ruptura a la espalda de la defensa, constante movimientos, ayudas defensivas… En función de sus méritos debió jugar más partidos importantes, pero Martino apostó por los cuatro pequeños. Sigue dividiendo a la afición y es uno de los jugadores con mejor cartel internacional para poder salir este verano.
Tello: su participación cada vez ha sido menor. Puede destacar partiendo desde la izquierda, pero ahí juega Neymar. Además, llega Deulofeu. Su futuro está lejos del Camp Nou.
Pedro: comenzó bien la temporada, pero en la segunda mitad del curso se le esperaba y no ha aparecido. Sus movimientos ya no le conducen al gol, que es donde más destacaba. Una temporada más al nivel de las tres anteriores puede pasarle factura tanto a él como al Barça. La llegada de Luis Enrique puede venirle bien para recobrar sensaciones. No pareció encontrar nunca el feeling con Martino.

Neymar: no ha sido una temporada fácil para el atacante brasileño. Centrándonos en el fútbol, las lesiones le han impedido involucrarse en la dinámica del equipo. No hemos visto, por tanto, una adaptación completa del jugador, ni mucho menos un buen entendimiento con Messi. Entre los aspectos positivos, destaca su liderazgo cuando el ‘1o’ se lesionó. Neymar asumió galones y jugó sus mejores encuentros de la temporada. Además, apareció en momentos de gran dificultad, como la eliminatoria de Champions League frente al Atlético de Madrid. De hecho, el escaso peligro catalán llegó gracias a acciones personales y aisladas del brasileño. En el debe, se ha echado en falta una mejor conexión con Jordi Alba y Andrés Iniesta, además de con Leo Messi.
Messi: es difícil catalogar una temporada como mala cuando anotas 41 goles y vuelves a ser uno de los mejores jugadores del equipo. A esto se le une que ha estado dos meses lesionado, por lo que sus estadísticas habrían sido mucho mejores. Pero cuando te llamas Leo Messi y tu nivel los últimos años ha sido de matrícula de honor, acercarte al sobresaliente no sirve. Aunque el resto de compañeros estén a un nivel muy inferior. Messi no ha estado a su máximo nivel, eso es indudable. Se ha hablado muchas cosas sobre su bajo rendimiento: una mala preparación física, desmotivación, aburrimiento, mente puesta en el mundial… Lo único cierto es que el Barcelona ha dejado de crear el sistema adecuado para que el argentino destaque, teniendo que recibir en su propio campo para participar en la posesión del equipo. El argentino ha recibido muchas críticas (no todas éticas ni constructivas), y él mismo sabe que no ha estado al nivel que su club necesitaba. Pese a esto, su participación le da para ser, un año más, el mejor jugador de la temporada para el Barcelona. Es lo que tienen los jugadores históricos, que en el peor año de sus carreras (o de los peores) siguen estando un escalón por encima del 99 % de jugadores del mundo.

* Ismael Ledesma es estudiante de Periodismo.

Follow @Ismael_Ledesma

– Fotos: EFE – Miguel Ruiz (FC Barcelona)