De más a menos minutos disputados en los 6 encuentros celebrados en el mes de febrero y el primero en marzo:
Messi. 7 partidos (7 titular), 630 minutos, 6 goles, 1 asistencia. En parte causa y en parte efecto; la peor racha del Barça en mucho tiempo se ha dado con el peor Messi en mucho tiempo. No encuentra ese punto físico que le permite ser diferencial pero, sobre todo, las menores dificultades que han tenido los rivales para defender al ser mucho más lenta y previsible la circulación del balón han provocado que no resulte tan complicado pararle.
Piqué. 7 partidos (7 titular), 630 minutos, 1 gol. Ha jugado todo merecidamente. Está realmente bien, por mucho que hacer un penalti a Cristiano o perder un salto con Sergio Ramos sean las imágenes que queden en la retina. Esas son situaciones muy puntuales y de una complejidad tremenda que, de haber estado mejor el equipo, tampoco habrían sido tan decisivas por sí mismas. Es más, Gerard, gracias a su privilegiada lectura táctica y a su contundencia, ha sostenido en muchos momentos la maltrecha defensa culé, de la que a día de hoy es el único que sin balón está al máximo nivel. Asimismo, chirría que se le limiten las responsabilidades con el cuero, dado lo mucho que aporta cuando se incrementan.
Dani Alves. 7 partidos (6 titular), 585 minutos, 2 asistencias. Su nivel actual es alto. Se encuentra bien físicamente, intenso, acertado y concentrado. No obstante, dos factores hacen cuestionable su titularidad indiscutible más allá de ser uno de los sacos de boxeo preferidos del entorno. El primero, que su tendencia a cerrar en exceso en la jugadas que proceden de la otra banda, descuidando su lado, cuesta goles. El segundo, que su presencia obliga a que Jordi Alba juegue más contenido y a que Piqué deba hacer más coberturas laterales, originándose así una defensa menos compensada que la habitual antes de su reaparición.
Valdés. 6 partidos (6 titular), 540 minutos, 8 goles encajados. Ha combinado intervenciones de gran mérito que hacía tiempo que no protagonizaba con actuaciones insuficientes en jugadas finalizadas en gol. La sanción derivada de su desquiciamiento en el último Clásico provocará que prácticamente no participe en Liga en marzo, lo cual es altamente reprobable a alguien con su experiencia.
Iniesta. 7 partidos (6 titular), 537 minutos, 1 gol, 2 asistencias. Por momentos ha sido la única luz que parecía atisbarse entre las sombras. Sin embargo, en escasísimos momentos ha podido brillar dado que se le ha dejado de facilitar un contexto táctico favorable. Del mismo modo, ha salido tan perjudicado como el que más de las dudas colectivas en cuanto al plan de juego.
Jordi Alba. 6 partidos (5 titular), 502 minutos, 1 gol, 1 asistencia. Con Alves es menos feliz, ya que no puede subir tanto debido a que el lateral más liberado es el brasileño. En esta situación muestra sus carencias ya que, aunque es sólido en el uno contra uno y casi insuperable al espacio, no tiene la lectura táctica privilegiada de Abidal (o, en menor medida, Adriano) para ser en parte lateral, en parte tercer central y en parte segundo mediocentro.
Busquets. 6 partidos (5 titular), 461 minutos. Poco o nada le es reprochable, lo que no quita que se haya visto excesivamente solo y superado por momentos. Cuando uno o más interiores se le acercan demasiado pierde peso en la creación. Si además el equipo ataca mal y los mismos le ayudan poco en la fase defensiva, le es imposible llegar a todas las coberturas.
Pedro. 5 partidos (5 titular), 411 minutos. No ha sido un mes para que los hombres que más dependen del colectivo brillen. En su caso, la falta de acompañamiento ha impedido a su presión ser diferencial y el empeoramiento del bagaje ofensivo que dispusiera de ocasiones. No obstante, también deja las sensaciones negativas de que, individualmente, ha sido incapaz de generar ventajas y corriendo al espacio ha sido inferior a los mejores defensas.
Thiago. 6 partidos (4 titular), 362 minutos, 2 asistencias. No ha sabido (o podido) girar la dinámica colectiva cuando esta ha sido negativa, habiendo brillado en el caso opuesto. No obstante, ha vuelto a mostrar que posee las cualidades para, con continuidad, convertirse en pieza fundamental del engranaje. No solo por sus aptitudes con balón, sino también porque aporta un trabajo defensivo muy superior al de Xavi o Iniesta.
Mascherano. 6 partidos (4 titular), 362 minutos. Cuando el Barça sometía al rival y este trataba de contagolpear en situaciones poco favorables, el Jefesito hacía uso de su gran lectura defensiva para dar un paso adelante y llevárselas todas. En este Barça que no somete, no gana ni en envíos directos ni en carreras al espacio a los delanteros rivales, además de ser especialmente inseguro en el área. Si no cambia el marco colectivo en el futuro se antoja imprescindible encontrarle una nueva posición si se quiere que siga siendo un activo importante en la plantilla.
Villa. 5 partidos (3 titular), 286 minutos, 2 goles. Al margen de Messi, es con diferencia el mejor finalizador de la plantilla. También el delantero más lento, más débil en la disputa del balón dividido y con menos aportación defensiva. En un equipo en el que Messi, Xavi e Iniesta son titulares la primera cualidad no compensa prácticamente en ningún caso la falta de las siguientes, por lo que, a no ser que se dé una difícilmente imaginable reversión de la situación, no merece sino ser un recurso más para el ataque. A tener muy en cuenta ante rivales encerrados cuya amenaza al contragolpe sea escasa y prácticamente para no pensar en él ante rivales presionantes.
Xavi. 4 partidos (3 titular), 275 minutos. Ha vivido entre lesiones y molestias, lo que aconseja prudencia al extraer lecturas definitivas sobre su estado. Actualmente, le cuesta una barbaridad aguantar la posesión cuando el rival le presiona, por lo que baja a recibir a zonas menos trascendentes, resintiéndose así el juego colectivo.
Cesc. 4 partidos (4 titular), 273 minutos. Solo ha completado uno de los partidos que ha disputado, lo cual, en el contexto en que se dieron las sustituciones, define claramente su rendimiento. Por el momento, en Barcelona ha sido feliz acompañante en situaciones favorables y la inanidad personificada en los casos opuestos. Además, el progresivo bajón de rendimiento que está sufriendo tras un muy buen inicio recuerda a la pasada temporada.
Puyol. 4 partidos (3 titular), 268 minutos. La exposición a jugadas desfavorables ha mostrado que ya no es ese súper central capaz de corregir prácticamente cualquier situación por nefasta que sea. Sigue a buen nivel, mas si el equipo no le acompaña y se ve expuesto ya es difícil que gane en duelos individuales frente a grandes rivales. Por otra parte, tras su gran participación en enero, la misma se ha reducido notablemente en febrero, lo que tal vez esté relacionado con su estado físico.
Alexis. 5 partidos (3 titular), 232 minutos, 1 gol. Comenzó el mes con una de sus mejores actuaciones como culé frente al Getafe, mostrando la cara opuesta ante Granada y Sevilla. A partir de entonces, el cuerpo técnico dio a entender que había perdido la fe en él, optando antes por Villa e incluso Tello. Si bien es cierto que su irregularidad con el balón y su pésimo bagaje definidor podrían justificarlo, ser con mucha diferencia el mejor atacante sin balón de la plantilla invita a replantearse esta decisión, dado que tampoco las otras opciones se han mostrado absolutamente fiables.
Song. 2 partidos (2 titular), 180 minutos. Ha rendido a muy buen nivel teniendo en cuenta que ha participado en los contextos menos complicados. Cada vez más acertado con balón, necesita sobre todo progresar su posicionamiento sin el mismo. En cualquier caso, cabe pensar que es cuestión de tiempo que su adaptación sea un hecho y que, cada día que pasa, una eventual baja de Busquets sería algo menos traumática.
Tello. 5 partidos (0 titular), 116 minutos, 1 gol, 1 asistencia. A excepción del plácido duelo ante el Getafe y de su trascendencia en la remontada al Sevilla, ha salido demasiado tarde para cambiar nada. Es un recurso muy a tener en cuenta dado que aporta soluciones únicas, pero para ser decisivo necesita más minutos.
Adriano. 3 partidos (2 titular), 97 minutos, 1 asistencia. Las lesiones han vuelto a cebarse con él. Hasta el punto de que no solo le han privado de disputar la titularidad, sino también de ser una pieza importante en las rotaciones.
Pinto. 1 partido (1 titular), 90 minutos, 3 goles encajados. Nada pudo hacer para evitar los tantos madridistas en la noche en la que se mostraron absolutamente acertados de cara a puerta, más allá de repeler meritoriamente el disparo de Di María con la mala suerte de que el rechace fuera a parar a Cristiano.
Montoya. 1 partido (1 titular), 90 minutos. Solo dispuso de un partido para volver a demostrar que está capacitado para responder ante cualquier exigencia. Cumplió pese a jugar en su lado antinatural.
Sin jugar por decisión técnica: Bartra y Dos Santos. Es lógico que, a estas alturas de la temporada, participen un máximo de 20 jugadores. No obstante, muy probablemente Marc mejoraría el rendimiento del actual Mascherano.
Sin jugar por enfermedad: Abidal.
– Alineación que conformarían los once hombres más utilizados en febrero:
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