De más a menos minutos disputados en los 6 encuentros celebrados en el mes de diciembre:
Messi. 6 partidos (5 titular), 479 minutos, 9 goles. Un gran susto y lo más cercano a la perfección siempre que esta no exista. Así puede definirse el mes de Leo, quien, más allá de alguna pérdida en zonas de riesgo, ha contado sus actuaciones por exhibiciones, tanto en la faceta goleadora como en la aportación al juego colectivo.
Piqué. 6 partidos (5 titular), 475 minutos, 1 gol. No es casualidad que la mejora del equipo en todas las facetas haya coincidido con su retorno y posterior asentamiento. Olvidada ya la fatídica pasada temporada, se encuentra a un nivel muy alto. Tal vez nunca vuelva a ser el Piqué de hace 3 ó 4 años por la pérdida de velocidad y agilidad. Sin embargo, ello no significa que vaya a ser peor, pues su jerarquía, concentración y capacidad de liderazgo dan la sensación de estar creciendo.
Xavi. 5 partidos (5 titular), 450 minutos, 1 gol, 1 asistencia. Una actuación discreta frente al Atlético de Madrid es la única pega que se le puede poner. Su peso en las inmediaciones del área es muy elevado gracias a que en el Barcelona dispone de mucha gente a la que asistir en las proximidades, así como de quien le desbroce el camino. Aunque tal vez algo menos que en otras épocas, en la base de la jugada también sigue pesando. Más que merecida su renovación, tal vez incluso en cuanto a longitud, pues no se avista fin a sus días de gloria.
Jordi Alba. 5 partidos (5 titular), 450 minutos, 2 asistencias. En general, hemos visto una versión menos ofensiva del catalán, algo lógico teniendo en cuenta la configuración del equipo. Claro que ello no ha sido óbice para cuajar grandes actuaciones, pues sus apariciones en ataque, aunque menores, han sido demoledoras y su mejora en las labores defensivas, una constante, aunque sufrió como nunca (o casi) frente al bético Campbell.
Valdés. 4 partidos (4 titular), 360 minutos, 3 goles encajados. El hecho de que en el partido de Champions la clasificación ya estuviera resuelta le ha restado participación. Además, no ha tenido que intervenir en demasía en ninguna de sus actuaciones, a excepción de la del Villamarín, partido en el que cometió algún error insuficiente para dejar de afirmar que su nivel actual es alto.
Busquets. 4 partidos (4 titular), 344 minutos, 1 gol, 1 asistencia. Sencillamente sublime. En trascendencia en el juego, nivel en un papel específico y regularidad ya sólo le supera Messi. Como dijera Pepe Mel, su evolución es una constante. Ello habiéndolo ganado todo como titular a los 24 años. Asusta pensar adónde puede llegar este jugador.
Mascherano. 4 partidos (3 titular), 315 minutos. Se encuentra en un punto intermedio entre el sublime Jefesito de la pasada temporada y la sombra de sí mismo que contemplamos al inicio de la actual. Recientemente hemos visto los contextos en los que más a gusto y más incómodo se siente, respectivamente: Athletic y Betis.
Adriano. 4 partidos (4 titular), 312 minutos, 2 goles. Más allá de su sorprendente aportación goleadora, se encuentra en un momento excelso. Asentado en el lateral derecho en el que antaño se sintiera más incómodo, es un bastión en la transición defensiva y aporta en cualquier tipo de ataque. Ha hecho de la mesura en sus acciones explosivas –lo que era imprescindible por las lesiones– una virtud, lo cual conforma uno de los reaprendizajes más notorios que se han visto en los últimos años en Can Barça. A día de hoy es, con justicia, titular indiscutible.
Pedro. 5 partidos (5 titular), 306 minutos. Ya no tiene tantas ocasiones como solía, por cuestiones tácticas, eso es un hecho. No obstante, está fallando algunas que hace un par de años se habrían contado por goles. Claro que con las palizas que se mete, de una utilidad impagable para el equipo, la exigencia de frescura en la definición puede ser desproporcionada.
Thiago. 6 partidos (3 titular), 303 minutos. Por fin las lesiones le han dejado exhibir uno de los gestos técnicos más exquisitos del mundo del fútbol. Su rendimiento ha sido bueno a secas, pues no ha desentonado en un centro del campo de semejante nivel, pero tampoco ha logrado ser diferencial en ninguna de sus actuaciones pese a ir sobrado de cualidades para ello. Claro que tiene 21 años y la confianza total de los técnicos, como refleja su enorme participación, para acabar de serlo.
Iniesta. 4 partidos (3 titular), 260 minutos, 5 asistencias. El recuerdo de sus fatídicas lesiones musculares en fechas cercanas a esta ha provocado que se le haya dosificado especialmente. Pese a ello, el nivel de sus actuaciones ha sido muy elevado, como por una vez reflejan las estadísticas.
Alexis. 4 partidos (2 titular), 255 minutos, 2 asistencias. Su partido contra el Betis fue la mejor muestra de las dos caras de la moneda sobre su rendimiento. En los siguientes, la positiva se ha mantenido, mientras que la negativa ha mejorado considerablemente. Hasta el punto que, si el día en que le correspondía disponer más ocasiones de gol no hubiera tenido enfrente a Rukavina, la prensa estaría hablando de una transformación.
Puyol. 3 partidos (3 titular), 225 minutos, 1 asistencia. Su nivel es bueno, siempre cumple. No volverá a ser el gran Puyol, sin que ello signifique que, bien dosificado, pueda ser un central de primer nivel apto para los duelos más exigentes. Su renovación hace justicia a sus méritos, de los cuales el más grande es su comportamiento como capitán. Como hombre de club que simplemente se irá cuando no esté a la altura, pese a que podría seguir ganando una fortuna en el Barcelona cuando ya no lo esté.
Villa. 4 partidos (2 titular), 198 minutos, 1 asistencia. Mes especialmente duro para el Guaje, en el que ha quedado confirmado que está por detrás de Alexis para el cuerpo técnico. No porque uno u otro sea mejor, sino porque para la específica función oscura que se encomienda a los extremos culés el chileno está mucho más capacitado. Tal vez afectado por ello, David ha mostrado su peor nivel en lo que va de temporada. Necesario será que se recupere, pues el hecho de no ser titular indiscutible no significa que no tenga encomendado un papel destacado en el equipo.
Song. 3 partidos (2 titular), 196 minutos. Su evolución es constante pero extremadamente lenta. Si el Barça es el equipo que requiere de una más compleja adaptación por la particularidad de su estilo de juego, la posición de mediocentro se lleva la palma. Por ello, paciencia. Paciencia y evitar las comparaciones con uno de los mejores jugadores del mundo, con quien comparte club y demarcación.
Pinto. 2 partido (2 titular), 180 minutos, ningún gol encajado. Meritorio haber mantenido la portería a cero, especialmente contra el Benfica. En cambio, su juego de pies ha sido peor de lo que acostumbra y más semejante al que se le presupone. Pese a ello, sigue siendo el portero suplente perfecto para el Barça –en el campo rinde y en el vestuario suma como el que más, lo que es un mérito y no lo contrario-. Merecida su renovación.
Dani Alves. 3 partidos (2 titular), 173 minutos. Por más que su calidad pueda ser diferencial, como por momentos lo fue frente al Valladolid, actuaciones como pasar atrás estando solo frente al portero en ese mismo encuentro definen el jugador en el que se ha convertido. Alguien a quien su falta de intensidad y concentración lleva a que un jugador de Segunda le haga un traje pese a tenerlo todo para seguir siendo el número uno en su puesto, como lo fue durante tanto tiempo. Si hay alguien que no tiene sitio en el equipo, es él.
Montoya. 2 partidos (1 titular), 120 minutos. El retorno de los laterales brasileños le ha restado participación, lo que tampoco es problemático pues la elevadísima presencia que tuvo en algunas fases de la temporada debe esperar, de acuerdo con la planificación realizada para jugadores recién ascendidos del filial. Dicho esto, ahora mismo no hay nada que haga pensar que vaya a dejar de tener sitio en la plantilla en los próximos 10 años, ya sea más o menos importante su rol.
Cesc. 2 partidos (2 titular), 99 minutos, 1 gol, 1 asistencia. Una exhibición frente al Athletic y una lesión ante el Betis definen su mes. Ha tenido la fortuna de que el tiempo de recuperación de esta abarcara las dos semanas de vacaciones, por lo que se perderá menos partidos.
Sergi Roberto. 1 partido (1 titular), 90 minutos. Le tocó disputar un encuentro complicado en el que no estuvo especialmente acertado. Teniendo en cuenta su relativo estancamiento en el filial y que nada hace pensar en un adiós a corto plazo de Xavi, el más veterano de los cuatros interiores, la opción de crecer en otros clubes podría ser la idónea para ser importante algún día en el Camp Nou.
Planas: 1 partido (1 titular), 90 minutos. Ola John le superó por completo, mostrando que, ni en defensa, su mejor faceta, se halla a un nivel cercano al exigido en el primer equipo.
Tello. 3 partidos (1 titular), 85 minutos, 1 gol. De menos a más en el único encuentro que disputó en su mayoría. Su gol saliendo en el descuento frente al Valladolid recuerda el peso que puede tener en los minutos finales frente a defensas fatigadas.
Rafinha: 1 partido (1 titular), 57 minutos. Dejó buenas sensaciones contra el Benfica, siendo especialmente llamativo su descomunal trabajo defensivo en una posición central tan avanzada. Es uno de los elegidos, mas aún le queda un largo trecho.
Deulofeu. 1 partido, 12 minutos. El pichichi de Segunda mostró que le sobra personalidad. Con el estadio entero temblando por la posible lesión de Messi, cogió el balón y a punto estuvo de firmar un gol que habría sido antológico.
Sin jugar por decisión técnica: Bartra y Jonathan Dos Santos. El primero no participó por hallarse lesionado en los encuentros en los que habría participado. El segundo porque, salvo hecatombe en forma de lesiones, no cuenta.
Sin jugar por lesión: Abidal, Muniesa y Cuenca.
Alineación que conformarían los once hombres más utilizados en noviembre:
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