Ese día, la extinta República Democrática de Alemania jugó el primer partido de un Mundial. Y no fue cualquier Mundial. Se trataba del organizado por la otra Alemania: su vecina la RFA. Lo fuerte del caso es que la RDA acabaría el grupo por delante de la anfitriona, con la que coincidió en el mismo grupo, y que como seguro ya saben acabó ganando la final a los Países Bajos de Johan Cruyff. Aquel día del debut histórico en Hamburgo consiguieron una victoria frente a Australia que, por cierto, también debutaba entonces en un Mundial. Curiosamente, Chile también competía en ese grupo y consiguió un 0-0 unos días después ante los australianos, en el único precedente mundialista entre ambos países, jugado en Berlín (ambas selecciones están en el grupo de España del Mundial de Brasil). Fue en esa última jornada de la ronda de grupos donde se acabó de materializar la sorpresa de la Alemania comunista con una victoria por 1-0 ante los anfitriones que les situaba como campeones de grupo.
* Dave Bridge.
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