"El modelo de juego es tan fuerte como el más débil de sus eslabones". Fran Cervera
Mundial 2014 Calificación / Fútbol / Selecciones
Convengamos que hay muchos caminos para ganar, inclusive se puede ganar hasta por accidente o error. La cuestión pasa por la elección que realizas y acorde a eso te ajustas a tu decisión, la avalas y ante todo la respetas. Y el mejor modo de respetar algo es manteniendo su identidad aún cuando en algún partido tu idea no funcionó como lo esperabas. Es justamente ahí donde los equipos sólidos mentalmente se separan de los endebles, de los que no lo son. ¿Por qué Ecuador ha clasificado a dos de los últimos tres Mundiales? ¿Por qué va rumbo a llegar a su tercera edición? Hay varios focos de reflexión.
Vale decir que señalo esto ya que Ecuador nunca antes había calificado a un Mundial y crecí comprendiendo que quizás nunca podría ver a la selección de mi país disputar un evento mundialista. Recién el 2002 llegó a su primera edición, reeditado esto el 2006 y quedó muy cerca de llegar a la cita de Sudáfrica 2010. ¿Cómo se dio esto? ¿Que cambió? Se pasó de una mentalidad débil a una mente más fuerte, más cerca de la convicción del poder que de la imposibilidad. Mérito en esto tiene Dussan Draskovic sentando una base humana sobre la cual trabajar y cerrando el círculo de progreso y éxito está la mano colombiana. Maturana en lo técnico, Gómez en lo motivacional y anímico, Suárez reafirmando ambas cosas y ahora Rueda con una nómina fuerte y alentando las mejores armas ofensivas de Ecuador. De por medio estuvo el trabajo del ecuatoriano Sixto Vizuete, con virtudes y defectos que lo dejaron muy cerca de sellar el pase hacia Sudáfrica.
¿En qué consistió esta idea de Ecuador? Simple: acudió a la pelota, a tenerla, a saber administrarla. Usar la calidad técnica de sus jugadores para conocer los caminos adecuados. Hizo de Quito y del estadio Atahualpa un fuerte casi inexpugnable, teniendo como plus el tema de la altura, sus 2.800 metros sobre el nivel del mar. Vale destacar esto como aspecto complementario, nunca como base, ya que si la altura de por sí ganara los partidos, Bolivia y La Paz, con sus 3.600 metros sobre el nivel del mar, le asegurarían un cupo a los bolivianos en cada cita y lo cierto es que su último Mundial fue el de 1994 y conseguido con una generación formidable de ellos, liderada por Etcheverry. Primero el fútbol, luego cualquier plus.
Uno de los aspectos más agradables de ver jugar a Ecuador es su sentido de posesión. Nunca apurado, sabiendo cuándo acelerar y desacelerar, juego interno y externo claro, con Montero y Valencia como dos armas letales que saben a la perfección cuándo manejar la diagonal o el desborde vertical, con un Noboa que regula la tenencia y le da el ritmo de manejo a Ecuador y ante todo un posicionamiento colectivo que le permite desarrollar de mejor forma estas ideas base que tiene en su perfil futbolístico. En punta con Benítez y Caicedo que conocen de gran forma cuándo entrar y salir de la zona sin superponerse, gran juego de espaldas al arco sobre todo de Felipe Caicedo, cómo descargar e ir al espacio adecuado que la jugada pide. Los mejores cuadros se constituyen desde la fe y convicción en tu creencia, en lo que te ha funcionado y el sello que te caracteriza. Alguna vez lo dijo Guardiola: “El Barca puede perder mañana pero definitivamente se sabe a qué juega y siempre respeta eso”. Ecuador va segundo en esta dura y pareja eliminatoria, y las razones son por demás válidas. Los invito a verlo jugar y a que saquen sus conclusiones.
* David Aguirre.
– Foto: EFE
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