"Volved a emprender veinte veces vuestra obra, pulidla sin cesar y volvedla a pulir". Nicolás Boileau
“De vez en cuando, también pierden. O porque la transición ataque-defensa, de tenerla o no tenerla, era un visto y no visto, y ahora a lo mejor es más lenta. O porque no está Eto’o. ¡O qué sé yo por qué pierden! Pero pierden”.
Pep Guardiola (El País, 02/03/2007)
Pep Guardiola confesó que no conocía las causas que provocan que un equipo con Xavi Hernández, Andrés Iniesta, Leo Messi, Ronaldinho y entrenado por Frank Rijkaard pudiera encajar una serie de derrotas consecutivas. Probablemente lo sospechaba, pero no lo sabía a ciencia cierta.
Ahora, seis años más tarde, el mismo equipo vuelve a tener una racha de partidos negativos, con tres derrotas importantes y por lo que he podido ver y leer, muchos saben la causa: que si la fatiga física –no cognitiva–, mal rendimiento defensivo –culpando a la línea defensiva, no a todo el equipo–, que si Leo Messi va caminando –¿por qué y hacia donde ha de correr?– y muchas más.
Yo, sinceramente, desconozco las causas –en plural–, pero puedo comentaros dos aspectos que sucedieron en el encuentro de ida de los octavos de final de la Champions League de los que se ha hablado poco o nada y son mucho más concretos y trascendentales que la fatiga física, el mal rendimiento defensivo o los metros que se hace Leo Messi andando.
El lateral brasileño es un jugador que destaca por su potencia física, no por su habilidad para el regate, por tanto es un jugador útil cuando llega, cuando sorprende llegando desde atrás, nunca con un pase al pie en estático. En San Siro, su aportación ofensiva fue positiva cuando el que le daba el pase –normalmente Andrés Iniesta– estaba situado a la izquierda del campo, ya que con la defensa basculada a esa zona, Dani Alves podía sorprender rompiendo por la derecha a la espalda del lateral izquierdo, Kevin Constant.
El problema que encuentra Dani Alves es que el secreto de buscar la espalda del último jugador no sólo la conoce él, así pues los contraataques del AC Milan buscan precisamente esa zona. Cuando el equipo de Massimiliano Allegri recupera el balón y se da cuenta que tanto Jordi Alba como Dani Alves se han incorporado al ataque y les va a costar regresar, sabe que el balón tiene que ir a la zona que más les va a costar cubrir: sus espaldas. Así, la mayoría de contraataques lanzados por Riccardo Montolivo, el mediocentro, eran a espalda del lateral derecho culé.
Cuando el F. C.Barcelona encaja una serie de derrotas se suele culpar al de Rosario de estar excesivamente estático en la creación de juego. Lo cierto es que es muy difícil hacer algún sprint con cierto sentido cuando hay tampoco espacio de juego como el que propone la defensa del AC Milan.
La dificultad que tiene Leo Messi para entrar en juego crece cuando tiene a un defensor, Philippe Mexès, que le persigue allá donde va, ya que cuando va a recibir el balón tiene el marcaje del central más el jugador que está en esa zona. Desconectar a Leo Messi del juego no es bueno para el equipo blaugrana, pero es aún peor que el equipo no se adapte a esa situación. Si Mexès sigue al diez del Barça hasta el centro del campo o hasta la línea de banda, significa que en algún momento hay un espacio aprovechable en la línea defensiva. Sin embargo, asusta a Mexès moviéndose a su espalda cuando éste sale de la línea defensiva.
* Guillermo Sanz.
– Foto: AFP
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