A simple vista parecería uno más, pero demasiados síntomas hacen pensar que hay un gran entrenador tras esa mirada fría. Su futura magnitud como técnico empieza en su exuberante personalidad como jugador. Ni siquiera sucumbió al estigma del penalti dolorosamente errado, sino que superó todas las barreras con estoicismo y pocas muecas. Valladolid está siendo ejemplo y laboratorio donde este Djukic vestido de banquillo ha dado un nuevo paso en su inexorable camino hacia el triunfo. He ahí a un hombre predestinado a ser un entrenador de categoría.
Y, además, a no tardar. Diego Tejerina profundiza en el recorrido futbolístico de Djukic, con el jugador apuntando ya las maneras de lo que sería más adelante el entrenador. Puede leer el informe en la Revista nº 3 del Club Perarnau.
©2024 Blog fútbol. Blog deporte | Análisis deportivo. Análisis fútbol
Aviso legal