Novak Djokovic y Juan Martín del Potro dieron un recital de buen tenis durante la final del Master 1000 de Shanghái. Solo un hombre como el serbio fue capaz de domar a la bestia argentina, que demostró ser uno de los mejores jugadores del mundo cuando saca a pasear su potente golpe de derechas. Tras su victoria de la semana pasada en la pista dura de Tokio, el tenista argentino presentó su candidatura a la Copa de Maestros (ya está matemáticamente clasificado) y sacó sus garras para alcanzar la final, dejando en la cuneta, entre otros, a Rafa Nadal. Pero nada pudo hacer contra Djokovic, el jugador que llega a este tramo final de la temporada mejor que sus rivales.
Sobre la pista dura de Shanghái, donde cada año los espectadores disfrutan del tenis llenando el estadio, un jugador al que perder el número uno no le ha sentado nada mal (para que Nadal mantenga la primera posición de la clasificación ATP antes de la Copa de Maestros, tiene que sumar, como poco, 590 puntos entre Basilea y París) y la torre de Tandil. Nole volvió a demostrar en la ciudad más poblada de China el idilio que vive con este país, en donde la semana pasada ya se hizo con el título en Pekín.
Fue una final en la que Del Potro comenzó completamente fuera del partido. Después del recital que dio el sábado ante Nadal (empezó rompiendo dos veces consecutivas el saque del balear), el argentino vio cómo Djokovic le comía la tostada en la primera manga e incluso disponía de dos bolas para endosarle un rosco en el marcador. Finalmente, el gigante argentino ganó un juego en el primer set (6-1). El segundo fue completamente diferente. Del Potro tomó las riendas del partido y se empezaron a ver actitudes un tanto extrañas por parte del tenista serbio. El argentino sacó a pasear su derecha y la acompañó de un poderoso revés. De este modo recuperó las sensaciones que tuvo en semifinales y se llevó el segundo set. La tercera manga fue un auténtico recital de buen tenis por parte ambos. Sin duda alguna, los espectadores vivieron uno de los mejores sets del año. Con 3-2 a favor del serbio, Del Potro salvó dos bolas de rotura gracias a su poderosa derecha. Djokovic, impotente, golpeaba uno de los relojes de pista. No se podía creer lo que estaba ocurriendo; la bestia Del Potro había recuperado el nivel mostrado en 2009, cuando fue campeón del US Open. Con 5-4 y 15-40 a favor de Nole, el argentino volvió a hacer de las suyas para empatar el partido y llevarlo hasta el tie-break definitivo. Allí, el argentino, que sigue sin sumar a su palmarés un título de Master 1000, sucumbió ante el jugador más en forma del momento.
Por su parte, Nadal llega a este tramo final de la temporada un poco pasado. Pese a haberse perdido el tramo inicial del año, la parte media de la temporada que ha realizado el español ha sido increíble, pero tanta carga de partidos empieza a pesar en las piernas del de Manacor. La derrota en semifinales ante Del Potro, en donde no pudo hacer nada ante, probablemente, la mejor derecha del circuito, fue la segunda del año en una ronda que no es la final (en Wimbledon perdió en primera ronda).
En el mismo escenario en el que Djokovic y Del Potro se enfrentaron, se disputó la final del dobles. El tenis español está de enhorabuena, ya que cuando Nadal o Ferrer no son capaces de alcanzar la final, son otros los que sí lo logran. En esta ocasión, Verdasco y Marrero continuaron con el buen juego mostrado durante toda la temporada y alcanzaron la final, aunque no pudieron derrotar a la pareja formada por Melo y Dodig. Fue una final tremendamente igualada que se decidió en el Super Tie-Break. La primera manga se la llevaron Melo y Dodig (7-6), mientras que en el segundo set se repitió el resultado, aunque esta vez a favor de los españoles. El partido se fue al Super Tie-Break (un set en el que gana el primero en alcanzar diez puntos siempre que aventaje en más de un punto al rival), en donde Marrero y Verdasco no pudieron hacer nada. Este gran resultado de la pareja formada por Verdasco y Marrero, sumado a la victoria lograda este mismo año en San Petersburgo, les acerca a la Copa de Maestros, en donde es posible que este año haya dos parejas españolas (Granollers y López son la tercera mejor pareja del mundo). Carlos Moyá tendrá que decidir cuál es la pareja que jugará las eliminatorias de la Copa Davis.
Por otra parte, la canaria Carla Suárez llegó a semifinales del torneo de la WTA de Linz (Austria). En esa ronda perdió ante la alemana Kerber (6-2 y 6-0). Hubiera sido la tercer final del año para la tenista española. En la final, la tenista alemana derrotó a la serbia Ana Ivanovic.
Después de un año en el que Roger Federer no acumula más que decepciones, el maestro suizo ha decidido poner fin a la relación que le unía desde hace más de tres años con su entrenador, Paul Annacone. En su página web, Federer ha dicho que dos de los objetivos con los que iniciaba la relación en 2010 se han cumplido: regresar al número uno y ganar un Grand Slam. Sin embargo, la situación ha cambiado: “Ha llegado el momento de iniciar un nuevo capítulo en la vida profesional de ambos. Espero que sigamos siendo amigos”. Inmediatamente después, el entrenador con más Grand Slams tras Toni Nadal (nueve con Sampras y uno con Roger) le daba las gracias a Federer y a su equipo.
* Karel López.
– Fotos: AP – RTVE
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