Diego López: el muro lucense

por MARCOS CASTRO el 16 abril, 2013 • 12:39

«Si el Real Madrid me ha fichado es porque confía en mis cualidades”. Esta frase pronunciada por Diego López el día de su presentación dejaba entrever que el conjunto blanco conseguía con su fichaje un guardameta con experiencia a un coste bajo (4 millones de euros), conocedor del club gracias a su paso hace más de un lustro y con las capacidades suficientes para aguantar la presión de una portería tan exigente. Su falta de oportunidades en Sevilla le abrió las puertas de par en par de una entidad en la que había soñado triunfar desde pequeño.

Conviene resaltar que para analizar la figura de Diego López es necesario observarla desde diversos ámbitos para llegar a tener un concepto global sobre el juego del portero blanco y determinar de esta forma cuáles son sus puntos fuertes y al mismo tiempo sus posibles áreas de mejora.

Disponer de unas buenas condiciones físicas como el resto de futbolistas de campo es un requisito indispensable para hacer frente a un papel tan difícil y particular como el de portero. Su figura se sostiene en los casi dos metros de altura, rasgo fundamental que le permite dominar sin problemas el juego aéreo. Su gran presencia física no le imposibilita ser un cancerbero ágil, potente y con una excelente velocidad de reacción.

En el análisis del juego del portero se pueden diferenciar dos fases: ataque y defensa. Dichas fases están determinadas por el hecho de que el equipo tenga o no la posesión del balón.

ATAQUE

Juego con los pies. Diego López no es un especialista en esta faceta. Se ha de tener en cuenta que el juego con los pies es una técnica que requiere mucha dedicación y esfuerzo. Si el portero es capaz de dominar este tipo de situaciones puede ofrecer a su equipo salidas nítidas de balón y así conseguir un juego constructivo desde las primeras líneas participando de esta forma en tareas más globales y de organización del juego. Su pierna buena es la derecha y cuando lo hace con la pierna izquierda no se encuentra tan cómodo. En este sentido, podría aportar más soluciones al equipo en este apartado del juego.

Saque de puerta. Los lanzamientos con el pie son potentes y su fuerte golpeo con el empeine permite que el balón llegue sin problemas a la zona de defensa del equipo rival.

Pases. En este caso se incluyen los pases que se hace tanto con las manos como con los pies. En el primero de ellos presenta una técnica ya depurada debido a sus buenos movimientos y amplitud de brazos. Este recurso lo utiliza bastante ya que el equipo acostumbra a salir con mucha rapidez y verticalidad desde fase defensiva. En cambio, con los pies, en pases cortos no destaca en ninguno de los dos sentidos y en los desplazamientos largos le falta aún conseguir una mayor precisión para que su compañero reciba el balón en condiciones favorables ante el defensa rival.

DEFENSA

Durante los últimos años se ha producido un aumento de las intervenciones de los porteros en la fase ofensiva del juego. Sin embargo, no hay que olvidar que su objetivo principal es ser un jugador defensivo que evite que el rival no consiga marcar. A continuación se analizan diferentes acciones defensivas para determinar el grado de desarrollo que posee en cada una de ellas:

Posición. La colocación del portero es un factor determinante en la calidad técnica y táctica del mismo. En muy pocas ocasiones se puede ver a Diego López mal colocado bajo los palos cuando el delantero tiene posibilidades de rematar. Pese a tener una gran envergadura, su potencia de salto y agilidad le permiten llegar de forma rápida a cualquier punto de la portería volviendo después a su posición natural. Su situación en el terreno de juego le sirve, además, para ordenar y dirigir la defensa, ya que tiene un campo de visión muy amplio que le permite prever los ataques rivales anticipándose a ellos.

Desplazamientos. Preceden a la gran mayoría de de acciones que realiza el portero y son básicas para una buena colocación. Diego López posee una buena técnica en este aspecto y sus decisiones para saber dónde y cómo moverse le permiten, después, afrontar en las mejores condiciones posibles la acción posterior a realizar.

Uno contra uno. Utiliza su estupendo físico para cerrar al máximo el ángulo de tiro al rival, minimizando las opciones de remate y lo hace de una forma rápida y decidida. Cuando lo ejecuta presenta las siguientes características técnicas que le hacen dominar este tipo de jugadas: cabeza estable y erguida con la vista dirigida al balón, brazos abiertos y separados, ocupando así el mayor espacio posible para cerrar espacios, manos con las palmas dirigidas hacia el balón y piernas bien flexionadas.

Estiradas. En este concepto se engloban todas las acciones técnicas que el portero realiza con el objetivo de blocar, desviar o prolongar el balón. Como se ha comentando anteriormente, su capacidad física le permite, a través de saltos laterales, llegar a diversos puntos de la portería sin excesivos problemas. A pesar de la altura que tiene, Diego López hace gala de unos reflejos felinos que le ayudan a detener o despejar los disparos de los delanteros rivales, especialmente los dirigidos a media altura. Además, tampoco tiene problemas en tiros rasos y bien colocados. El mayor ejemplo de este tipo de acciones defensivas las vimos en la eliminatoria de octavos de final de la Champions League ante el Manchester United, especialmente en el partido de vuelta en Old Trafford.

Despejes. Entre los despejes más comunes (puños, pies y cabeza), el que suele utilizar en mayor grado es el de puños. Como el juego por alto es una de sus mayores virtudes, el portero blanco utiliza esta técnica para alejar el peligro de su área desviando así el esférico a una distancia prudencial, ya sea en acciones del juego creadas a través de lanzamientos de falta o de saques de esquina. Demuestra una excelente coordinación en el aire, hecho que no es nada fácil. En relación al despeje con los pies, más que la capacidad técnica a utilizar es más importante que mejore su anticipación ante la llegada del atacante, saliendo fuera del área grande.

Juego aéreo. Con los problemas que suele tener el Real Madrid en esta faceta del juego, es muy positivo que cuente con un guardameta que se defienda muy bien en jugadas a balón parado. Su gran estatura, unida a las dotes de mando dentro del área, le ayuda a elegir el momento adecuado para salir a por el balón, minimizando así las salidas en falso. Estas acciones ofrecen a su línea defensiva importantes dosis de seguridad y confianza.

Finalmente, en el aspecto psicológico, Diego López posee una alta capacidad de atención y de concentración a lo largo de los partidos, condiciones que son esenciales para competir al más alto nivel. Este tipo de recursos son necesarios para poder superar adversidades y frustraciones durante el transcurso de un partido. Su experiencia y liderazgo bajo palos le ayudan a mantener su rendimiento a pesar de las circunstancias cambiantes que se puedan originar.

* Marcos Castro.

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– Fotos: EFE