Éxito del Mundial Budapest’13. El primero con las nuevas reglas, que ayudan, y mucho, a la comprensión de los combates y aportan espectacularidad, y el primero tras el mantenimiento de este deporte en el programa olímpico al menos hasta 2024.
Irán lideró el medallero gracias a cuatro títulos (dos en libre y dos en grecorromana). Es la primera vez que este país asiático encabeza el medallero conjunto (aunque el evento se realiza con las tres modalidades en una misma sede desde 2005). Lo que no cambió fue que Rusia fuera el país con más medallas, ya que ha pasado siempre desde su independencia (con la excepción de los mundiales exclusivamente de lucha libre femenina que se celebran en años olímpicos).
55 Kilos (Peso gallo)
El iraní Hassan Rahimi derrotó en la final al indio Amit Kumar para dar a su país el primer oro en este peso desde 1998, cuando Alireza Dabir venció en Teherán (Irán). Kumar igualó el mejor resultado de un indio en esta categoría: la plata de Bishamber Singh en Nueva Delhi’67.
60 Kilos (Peso pluma)
La ausencia del tricampeón ruso Besik Kudukhov fue aprovechada por su compatriota Bekkhan Goigereev para mantener el título en el país. Es la segunda vez que un mismo país gana cinco oros seguidos en esta categoría, tras conseguirlo Estados Unidos entre 1987 y 1993.
66 Kilos (Peso ligero)
Prueba maldita para los cubanos, que han disputado cuatro finales perdiéndolas todas. En esta ocasión el damnificado fue Liván López, que perdió ante David Safaryan, el primer campeón armenio en este peso desde Arayik Gevorgyan en 1998.
74 Kilos (Peso welter)
Jordan Burroughs se mantiene invicto en su carrera. El estadounidense ha ganado sus 65 combates a nivel absoluto, consiguiendo por el camino dos oros mundiales y uno olímpico. Es el segundo hombre de su país que logra ganar dos oros seguidos en este peso, tras Leroy Kemp, campeón en 1978 y 1979.
84 Kilos (Peso medio)
Ibragim Aldatov, campeón hace siete años en el peso inmediatamente inferior, volvió a proclamarse campeón mundial para dar a Ucrania su primer título en el peso medio.
Hungría regresó al podio de la prueba 34 años después del oro de István Kovács en San Diego (Estados Unidos) gracias al bronce de István Veréb.
96 Kilos (Peso pesado)
Reza Yazdani repitió su título de Estambul’11. Es la primera vez que un iraní gana dos oros consecutivos en una misma categoría desde 1995, cuando Rasoul Khadem revalidó en Atlanta su título del peso semipesado (90 Kilos) logrado el año anterior en Estambul.
120 Kilos (Peso superpesado)
Khadzhimurat Gatsalov, aburrido de arrasar en el peso pesado donde consiguió cuatro oros y una plata entre 2005 y 2010, dio el salto al máximo peso y también fue capaz de hacerse con el título. Solo otro campeón mundial del superpesado había sido oro en la categoría inferior: Aslan Khadartsev, campeón del pesado en 1983 y 1986 y del superpesado en 1987.
51 Kilos (Peso gallo)
En apenas 44 segundos, Yanan Sun, subcampeona el año pasado, venció por superioridad a la mongola Erdenechimeg y se convirtió en la primera mujer china en proclamarse campeona del mundo en esta categoría.
55 Kilos femenino (Peso ligero)
Saori Yoshida sigue imbatida en campeonatos del mundo. La japonesa ha participado en quince ediciones (dos cadetes, dos júnior y once en categoría absoluta) cosechando quince oros. Su undécima medalla (y undécimo título) la mantiene al frente de ambos récords históricos de los mundiales de lucha (libre o grecorromana, masculino o femenino).
59 Kilos (Peso welter)
La luchadora local Marianna Sastin hizo historia para su país al conseguir el primer título mundial femenino de lucha de Hungría. En la final tuvo que derrotar a Taybe Yusein, que dio a Bulgaria su primera medalla en este peso.
63 Kilos (Peso medio)
Kaori Icho regresó a la competición internacional más de un año después de su título olímpico y prolongó su increíble racha. La japonesa se hizo con su octavo título mundial (todos en peso medio pero no consecutivos) y acumula 79 victorias seguidas. Su última derrota, en el 2007, fue por incomparecencia en los cuartos de final del campeonato de Asia, así que dentro del círculo nadie le gana desde 2003 y suma 160 combates seguidos venciendo.
67 Kilos (Peso semipesado)
Doblete para la ucraniana Alina Stadnik, que al título europeo de la pasada primavera suma el oro mundial. Solo otra ucraniana había vencido en este peso: Kateryna Burmistrova (2002).
72 Kilos (Peso pesado)
Rusia volvió a quedarse a las puertas de la gloria. Natalia Vorobieva no pudo derrotar en la final a la china Fengliu Zhang y el país europeo perdió su tercera final en este peso (1994, 2011 y 2013). Ningún otro país tiene tantas finales y ningún oro en esta categoría.
55 Kilos (Peso gallo)
El primer título en la modalidad de grecorromana se lo llevó, contra todo pronóstico, Corea del Norte. Y de una manera muy especial, batiendo en la final a un representante de Corea del Sur. Fue la segunda final en la historia de los mundiales de lucha que enfrentaba a estos dos países, y como ocurriera en los 48 Kilos estilo libre de 1987, se impuso el norcoreano. En esta ocasión el campeón fue Won-Chol Yun, que además dio a Corea del Norte su primer oro mundial en grecorromana.
66 Kilos (Peso ligero)
El surcoreano Han-Su Ryu dio la sorpresa derrotando en la final al antiguo campeón olímpico y mundial (en un peso inferior) Islambek Albiev para dar a Corea del Sur su primer título en esta categoría desde Atenas’99 (título de Sang-Pil Son). Uno de los bronces fue para Sandeep Tulsi, el primer medallista indio en la historia de los mundiales de grecorromana.
74 Kilos (Peso welter)
Corea del Sur logró otro oro de gran prestigio, en una categoría donde jamás lo había hecho. El héroe fue Hyeon-Woo Kim, y no solo por ganar, sino por derrotar en la final a Roman Vlasov, que llegaba a la misma como vigente campeón olímpico, mundial y europeo.
84 Kilos (Peso medio)
Final histórica en esta categoría, porque los países de los dos luchadores contendientes jamás habían ganado el oro en la misma. El triunfo final fue para el iraní Taleb Nematpour ante el azerbaiyano Saman Tahmasebi que, al menos, dio a Azerbaiyán su primera medalla en peso medio.
96 Kilos (Peso pesado)
Y algo muy similar a lo anterior estuvieron a punto de conseguir Armenia (con Artur Aleksanyan) y, de nuevo, Azerbaiyán (con Shalva Gadabadze), países que nunca se habían subido al podio de la prueba y que lograron un bronce. Pero ambos se encontraron en el camino con Nikita Melnikov, que dio a Rusia su primer triunfo en peso pesado desde el oro de Alexander Bezruchkin en Patras’01.
120 Kilos (Peso superpesado)
La prueba reina de la grecorromana cerró la competición. La destacada ausencia del tetracampeón mundial y bicampeón olímpico Mijaín López (el cubano está de año sabático) fue aprovechada por Amir Aliakbari para dar a Irán su primer título en este peso.
Y además…
Francia, tras haber sido dos veces subcampeón olímpico y otras tantas subcampeón continental, ganó el primer título de su historia, un EuroBasket de bajísima calidad que necesita disputarse cada cuatro años (como ocurrirá a partir de 2017) y tener menos equipos, algo inimaginable, para aumentar su nivel.
La clave del título francés, aparte de derrotar a España en la prórroga de las semifinales, fue el segundo cuarto de la final. En él, y con una participación testimonial de Tony Parker (máximo anotador y mejor jugador del torneo), anotó 31 puntos y abrió una brecha de casi 20 puntos insalvable para Lituania. Solo el mismo equipo báltico (36 puntos en el último período en el 2003) había anotado más en un mismo cuarto de la final.
España arrasó a Croacia en la lucha por el bronce y se hizo con su cuarta medalla consecutiva, algo que solo había conseguido la Unión Soviética (podio 20 veces seguidas) y Yugoslavia, antes (7) y después (4) de la guerra que dividió el país.
Al mundial, además de los cuatro semifinalistas, irán Eslovenia, Ucrania (que debutará) y Serbia. Se quedó fuera Italia, que por segunda vez se perderá dos mundiales seguidos, tras haber estado ausente en las tres primeras ediciones.
Otros que tendrán que esperar a la invitación para jugar la Copa del Mundo en España serán Rusia (21ª) y Turquía (17ª), tras haber realizado ambos el peor campeonato de Europa de su historia.
El campeonato alterna formato clásico (campeona ante desafiante) y cuadro de 64 participantes (idéntico a un torneo de tenis), y al Mundial 2013 le tocaba la primera opción. La campeona con el otro formato, Anna Ushenina, y la desafiante por liderar el ranking del Grand Prix, Yifan Hou (y también última campeona en la modalidad clásica), se enfrentaron por el título.
La clave del triunfo de la china estuvo en que ganó sus tres primeras partidas con negras, algo solo hecho por Olga Rubtsova en 1958 (pese a lo cual la soviética fue derrotada por su compatriota Bykova).
La superioridad de Hou fue tal que el campeonato terminó en siete partidas (récord histórico), la perdedora solo sumó 1,5 puntos (también récord, superando los dos puntos en once partidas de Bykova en 1962) y Yifan Hou volvió a terminar invicta, como en el 2011.
Antes de Hou, solo Nona Gaprindashvili (11 partidas en 1962) había ganado el mundial clásico sin perder ni una sola vez.
La competición tuvo su final en París y los títulos estuvieron muy repartidos. En arco compuesto vencieron Martin Damsbo (Dinamarca), Alejandra Usquiano (Colombia) y Francia por equipos mixtos; nunca antes Dinamarca y Colombia habían ganado una Copa del Mundo individual, y para Francia supuso el primer título de su historia.
En arco recurvo hubo triplete surcoreano al vencer la final masculina (con Oh), la femenina (con Yun) y la prueba por equipos mixtos. Es la primera vez que un mismo país gana todas las finales en arco recurvo (en arco compuesto Estados Unidos hizo pleno en 2011 y 2012).
Superioridad insultante de Sebastian Vettel en el gran premio urbano y nocturno de Singapur. Cuando a mitad de carrera salió el coche de seguridad parecía que podría haber emoción en la lucha por la victoria, pero Vettel empezó a sacar dos segundos por vuelta y completó un fin de semana perfecto: pole, victoria (con más de 32 segundos de ventaja sobre el inmediato perseguidor), vuelta rápida y siempre líder para conseguir una renta sobre Fernando Alonso de 60 puntos en la general.
El alemán logró el tercer Grand Chelem de su carrera (India’11, Japón’12 y Singapur’13), lo que le convirtie en el segundo piloto de la historia en lograr alguno durante tres temporadas seguidas, tras haberlo hecho Jim Clark durante cuatro consecutivas (1962-1965).
Colofón perfecto en el circuito americano. El sueco Henrik Stenson fue líder en solitario tras cada ronda del Tour Championship y acabó convirtiéndose en el primer europeo en ganar la FedEx Cup (creada en 2007). Es la segunda vez en la historia de los playoffs que un mismo jugador es líder en solitario tras los cuatro recorridos, cinco años después de hacerlo el colombiano Camilo Villegas en el BMW de 2008.
Emocionante final de la máxima competición de este deporte tradicional irlandés. Dublín anotó dos goles (que valen 3 puntos) en una final por primera vez desde 1985 y eso fue imposible de remontar para Mayo, pese a que en el descuento logró 2 puntos. El resultado final de 18-17 dio a Dublín su 24º título (solo Kerry tiene más: 36). Mayo se convirtió en el primer equipo que anota 17 o más puntos en la final y la pierde desde Meath en 1991 (cayó 19-17 ante Down), y prolonga su maldición porque, desde su último campeonato en 1951, ha perdido sus siete finales jugadas.
* David Fernández es estadístico.
– Foto: Tibor Illyes (AP/MTI)
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