Destinados a guiar a Ucrania
Ucrania, en estos últimos meses, no ha tenido mucho tiempo de preocuparse por otros temas que no estuvieran relacionados con su estabilidad política y social. El conflicto que vive el país tras el Euromaidán y la crisis de Crimea ha generado una inestabilidad social muy marcada. Al contrario de lo que pueda parecer, los medios de comunicación no reflejan ya la grave situación que el país europeo atraviesa, por lo que la sociedad recibe el mensaje de que al no aparecer en los medios no ocurre nada importante y la crisis ha pasado. Nada más lejos. Lo que sí es cierto es que la situación se ha calmado y la sociedad ucraniana tiene la posibilidad de distraerse mirando hacia otro lado. Una de las principales distracciones del país es el fútbol, que tras la crisis parece estar muy de moda.
Hace menos de un mes el FC Dnipro Dnipropetrovsk jugó la final de la UEFA Europa League, que no ganó por el gran papel de un Sevilla pletórico y un Carlos Bacca muy entonado. Pero Ucrania no solo es noticia por la actuación europea del equipo de Markevych, sino también por el gran papel que el Shakhtar Donetsk realizó en la UEFA Youth League (perdió la final contra el Chelsea). Terminadas ya casi todas las ligas de fútbol, llegó el momento de las selecciones, y este año sobre todo las selecciones inferiores. Ucrania fue uno de los equipos presentes en el Mundial sub-20 de Nueva Zelanda, donde perdió en octavos de final tras una desgraciada tanda de penaltis ante Senegal. Pero cuatro partidos han sido suficientes para admirar a dos estrelles emergentes en el fútbol europeo oriental. Hablamos de Artem Biesiedin y de Viktor Kovalenko.
Los dos pertenecen a la nueva hornada de jóvenes jugadores ucranianos que tratarán de llevar a su selección y equipos lo más lejos posible. Tanto Biesiedin como Kovalenko pertenecen a una generación de jugadores con raíces ucranianas puras. Es decir, la actual selección ucraniana de fútbol está compuesta por un gran número de jugadores que nacieron en la antigua Unión Soviética, mientras que la generación de jugadores presentes en la competición de Nueva Zelanda nació cuando Ucrania había conseguido la independencia del gigante soviético. Esto ha permitido que la selección de fútbol se haya convertido en un reflejo del país y en una forma de poder distraer a la gente de las principales preocupaciones de una sociedad muy inestable.
Artem Biesiedin pertenece al Dinamo de Kiev, pero esta última temporada ha jugado en el Metalist Kharkiv, donde ha jugado 9 partidos (482 minutos) y ha marcado un gol. Ocupa la demarcación de único punta en la selección sub-20 de Ucrania, pero se desenvuelve por todo el flanco atacante. Su gran técnica con balón le permite caer a las bandas y generar espacios cuando los centrales rivales le realizan una marca fija. Esa técnica en el manejo de balón le permite realizar llamativas asociaciones cerca del área rival, sobre todo si su compañero de selección, Viktor Kovalenko, está sobre el campo. La gran habilidad de estos dos jugadores, junto a la de Kabaiev y Luchkevych, hace que la imaginación de los hombres de la zona de tres cuartos sea muy importante para el rendimiento positivo del equipo. El hecho de tratarse de una selección a la que le gusta tener el protagonismo del partido con el balón favorece el perfil de los jugadores anteriormente mencionados.
La influencia de Biesiedin en ataque es mucha por su capacidad para caer a las bandas, su movilidad para ocupar el medio, para asociarse con sus compañeros y tejer la jugada él mismo. Es un perfil similar al de Karim Benzema, salvando mucho las distancias y teniendo claro que se trata de un jugador sub-20. Pese a ser un jugador de una gran técnica, también podemos ver en él la labor propia de un punta al uso. Su físico le permite aguantar balones largos de espaldas y su gran técnica, poder controlarlos por muy acusada que sea su dificultad. Se caída al medio para entrar en contacto con el balón genera huecos a la espalda de los defensores que saca de su sitio, y esos espacios pueden ser aprovechados por su compañero Kovalenko. Esa es una de las explicaciones a que, en numerosas situaciones, podamos apreciar a Kovalenko por delante de Biesiedin. Por último, su definición queda explicada con el gol que marcó ante Senegal en el partido de octavos de final del presente mundial sub-20.
Viktor Kovalenko es jugador del segundo equipo del Shakhtar Donetsk. Sin duda, la evolución de Kovalenko es mucho más sonada que la de Biesiedin, sobre todo por su gran actuación en la UEFA Youth League, pero sus habilidades se equiparan a las de su compañero de selección. Ambos se complementan y leen el juego para sacar provecho de la acción del compañero. Si Biesiedin se mueve para generar un espacio, allí está Kovalenko para llegar con peligro. Su movilidad en el flanco de ataque es constante, partiendo, sobre el dibujo, desde la posición de mediapunta, por detrás de Biesiedin. Viktor Kovalenko está presente en casi todas las zonas de influencia del juego de su equipo y de su selección. Su visión de juego es muy destacada y es aprovechada por Biesiedin y su capacidad para tirar desmarques a la espalda de la defensa rival.
Su importancia se equipara con su capacidad para echarse el equipo a la espalda en momentos difíciles. Un ejemplo claro es la prórroga disputada ente la selección de Senegal, en la que Kovalenko, ante la falta de físico de sus compañeros para tejer las jugadas, bajaba a recibir hasta la zona del mediocentro para trasladar el balón a zona de peligro. Es un especialista en el lanzamiento de tiros libres, como pudimos ver en el partido disputado ante EE. UU. en la frase de grupos. En ese mismo partido, pudimos presenciar la capacidad goleadora del jugador del Shakhtar, que marcó tres goles.
Se trata de dos jugadores que marcarán el futuro de la selección ucraniana de fútbol si mantienen la evolución y el progreso que actualmente presentan. Sus actuales condiciones físicas y técnicas hacen prever que su rendimiento será importante. Son dos futbolistas que presentan una complicidad sorprendente dentro del terreno de juego, pero que juegan para dos equipos totalmente opuestos y rivales por los principales títulos de Ucrania La distracción de la grave situación por la que pasa el país nunca había podido ser tan atractiva. Biesiedin y Kovalenko están destinados a comandar, en un futuro no muy lejano, a su selección.
* Christian Sánchez.
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