El fútbol es de quien lo ama. Y nadie como los aficionados para cuidar ese amor incluso en los grandes clubes donde todo parece últimamente demasiado mercantilizado. En un gigante llamado FC Bayern han sido cuatro inquietos fans quienes han convocado a los simpatizantes del club y, por extensión, a la opinión pública, a ocuparse de una parte de la historia hasta ahora poco conocida del vigente campeón alemán.
Tras tres meses de intenso trabajo de investigación y de minuciosa digitalización de archivos, el grupo de aficionados llamado Erfolgsfans ha rescatado del olvido una obra que da testimonio de los primeros 25 años del Bayern. Se trata de un libro de 130 páginas editado en Múnich en 1925 con motivo del vigesimoquinto aniversario del club. De la edición original solo quedan dos ejemplares completos, según pudieron descubrir recientemente Ruben Schulze-Fröhlich, Felix Knoche, Sebastian Rampf y Nicolai Emig. Uno es propiedad de un coleccionista muniqués de cuadernos y crónicas futbolísticas que, como aficionado del TSV Múnich 1860, no permitió que los cuatro miembros de Erfolgsfans inspeccionaran la obra. “Primero debe desaparecer el Bayern”, vino a decir amablemente el propietario de la reliquia.
Tras intensificar la búsqueda, uno de los aficionados del Bayern localizó otro ejemplar de la publicación en el Museo Judío de Berlín. En ninguna biblioteca alemana había aparecido el libro-homenaje de los 25 primeros años de vida del club bávaro. Y en el Museo tampoco aparecía en exhibición sino en el archivo gracias a la donación que hizo en 2006 el octogenario Alfred Engel, hijo de Harry Engel, quien jugó para el Bayern un total de 104 partidos entre 1913 y 1919. Desde 1915 fue titular con el primer equipo.
Engel padre (1892-1950) sale fotografiado y citado varias veces en la obra, que conservó incluso tras su huida transoceánica hacia América. De origen judío, los Engel llegaron a la salvadora orilla de Manhattan el 15 de febrero de 1940 tras cuatro años de espera para obtener el visado americano. Años de terror en la Alemania nazi. Harry Engel estuvo incluso encarcelado en el campo de concentración de Dachau, pero su condecoración como combatiente alemán durante la Primera Guerra Mundial le ayudó a su anticipada excarcelación.
También salió libre de Dachau por idéntico motivo el ex presidente judío del Bayern, Kurt Landauer. En su caso, tras emigrar en 1939 a Suiza para salvar la vida, regresó a una Múnich en ruinas al acabar la Segunda Guerra Mundial y renunció a un viaje definitivo a Nueva York para hacer resurgir al club de su vida.
De la publicación sobre los primeros 25 años del Bayern ni el mismo club tenía noticia. Los miembros de Erfolgsfans han encontrado fascinantes varios de los pasajes relatados en la obra, de la que destacan que está escrita con un estilo muy fresco, casi actual. Desconocidos hasta ahora eran los detalles, según remarcan los cuatro aficionados, de los primeros terrenos donde empezaron a jugar los futbolistas del Bayern. En el prado de la Theresienwiese, en Monachiaplatz en la Leopold Strasse o la Schyren Strasse, donde las autoridades municipales daban permiso para llevar a cabo actividades futbolísticas siempre y cuando luego los jugadores lo dejaran todo bien recogido y no machacaran en exceso las briznas de hierba.
El libro también recoge crónicas de los 697 partidos que jugó el Bayern en sus primeros 25 años. Con 426 victorias, 168 derrotas y 103 empates; 2396 goles a favor y 1223 en contra, precisa la obra, que entre otros comentarios, añade uno muy actual: “La mayoría de los partidos perdidos fueron a causa de encuentros con equipos extranjeros de alto nivel. Pero estas derrotas servían como lecciones para llegar cada vez más alto a la concepción y cultura del juego”. Entre los rivales referidos se cita a Boca Juniors o a los ya entonces profesionalizados Tottenham Hotspur o Bolton Wanderers, así como a rivales de Zúrich, Ámsterdam o Edimburgo.
Además de fotografías notables de la época, también novedosa es la visión de los primeros escudos del club y letras de canciones del Bayern hasta ahora desconocidas. De hecho la investigación continúa para dar con las partituras.
El grupo Erfolgsfans está tratando de contactar personalmente con Alfred Engel, profesor emérito de química de una universidad de Pennsylvania. La colaboración con el Museo Judío de Berlín ha resultado muy productiva para digitalizar un material que, por antiguo, no permitía el simple escaneado.
A partir de ahora se puede encontrar el libro digitalizado y de forma gratuita en la página www.erfolgsfans.com/erfolgsgeschichte.
“Esperamos poder dar de nuevo un nombre y una cara a personas que en la temprana historia del club desempeñaron un rol, grande o pequeño”, apunta Ruben Schulze-Fröhlich, uno de los creadores de este proyecto.
Erfolgsfans publica regularmente un podcast sobre el Bayern y “justo esa voluntad de trascender los comentarios del partido de la última o próxima jornada o sobre los últimos rumores de fichajes llevaron a estos aficionados a revisar aspectos poco conocidos de la historia del club”, expone Stefen Niemeyer, otro de los fans que ayuda a divulgar de nuevo las primeras crónicas del campeón bávaro.
El libro-homenaje original editado en 1925 fue escrito, según algunos indicios, por un socio de honor del Bayern, Siegfried Herrmann, si bien no se ha podido confirmar su autoría porque la obra está firmada por el vocablo “Verfasser”, “los autores”. Lo que ya queda fuera del olvido es el testimonio del amanecer de un club cuya memoria también está custodiada, literalmente, por sus fans.
* Isaac Lluch / Múnich.
– Fotos: Erfolgsgeschichte Bayern München
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