"La clave del éxito no es jugar como un gran equipo, sino jugar como si el equipo fuera una familia". Stephen Curry
Todo estaba preparado para que el protagonista del día fuera Renaud Lavillenie. El pertiguista francés empezó con tantas dudas como en la clasificación, hizo algún nulo en todas las alturas que intentó y acabó por sucumbir en los 5,96 m. De esta forma el triplista sueco Christian Olsson seguirá siendo el único hombre que ha ostentado simultáneamente los títulos olímpicos, mundiales (aire libre e indoor) y europeos (aire libre e indoor). El trono del día estaba vacante y todas las miradas se fueron hacia Valerie Adams, que logró lo que ninguna otra atleta había conseguido antes: el tetracampeonato mundial consecutivo.
Oro: Adams (NZL); Plata: Schwanitz (ALE); Bronce: Gong (CHN)
Esta era la prueba con la favorita más clara al oro y la neozelandesa cumplió los pronósticos. Estuvo a punto de que incluso su peor marca le valiera para ser campeona pero finalmente no fue así. Es su 5ª medalla en la prueba (record histórico) y su 4º título.
Solo hay otra mujer que haya sido 4 veces campeona mundial al aire libre en una misma especialidad, Sanya Richards en el 4×400, pero Valerie Adams es la primera que lo consigue en pruebas individuales y en ediciones consecutivas.
Otra marca muy reseñable de Valerie Adams es que ha vencido en sus 8 últimas competiciones al aire libre: 2 JJOO, 4 Mundiales y 2 Juegos de la Commonwealth. No cae desde el Mundial Helsinki’2005 ante Nadezhda Ostapchuk (que pueda ser descalificada) y Olga Ryabinkina.
Oro: Ohuruogu (GBR); Plata: Montsho (BOT); Bronce: Krivoshapka (GBR)
La gran baza de Ohuruogu es su fabulosa recta final y la volvió a enseñar. Parecía imposible que Montsho perdiera el oro pero en el último metro la británica metió el pecho y se lo arrebató por 4 milésimas (que se usan como criterio de desempate).
Ohuruogu es la tercera mujer que logra dos oros en la prueba, tras Perec y Freeman, pero la que más ha tardado en volver a ser campeona mundial: seis años. Ninguna otra mujer británica ha conseguido ser dos veces campeona mundial al aire libre entre todas las competiciones (en hombres hay hasta cinco casos).
Y Ohuruogu no solo destacó por la victoria sino también por la marca, unos extraordinarios 49’’41 con los que bate el récord nacional que Kathy Smallwood tenía en 49’’43 desde que fuese bronce olímpico en Los Ángeles’84.
Segunda, a la insignificante diferencia de 0’’004, quedó la defensora del título Amantle Montsho. Nunca antes tan poco tiempo separó al oro y a la plata de esta prueba: el récord era de 2 centésimas en 1997 y 2001.
Con su bronce, el tercero seguido de Rusia en 400, Antonina Krivoshapka iguala a Tatiana Kotova como las personas rusas con más medallas mundiales y ningún oro, cuatro.
Oro: Oliver (USA); Plata: Wilson (USA); Bronce: Shubenkov (RUS)
Hasta los 31 años ha tenido que esperar David Oliver para conseguir su primer gran título en una final donde tuvo que derrotar, entre otros, al campeón del mundo (un tropiezo impidió a Richardson ser bronce) y al campeón olímpico Aries Merritt.
La marca fue de 13’’00, buena, como demuestra que es la mejor del año, pero no excelente. Y aun así consiguió una ventaja sobre la plata de 13 centésimas, récord del 110 vallas.
La sorpresa fue Wilson, el más desconocido y veterano (32 años) de los estadounidenses, que posibilitó el tercer doblete de su país en la prueba y el primero desde el 2003 (oro de Allen Johnson y plata de Terrence Trammell).
Sin el tropiezo de Richardson quizá la historia hubiese sido diferente, pero nada puede empañar la gesta de Sergei Shubenkov, bronce, primer ruso que alcanza el podio en 110 vallas.
Los tres medallistas nunca antes se habían subido al podio de esta prueba. Algo tan raro en 110 vallas que es la primera vez que sucede (por razones obvias, el primer mundial de 1983 no se puede incluir en este dato).
Oro: Holzdeppe (ALE); Plata: Renaud Lavillenie (FRA); Bronce: Otto (ALE)
Raphael Holzdeppe alteró el orden natural. Lavillenie era campeón de todo, menos del mundial, y Otto era subcampeón de todo, menos del mundial. Nuevamente Lavillenie quedó justo por delante de Otto, pero esta vez con alguien por encima: Holzdeppe y su impecable concurso.
Holzdeppe solventó sus tres primeras alturas al primer intento y solo hizo nulos sobre el infranqueable para todos 5,89 m, para convertirse en el primer alemán campeón mundial en pértiga. Solo Sergei Bubka (1987 y 1993) había hecho un pleno de saltos válidos hasta la altura final.
Por segunda vez seguida, y tercera en las cuatro últimas ediciones, el título se decidió por número de nulos, cuando nunca antes había ocurrido.
Francia y Lavillenie no superan su maldición en el mundial al aire libre. Es la séptima medalla en la prueba y el cuarto subcampeonato y siguen esperando su primer oro, cuando en los JJ. OO. ya tienen tres. Lavillenie es el tercer atleta con tres medallas mundiales en la prueba, tras Tarasov y Bubka, pero el único de ellos que no ha sido campeón.
Björn Otto completó la fiesta alemana con su bronce. Alemania, que solo tenía un bronce (Ecker en el 2007) se convirtió en el segundo país en tener al campeón del mundo de pértiga y a un medallista más tras la Unión Soviética, que lo hizo en 1983, 1987 y 1991.
Oro: Fraser-Pryce (JAM); Plata: Ahouré (CDM); Bronce: Jeter (USA)
Todos los ojos estaban puestos en ella y la campeona olímpica Shelly Ann Fraser-Pryce soportó la presión ganando el título con una marca espectacular: 10’’71.
Fraser-Pryce es la segunda mujer que obtiene dos oros en esta prueba, tras haberlo hecho Marion Jones en 1997 y 1999 , y se quedó a una centésima de la marca de Jones en Sevilla’99, que sigue siendo record de los campeonatos.
La superioridad de la jamaicana en la final fue abrumadora, 22 centésimas de ventaja sobre la subcampeona y 23 sobre la tercera, en ambos casos récords históricos en 100 metros femeninos. ¿Y masculinos? Sí, en el primer caso, ya que ningún hombre ganó en 100 metros con tanta distancia sobre la plata, mientras que Bolt (en 2009, con su estratosférico 9’’58, aún record mundial) aventajó en 0’’26 al bronce.
Todos los mundiales de la historia han visto cómo al menos un país conseguía su primera medalla de siempre. Y Moscú’13 también, gracias a la marfileña Murielle Ahouré, que además se convirtió en la primera africana en conseguir medalla en los 100 metros.
La gran derrotada, Carmelita Jeter, también tiene su récord al subirse al podio de la prueba por cuarta edición seguida. Lo mismo hizo Merlene Ottey entre 1987 y 1995, aunque Ottey nunca logró el oro (Jeter sí lo consiguió en 2007).
Oro: Fejdak (POL); Plata: Pars (HUN); Bronce: Melich (RCH)
El polaco Paweł Fajdek olvidó a lo grande su desastre olímpico del año pasado, cuando no se metió en la final tras hacer tres nulos en la clasificación. En el primer lanzamiento se fue hasta 81,97 m y eso fue suficiente para proclamarse campeón del mundo. Es la tercera vez que el mejor resultado del oro llega en el primer intento, ya ocurrió en 1983 con Sergei Litvinov (padre del 11º clasificado hoy) y en 1999 con Karsten Kobs.
El subcampeón también dio sus mejores prestaciones a la primera, y ambas cosas juntas (oro y plata con la marca del primer intento) sí que no tiene precedentes. Pars repitió subcampeonato, algo solo hecho por Astapkovich (tres seguidos: 1991-1995) y se quedó a 1,67 m del oro, la diferencia más amplia desde que en el 2003 Tikhon sacase 2,69 m a Annus.
Lukáš Melich, bronce, dio a su país, la Repúblic Checa, la primera medalla de su historia en martillo (Checoslovaquia tampoco lo consiguió).
Solo Estados Unidos tendrá a dos representantes en una final donde estará Jonathan Borlée pero no su hermano gemelo Kevin. Sorprendente teniendo en cuenta que solo Kevin tiene medallas internacionales a nivel individual.
Otros finalistas serán Youssef Masrahi, que batió el record nacional saudí (solo otro compatriota había tomado parte en la final, Al Bishi, el antiguo poseedor de la marca, en el 2001) y el brasileño Anderson Henriques, emulando a Sanderlei Parreira, subcampeón en Sevilla’99 y único finalista de Brasil en la prueba.
Todos los continentes estarán representados en la final y habrá una ausencia ilustrísima. Los cinco continentes (aunque la IAAF realmente tiene seis) tendrán a alguien luchando por el oro. Nunca antes había ocurrido en la prueba porque el australiano Julian Wruck va a ser el primer oceánico en disputar la final.
La ausencia será la de Virgilijus Alekna. El lituano quedó 16º, a 54 centímetros del pase, y es su peor puesto en una gran competición (Campeonato de Europa, Mundial o JJ. OO.) desde que quedase en 19º lugar en el mundial de 1995. Es más, desde ahí hasta esta mañana su peor lugar fue un sexto puesto.
* David Fernández es estadístico.
– Foto: AFP
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