"Lo que equilibra a un equipo es la pelota. Pierde muchas y serás un equipo desequilibrado". Johan Cruyff
Antes de arrancar la temporada 2016 explicamos en este espacio cómo se organizaba el torneo en el nuevo formato de 18 franquicias. Se divide en dos grupos –Australasia y Sudáfrica– y estos dos grupos se dividen, a su vez, en dos conferencias cada uno: australiana, neozelandesa, África 1 y África 2.
Ocho equipos se clasifican para los cuartos de final (los cuatro líderes de conferencia y cuatro wildcards –tres del grupo Australasia y uno del grupo Sudáfrica– por orden de clasificación). Con 13 jornadas disputadas –sobre las 17 totales– los equipos clasificados para los cuartos de final serían: Bulls, Lions, Waratahs y Chiefs como líderes de conferencia; Crusaders, Highlanders, Hurricanes y Sharks como wildcards. Todos los equipos citados han disputado once partidos a excepción de los Sharks que han jugado 12.
Pasamos a analizar ahora cuál sería la clasificación real para los cuartos de final en caso de que no existiesen los condicionantes anteriormente citados:
Chiefs: 42 puntos; Crusaders: 41; Lions: 37; Highlanders: 37; Hurricanes: 36; Sharks: 35; Bulls: 32; Stormers 32 ocuparían los ocho primeros puestos. Waratahs: 30 puntos; Brumbies y Blues: 29, mantendrían aspiraciones a poder entrar en las fases finales.
Siete de los ocho equipos mantendrían su plaza en los cuartos de final (Waratahs perderían la suya a favor de Stormers), pero sí que habría cambios sustanciales en las eliminatorias. En el formato actual los líderes de conferencia tienen asegurada la condición de local en la ronda: Chiefs recibirían a Sharks, Lions a Hurricanes, Bulls a Highlanders y Waratahs a Crusaders. Tres equipos neozelandeses disputarían los cuartos de final como visitantes (teniendo dos de ellos más puntos en la clasificación que sus rivales en la eliminatoria).
Siguiendo el sistema clasificatorio puro solo Hurricanes jugarían los cuartos de final lejos de su estadio. La diferencia es claramente apreciable.
Después de trece jornadas podemos sacar algunas conclusiones muy interesantes:
Resulta llamativo el mal momento de las franquicias australianas, conviene recordar que los Wallabies (formados en mayoría aplastante por jugadores de Waratahs y Brumbies) son los vigentes campeones del Rugby Championship y finalistas del RWC 2015. Uno de los dos grandes equipos se quedará fuera de los cuartos de final y hace apenas tres jornadas los líderes de la conferencia eran los Melbourne Rebels. Todavía está muy presente en la memoria de los aficionados el título del Super Rugby 2014 logrado por los Waratahs dirigidos por Michael Cheika.
La temporada 2016 vuelve a dejar constancia del excelente momento del rugby neozelandés (por juego, jugadores y rendimiento de sus equipos). También queda certificado que en Sudáfrica hay alternativas al habitual juego lento basado en la delantera que proponen Sharks o Bulls. Los Lions de Johann Ackermann demuestran que los jugadores sudafricanos están perfectamente capacitados para desarrollar un juego expansivo y veloz que les reporta victorias y que ha convertido a muchos de sus jugadores (Franco Mostert, Warren Whiteley, Ruan Combrinck, Elton Jantjies, Jaco Kriel, Lionel Mapoe, Courtnall Skosan, Faf de Klerk…) en candidatos a vestir la camiseta de los Springboks cuando hace apenas dos años eran casi todos ellos desconocidos para el gran público.
En las próximas fechas conoceremos las convocatorias de las selecciones del hemisferio sur para los test matches de junio. Ahí se verán reflejadas muchas de las cuestiones que hemos analizado con anterioridad.
* Javier Señaris es analista de rugby.
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