"La clave del éxito no es jugar como un gran equipo, sino jugar como si el equipo fuera una familia". Stephen Curry
Como los buenos vinos, como las grandes películas del origen de la industria cinematográfica de Hollywood, como dicta la experiencia y parafraseando el título del film premiado en los Oscar 2007, Sochi se han convertido, por derecho propio, en unos Juegos Olímpicos para viejos. Con esta definición no se pretende menoscabar ni despreciar la edad de alguno de los deportistas participantes y sus éxitos, coronados con títulos olímpicos (oros) o podios (platas o bronces). Muy al contrario, se trata de destacar la calidad, competitividad y deseo de muchos de ellos por no dejarlo, por continuar, por seguir siendo grandes en sus respectivas modalidades deportivas.
Cualquier lectura que se haga sobre este dato, cuando menos curioso, tendrá su argumento válido: desde la necesidad de encontrar relevos a algunos de estos mitos, como la dificultad de parte de una nueva generación de jóvenes que empieza a conocer el mundo olímpico de destronar a las leyendas. Sin embargo, teniendo en cuenta ambos puntos de vista, Sochi permite disfrutar de las dos posibilidades, aunque es cierto que de una gallina vieja siempre salen buenos caldos. Tal vez por eso el estadounidense Bode Miller ha logrado hoy que sus lágrimas, en un deportista veterano, empujen a algún joven a emularle.
Ha sido un domingo en que la niebla ha impedido la disputa de la prueba individual de biatlón masculino sobre 20 kilómetros, que ha quedado pospuesta para mañana lunes (10.00 hora rusa; 7.00 hora española). En ella el francés Martin Fourcade buscará su tercer triunfo, y el noruego Ole Einar Bjoerndalen su décimo tercera medalla de oro, tras una jornada donde el esquí de fondo del país nórdico ha tocado fondo. En esta prueba competirá el español Víctor Lobo.
Noruega vive momentos, deportivamente hablando, trágicos, puesto que en el cross country, en el que ha dominado en el último ciclo olímpico, ha vuelto a naufragar. Si ayer ya lo sufrió el equipo femenino, hoy le ha imitado para mal el masculino, siendo el resultado de por sí más doloroso al ver cómo sus vecinos suecos han repetido triunfo de hace cuatro años (4×10 kilómetros) con una enorme remontada que también quedará para el recuerdo.
Una jornada en que dos españoles, Sara Hurtado y Adrià Díaz, han alcanzado la final en el patinaje artístico de parejas tras completar un magnífico programa corto que ha sido valorado con una nota de 58,58, lo que supone partir en el programa libre mañana desde la duódecima plaza. Tanto Hurtado como Díaz han superado las expectativas previas, un detalle que también es propio del deporte: sorprender a incluso los que más te conocen.
No obstante, hay que destacar que realmente ellos ya han alcanzado la gloria, pues lo que hoy han conseguido al clasificarse para la final es un impulso más a un deporte tan olvidado y escasamente apreciado en España, como creativo y dificultoso. Horas de entrenamiento, desgaste físico, emocional y mental para alegrar al público que hoy ha disfrutado de bailes sobre el hielo de personas que bien podrían parecer figuras de una colección de porcelana china.
Esa memoria que permitirá almacenar en los ojos de mucha gente la exhibición de los Países Bajos en el patinaje de velocidad, donde los representantes neerlandeses han arrasado. En concreto, en los 1.500 metros femeninos, copando las cuatro primeras plazas. Las 17 medallas de la delegación neerlandesa superan su anterior récord en unos Juegos Olímpicos de Invierno, que estaba en once desde el año 1998 en Nagano.
Cuando restan siete días para se llegue a la clasura de estos XXII Juegos Olímpicos de Invierno, el medallero sigue encabezando por Alemania con doce preseas (siete oros, tres platas y dos bronces). Países Bajos ha subido al segundo puesto con diecisiete (cinco, cinco y siete) y Noruega pasa a ser tercero con catorce (cinco, tres y seis). Baja al cuarto puesto Suiza con siete (cinco, uno y uno), Rusia es quinta con dieciséis (cuatro, cinco y siete), al igual que Estados Unidos, que cuenta con menos platas (cuatro, cuatro, ocho), y Canadá, con catorce (cuatro, seis, cuatro), ocupa el espacio entre rusos y estadounidenses.
El noruego Kjetil Jansrud, que ya tenía el bronce del descenso, ha sido quien se ha proclamado campeón olímpico de supergigante. Sin embargo, los focos se han centrado en el estadounidense Bode Miller, que ha agrandado su leyenda al acabar tercero, empatado con el canadiense de origen checho Jan Hudec. Miller se ha convertido en el medallista más veterano en el esquí alpino (con 36 años 127 días) y ha podido homenajear a su hermano, Chelone, fallecido hace un año. La plata ha sido para el también estadounidense Andrew Weibrecht.
Chelone Miller, que era un especialista en snowboard, fue encontrado muerto en abril de 2013 en California, cuando tenía 29 años, tras sufrir unas convulsiones, y Bode no pudo reprimir su emoción cuando ha visto que tenía la medalla a su alcance. Tras dos intentos fallidos, en el descenso y la supercombinada, ha podido regalarle un gran homenaje póstumo. La muerte de Chelone tuvo su origen en un accidente de moto en 2005 que le dejó en coma durante once días.
“Gracias por todo el apoyo. Hoy fue uno de los días más emotivos de mi vida. Echo de menos a mi hermano”, expresó emotivamente Bode Miller, “es un gran día para mí emocionalmente. Han sido dos años muy duros, con el fallecimiento de mi hermano y muchas lesiones . Todo está tan próximo que al final he podido tener un poco de suerte y un alivio hoy. El esquí en sí mismo no me hace emocionarme, es todo lo demás. Ha sido un año de locura”.
“Perder a mi hermano el año pasado fue muy duro para mí, para mi familia. Yo he sido el foco de atención todos estos años para ellos con mi actividad deportiva. Simplemente me pudo la emoción al irme por fin algo bien últimamente, como me ocurrió hoy”, explicó el esquiador estadounidense.
Los dos españoles participantes en la prueba han completado un recorrido distinto, pero con idéntico resultado: no computaron sus resultados. El barcelonés Ferrán Terra, que concluyó en el trigésimo cuarto lugar en la supercombinada, ha sido descalificado al saltarse una puerta, mientras que el donostiarra Paul de la Cuesta se ha salido de la pista tras una caída y no ha finalizado la prueba.
Si el triunfo de Jansrud en el supergigante masculino ha sido la cara para Noruega, la cruz ha sido el equipo de esquí de fondo. Los noruegos se han esforzado hasta la extenuación en el relevo 4×10 kilómetros, pero solo han podido ser cuartos. Al llegar no podían creérselo, pero sus vecinos suecos habían protagonizado una gran remontada que les ha llevado al título olímpico, revalidando el oro logrado en Vancouver y conviertiéndose en el país con más triunfos, seis, en esta especialidad del esquí de fondo. En el podio les han acompañado Rusia (plata) y Francia (bronce). El equipo de ceras está en la picota, puesto que siendo la delegación noruega la que más ha invertido en la preparación del mismo (material, esquís, entrenamientos…), en el momento de la verdad no ha sabido reaccionar. Se ha visto desbordado y ha perdido una imbatibilidad de cuatro años en el peor momento posible: en los Juegos Olímpicos de Sochi.
La madrileña Sara Hurtado y el catalán Adriá Díaz han alcanzado hoy en el Iceberg de Sochi su mejor nota en un programa corto de patinaje artístico en la modalidad de pareja danza (58,58), en un día donde los actuales subcampeones olímpicos, los estadounidenses Meryl Davis y Charlie White, con 78,89 puntos, han finalizado con la mejor nota. Han aventajado en más de dos puntos y medio a los canadienses Tessa Virtue y Scott Moir, oro hace cuatro años en Vancouver. Díaz ha comentado al finalizar su participación en el programa corto: “El programa largo no solo lo patinaremos, lo sentiremos. Será nuestra manera de representar a España”. Mientras que Hurtado reconocía sentirse feliz y emocionada: “Estamos muy contentos, hoy ha cuajado el trabajo. Ha sido duro, no podíamos cometer ningún fallo”.
Las chicas de la delegación de los Países Bajos han logrado hoy mantener su dominio en el patinaje de velocidad, tras acumular con el triplete de hoy, el tercero de las neerlandesas en Sochi, dieciséis medallas en esta modalidad –cinco oros, cinco platas y seis bronces–. Jorien Ter Mors, que compagina las pruebas de pista corta y larga, se ha colgado el oro, tras imponerse con nuevo récord olímpico (1’53”51) a sus compatriotas Ireen Wust, plata, y Lotte Van Beek, bronce.
La esquiadora checa Eva Samkova se ha proclamado campeona olímpica de snowboardcross en la tercera prueba en que se han repartido medallas este domingo, superando en el podio de la final a la canadiense Dominique Maltais, plata, y a la francesa Chloé Trespeuch, bronce.
La prueba ha venido marcada además por las caídas de la noruega Helene Olafsen y, especialmente, la estadounidense Jacqueline Hernández, que se ha golpeado violentamente la cabeza contra la pista y ha quedado por unos momentos insconsciente, antes de volver a abrir los ojos y ser evacuada en camilla.
Samkova domina el circuito de la Copa del Mundo desde el principio de la temporada, con dos victorias en cuatro etapas. Ha controlado la final de principio a fin, hasta que cruzó la línea de meta destacada, puesto que ya había sido ha sido la mejor en la fase previa, los cuartos de final y las seminales.
La canadiense Maltais, de 33 años, ha logrado por su parte su segunda medalla, después de haberse colgado la plata en los Juegos de Turín 2006, mientras que para la francesa Trespeuch ha sido bronce, lo que a sus 19 años supone el mayor éxito de su carrera, después de haber sido dos veces subcampeona mundial júnior (2011 y 2013).
En cuanto al hockey hielo, en la competición masculina, tras el duelo estrella entre Estados Unidos y Rusia, los estadounidenses han ganado cómodamente a Estonia (5-1), mientras que los anfitriones han sufrido mucho más para vencer a Eslovaquia 1-0 (en los penaltis), tras finalizar el tiempo reglamentario sin goles (0-0). Canadá ha superado por la mínima, en la prórroga, a Finlandia (2-1). De este modo, Suecia, Estados Unidos, Canadá y Finlandia se libran de la segunda ronda y, por cómo queda el cuadro, no habrá final entre países norteamericanos.
Ya en la séptima sesión de curling (masculino y femenino), todos contra todos, se comienzan a desprender quiénes estarán en semifinales y optarán a las medallas. De la sesión dominical hay que resaltar la clasificación para semifinales del equipo masculino de Suecia y el apretado triunfo de Japón ante Suiza (9-7, tras once entradas) en féminas.
En el día que se ha iniciado la competición del bobsleigh, ese deporte que combina potencia, velocidad y vértigo, bueno es recordar que, a diferencia de lo que sucede en la ficción, Jamaica ha sido última. Tras la disputa de dos descensos de hoy, los países que se presumían a priori finalistas afrontarán los dos restantes mañana para determinar quiénes se cuelgan los respectivos metales.
* Pablo Beltran es periodista.
– Fotos: 2014 XXII Winter Olympic Games
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