Una perla más que sale de la famosa Fábrica de talentos del Real Madrid. El ruso es un extremo dinámico que ha brillado con luz propia en el frente de ataque del divertido Villarreal de Marcelino García Toral. Ha demostrado con sus 7 goles y 11 asistencias que podría hacerse un hueco como revulsivo en el primer equipo blanco.
Es un jugador que destaca sobre todo por su rapidez y electricidad; tiene una zancada amplia y una velocidad de piernas elevadísima. Sobre esos dos pilares edifica su estilo de juego, donde predominan la intensidad y el constante movimiento.
Tiene una altura considerable para la posición de extremo y a pesar de que no posee una gran masa muscular, es uno de los jugadores más intensos y que más entradas realiza por partido en la Liga BBVA.
Un aspecto que tiene que mejorar es su tendencia a sufrir lesiones, sobre todo de carácter muscular, en gran medida debido a sus esfuerzos para recuperar la pelota en algunas situaciones donde no es prioritario o en aquellas jugadas en las que se esfuerza de sobra para llegar a balones complicados.
No puede ocultar su origen: es frío, parece que no le afectan las emociones, pero solo hace falta verlo dentro del campo para rectificar sobre ello. Es uno de los jugadores más impetuosos que hay en el mundo del fútbol. Sus 51 faltas cometidas en 26 partidos esta temporada con el Villarreal lo avalan: siempre quiere participar y tener el balón en los pies.
Se ha erigido como gran protagonista de ataque en el Villarreal, quizá empatado con Luciano Vietto, que también ha realizado un año de élite. Cheryshev siempre quiere tener todo controlado, y casi todos los balones de ataque pasan por sus botas.
Es un jugador engañoso, que parece tosco en sus movimientos, pero lo cierto es que tiene muy buena técnica de pase, sobre todo lanzando contragolpes y balones al hueco. Es un virtuoso con la pierna izquierda, pero tiene que mejorar mucho con la derecha, porque le cuesta mucho tanto pasar como disparar con ella, y en el fútbol actual es un hándicap importante.
Su técnica de disparo quizá no esté al alcance de otros extremos de su calibre, sobre todo porque es un jugador muy explosivo y solo tiene en mente acabar la jugada. Debido a ello falla ocasiones claras con asiduidad. Su tiro lejano sí que es espectacular, tanto por potencia como por colocación (generalmente lanza disparos cruzados y a media altura).
Cheryshev es el extremo zurdo titular en el inamovible 1-4-4-2 de Marcelino García Toral. A lo largo de la temporada ha jugado siempre que ha estado disponible y su labor siempre ha sido la de construir jugadas (recibiendo de Bruno Soriano) y la de presionar insistentemente la salida del rival. Su inexperiencia provoca que en afán de conseguir el balón con rapidez se desordene, sobre todo en repliegue, pero al tener a Bruno Soriano cubriendo sus espaldas no ha tenido consecuencias tan negativas para el colectivo.
A pesar de ser un extremo zurdo desempeñándose en su banda natural, por misma naturaleza del esquema tiene mucha influencia por dentro, pues los dos delanteros saben distribuirse muy bien en el frente de ataque y dejan un hueco donde el ruso puede penetrar, aunque con pierna la derecha, lo que le ha limitado en cuanto a cifra goleadora.
En algunos momentos puntuales se le ha visto de segunda punta, detrás de Vietto, haciendo de enganche entre el centro del campo y el argentino. En ese rol destaca por su calidad para conducir con velocidad y distribuir con calidad y precisión en contragolpes a máxima velocidad.
Es importantísimo en el sistema de Marcelino y el equipo ha notado su ausencia estos últimos dos meses de competición –debido a rotaciones y lesiones–, pues ha mermado mucho su rendimiento, sobre todo en la faceta goleadora. Su trascendencia radica sobre todo en la creación de jugadas. El binomio Bruno-Cheryshev era vital para que el balón llegara sano y salvo a la zona de creación del equipo: la mediapunta. Sin ellos, el equipo depende mucho más de Trigueros, que es buenísimo, pero aún imperfecto en este sentido, y de lo que puedan hacer Campbell, Jaume Costa o Moi.
Es el futbolista con mejores registros del equipo en el año después de Vietto. El Villarreal notó su salida del cuadro titular, pues bajó el porcentaje de centros completados y de balones al área drásticamente en su ausencia.
Sin él, el Submarino Amarillo se hunde cada vez que el rival sale con balón controlado de su propio campo. Cheryshev y su presión también son importantes para un equipo que vive del control de la pelota y que ejecuta a la perfección el juego de posesión.
Con su ausencia, el equipo pierde ese perro de presa que es para los laterales y mediocentros rivales, porque es el extremo que más balones roba de la liga, junto a Lucas Vázquez.
* Roberto Testas.
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