1.- Pedía Luis Enrique en la previa del partido un gran ambiente en el Camp Nou, sabedor de que su equipo se encuentra en los momentos de mayor esfuerzo físico y mental de la temporada. Pensando en lo que vendrá, reservó a Rakitic y Alba, utilizando a Mascherano como mediocentro y a Busquets como interior. La única vez que habían coincidido de imicio fue, precisamente, ante el Valencia en Mestalla. A este centro del campo se sumaba Xavi.
2.- El partido comenzó trepidante. Una peligrosa transición ofensiva favorable al Valencia truncada por Piqué permitió que Busquets lanzara el contraataque filtrando un pase al hueco para Messi, que cogió la espalda de Orbán. El argentino conducía y Suárez se desmarcaba hacia el lado derecho. Messi lo vio y Suárez definió batiendo a Diego Alves.
3.- Durante el inicio, el Valencia presionaba la salida de balón del Barcelona desde el área culé, con Parejo saltando a la altura de Alcácer en función de la posición de Mascherano. Pese a ir por detrás en el marcador, el Valencia demostraba jerarquía, manteniendo la posesión del balón con paciencia y buscando los espacios para hacer daño al Barcelona, principalmente en su costado derecho, donde Rodrigo le ganó dos veces la posición a Alves en los primeros minutos.
4.- Hay partidos en los que ocurren menos cosas de las que pasaron en los primeros 10 minutos en el Camp Nou. Tras un saque de banda, Rodrigo hizo un control orientado dentro del área y Piqué le derribó. Parejo lanzó el penalti y Bravo adivinó la trayectoria, no solo parándolo, sino también atajándolo.
5.- La estadística en el minuto 15 era significativa. El Barcelona había cometido seis faltas y el Valencia ninguna. Los locales carecían de control en el juego, perdiendo el balón muy rápido ante un Valencia imponente, presionando muy bien la salida del esférico y siendo inteligente a la hora de moverlo. El Barça necesita defenderse con balón, pero eso era imposible porque lo perdía muy rápido. El Valencia explotaba muy bien la superioridad en la banda de Rodrigo y Andrés Gomes ante Alves y la dificultad de Mascherano para sacar el balón limpiamente. En 20 minutos se pudieron contar hasta cinco llegadas con peligro del Valencia. El dominio che era indiscutible y no remitía, excepto en algún tramo que Messi pasó a ocupar la posición de mediocentro, en busca de entrar en contacto con el balón y ordenar al equipo a través de la posesión.
6.- Tras dos ocasiones más de Alcácer, era muy difícil de explicar que el Barcelona siguiera con ventaja. Feghouli y Rodrigo ganaban una y otra vez la posición a Adriano y Alves, el dúo formado por Parejo y André Gomez, aun teniendo el balón –en cantidad– menos que el Barcelona, superaba en calidad a las posesiones de los locales. El Barça demostraba que a menudo esa máxima de que un equipo se defiende mejor conforme más jugadores de corte defensivo tiene es errónea, porque los culés como mejor saben defenderse es con balón, y hoy no lo tenían, actuación estelar de Messi aparte.
7.- Paradójicamente, el Barcelona llegó al descanso con la misma ventaja que en Sevilla, pese a que una primera mitad y la otra fueron antagónicas en juego y sensaciones. Si el Valencia no ganaba era, básicamente, porque hacía todo bien menos la definición –en la que le faltaba precisión– y porque el Barcelona cuenta con un jugador como Messi, capaz de crear peligro al rival pese a contar con unos compañeros atemorizados por el dominio visitante.
8.- Ambos entrenadores movieron el banquillo en el descanso. Gayá entró por el apercibido Orban y Rakitic por Adriano, bajando Mascherano al puesto de central y ocupando Mathieu el de lateral izquierdo. El partido se normalizó, con posesiones más largas para el Barcelona y el Valencia defendiendo en campo propio en 4-4-2. De cualquier modo, los de Nuno no sufrían en exceso con la lenta circulación de balón culé.
9.- La entrada de Rakitic fue importante para el Barcelona porque siempre llegaba a la cobertura de Alves y, unido al desgaste físico del Valencia, permitía que el Barcelona tuviera más el balón. Con la entrada de Negredo, Nuno varió el esquema y puso en doble punta a Rodrigo y Negredo. Por su parte, el último cambio de Luis Enrique fue la entrada de Sergi Roberto por un Xavi Hernández demasiado sobrepasado hoy.
10.- El guión de los últimos minutos no varió. El Barcelona buscaba defenderse con balón –y es como mejor lo hizo– y el Valencia pagaba el esfuerzo físico de los primeros 70 minutos. Al defenderse cada vez más atrás, le costaba mucho salir en transición porque estaba lejos de la portería rival. El tiempo de descuento se jugó en el córner izquierdo de la portería defendida por Diego Alves, con Messi protegiendo el balón para perder tiempo. En su último ataque, el Valencia se volcó en el área de Bravo, y tras una recuperación de Pedro, Neymar vio a Messi solo. El argentino partió desde campo propio mientras el Camp Nou jaleaba ya el final del partido. Messi, que llegó exhausto, quiso picar el balón a Diego Alves, que se lo detuvo, pero el rechace le cayó al argentino para poner el 2-0 mientras el árbitro señalaba el final del partido.
11.- Ambos equipos podían salir satisfechos por motivos distintos. El Valencia dominó 45 minutos en el Camp Nou, lo que no es nada fácil, y lo hizo desde la presión incesante y la veloz circulación, más meritoria si cabe tras el jarro de agua fría en forma de gol de Suárez. El equipo se apagó conforme pasaron los minutos, pero los che, con una columna vertebral imponente formada Otamendi, Fuego, Parejo y Alcácer y unos complementos de lujo, mostraron que pueden competir de tú a tú contra cualquier equipo de Europa.
12.- El Barcelona sufrió y descubrió una vez más que defiende mejor cuando serena el juego, junta al equipo y tiene el balón. Cuando Luis Enrique reclamaba el apoyo del Camp Nou, avisaba de la dificultad del encuentro, su importancia y lo justo que llegaba su equipo, más bien por el esfuerzo mental de los últimos encuentros que por el desgaste físico.
y 13.- Messi, 400 goles mediante (317 con la izquierda, 64 con la derecha, 17 de cabeza, 48 de penalti, 16 de falta directa y 52 de fuera del área), como paradigma del equipo, cansado y luchador, principio y fin, asistiendo en el primer minuto para el 1-0 y marcando en el último para el 2-0. Partido de los que no ganan ligas, pero sí permiten seguir en la mejor disposición para ganarlas. Pocos rivales pondrán en tanta dificultad al equipo de Luis Enrique como ha hecho hoy el Valencia.
* Ismael Ledesma.
– Foto: Miguel Ruiz (FC Barcelona)
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