Vincenzo Nibali ha sido el amo y señor del Tour y ha logrado una brillante victoria que completa su palmarés en las tres grandes vueltas por etapas, porque ya había vencido en la Vuelta 2010 y en el Giro 2013. El siciliano sacó tiempo a sus rivales en todos los terrenos (Inglaterra, pavés, Vosgos, Alpes, Pirineos y contrarreloj) y se convirtió en el segundo italiano en ganar el Tour en los últimos 48 años (Marco Pantani venció en 1998).
La renta de Nibali en cada victoria ha sido impresionante: 3’02’’ en la Vuelta 2010 (Mosquera quedó más cerca, pero fue descalificado), 4’43’’ en el Giro 2013 y 7’37’’ en el Tour 2014. Eddy Merckx (cinco Tours, cuatro Giros y una Vuelta) y Bernard Hinault (cuatro Tours, un Giro y una Vuelta) también ganaron cada grande con una ventaja de más de tres minutos sobre el segundo clasificado.
El imperio alemán
El Tour tuvo un inicio atípico. Fue en Inglaterra, con una marea humana siguiendo los tres días de competición en el país, y se disputaron diez etapas en línea de manera consecutiva, lo nunca visto desde 1997.
Las escasas etapas al sprint las aprovechó Marcel Kittel, que se hizo con cuatro victorias, entre ellas la primera etapa y la última, como en 2013. Desde Darrigade en 1959 nadie había vencido la primera etapa de dos Tour seguidos, siendo esta en línea. Y con sus triunfos el tercer y el cuarto día emuló a Freddy Maertens en 1976, el anterior ciclista que venció en tres de los cuatro primeros días de un Tour.
Kittel culminó su trabajo ganando en París. Por segundo año seguido se llevó la primera y la última etapa del Tour, algo solamente conseguido por Ottavio Botecchia en 1924 y 1925, años en donde también se llevó la clasificación general.
En este primer bloque de carrera, Greipel también ganó un sprint para ser el primer alemán en conseguir etapa en cuatro Tours consecutivos, y en la novena etapa, Tony Martin, huérfano de contrarrelojs hasta el penúltimo día (etapa que luego ganaría), remató una fuga recorriendo los últimos 58 kilómetros en solitario para ganar una etapa en línea en una gran vuelta por primera vez en su carrera.
Nibali se queda solo
No hay asterisco que poner al triunfo de Nibali. La segunda etapa entre York y Sheffield se corrió como una gran clásica y Nibali ganó su primera etapa en un Tour y se vistió por primera vez de amarillo.
En la tan temida etapa del pavés, Chris Froome abandonó antes de afrontar el adoquinado, siendo el primer campeón vigente de la carrera que abandonaba desde Bernard Hinault en 1980. Ese mismo día, Nibali y su equipo dieron un golpe a la carrera alejando a más de dos minutos a Alberto Contador, el otro gran favorito.
En la primera etapa de montaña, con final en La Planche des Belles Filles, Nibali volvió a ganar y vio cómo Alberto Contador se retiraba por primera vez en una gran vuelta al sufrir una caída en un descenso.
Nibali culminó su exhibición venciendo en los Alpes (Chamrousse) y en los Pirineos (Hautacam, atacando casi a pie de puerto, cuando faltaban 10 km para meta) para ser el primer ciclista que gana tres etapas de montaña en un mismo Tour desde Joop Zoetemelk en 1976.
Gregarios de lujo
Eliminado Contador, su equipo, el Tinkoff Saxo, se centró en las etapas y consiguió tres con corredores inesperados. Rafał Majka, sustituto a última hora de Kreuziger (apartado de la competición por anomalías en su pasaporte biológico), venció una etapa en Alpes (Risoul) y otra en Pirineos (Pla d’Adet), siendo el segundo polaco en lograr un triunfo parcial en el Tour tras Zenon Jaskula en 1993. Y Michael Rogers, que se libró de ser sancionado tras un positivo por clembuterol, también se llevó una etapa pirenaica. El australiano, triple campeón mundial contrarreloj (la última vez en 2005), tiene tres triunfos en grandes vueltas, todos conseguidos este año y todos en etapas en línea, y es el único maillot arco iris contrarreloj que no ha vencido en una grande en esa especialidad.
La gran decepción
Los ciclistas españoles se van del Tour sin ganar una sola etapa, como en 2013, y además sin un podio que tuvo tan cerca Alejandro Valverde. España no se iba de dos Tours seguidos sin triunfos desde 1982, y su racha de 45 etapas sin victoria es la más amplia desde que acumulase 125 entre 1978 y 1983.
Francia ilusionada
Los franceses han hecho un poco de todo en esta edición. Blel Kadri ganó una etapa, Tony Gallopin aprovechó una fuga para ser líder durante el 14 de julio (Fiesta Nacional) y dos días después demostró que no fue casualidad, ganando en Oyonnax. Con Péraud y Pinot, Francia volvió a situar a dos corredores en el podio treinta años después de que Fignon se impusiese a Hinault en el Tour de 1984.
El campeón
Vincenzo Nibali es el sexto ciclista de la historia capaz de ganar las tres grandes vueltas por etapas y el primero que completa el triplete venciendo en el Tour. Anquetil, Gimondi, Merckx y Contador lo hicieron ganando la Vuelta y Bernard Hinault, el Giro.
Con cuatro triunfos parciales, Nibali es el primer campeón del Tour con cuatro victorias de etapa desde Laurent Fignon en 1984 (el parisino ganó tres cronos, entre ellas una cronoescalada, y dos etapas más de montaña). Para encontrar a un campeón con cuatro victorias en etapas en línea hay que retroceder a los tiempos de Merckx, concretamente a 1974, cuando el belga ganó ocho etapas, seis de ellas en línea incluida la inicial (en Brest) y la final (en París).
Nibali también ha sobresalido por sus días luciendo el amarillo, 19 en total, es decir, todos excepto dos. Desde que Bernard Hinault fuera 20 veces líder en 1981 (18 etapas y 2 sectores) nadie había acumulado tantas jornadas en la primera posición. El anterior ciclista en ser líder todos los días menos dos fue Jacques Anquetil en 1961, que solo no vistió de amarillo tras el primer sector de la primera etapa.
Con semejante superioridad, Nibali consiguió unas diferencias de escándalo: 7’37’’ sobre el segundo y 8’15’’ sobre el tercero, las ventajas más grandes en cualquier vuelta grande desde el Giro 2006 (Basso sacó 9’18’’ a Gutiérrez y 11’59’’ a Simoni) y en el Tour desde 1997 (Ullrich ganó con 9’09’’ de renta sobre Virenque y 14’03’’ sobre Pantani).
El podio
Jean Christophe Péraud, subcampeón olímpico de mountain bike en 2008 y llegado a la ruta con 33 años, hizo valer su experiencia para aguantar en las etapas de montañas y sacar el tiempo necesario a Thibaut Pinot en la última contrarreloj, alcanzando la segunda posición. Un francés no lo hacía tan bien en una de las tres grandes desde que Richard Virenque fuera subcampeón del Tour de 1997. Péraud, 37 años y 66 días, es el más veterano en el podio de la carrera desde Joaquim Agostinho en 1979, que fue tercero con 37 años y 106 días. Y no había un subcampeón de tanta edad desde 1974, cuando Raymond Poulidor, 38 años y 97 días, solo fue derrotado por Merckx.
Thibaut Pinot rindió muy bien en la montaña (fue el único que hizo sufrir mínimamente a Nibali), controló su fobia a los descensos y mejoró en la crono lo suficiente para no ser vencido por el campeón de España de la especialidad, Alejandro Valverde, y subirse al podio. Francia no tenía al segundo y al tercero de una gran vuelta desde el Tour de 1969, cuando Eddy Merckx quedó por delante de Roger Pingeon y Raymond Poulidor.
Otros maillots
Sus dos victorias con final en alto (donde hay puntuación doble) y su tercer puesto en Hautacam permitieron a Rafał Majka defender el maillot de puntos rojos ante un Nibali muy ambicioso. Majka es el primer ganador de la montaña que vence dos etapas con final en alto desde Eddy Merckx en 1969.
Eliminado Cavendish por provocar una caída en la primera jornada, Peter Sagan tuvo muy sencillo ganar el maillot verde por tercera edición seguida, segunda mejor marca de la historia tras las seis consecutivas de Erik Zabel (1996-2001). Pero el eslovaco, que ha quedado nueve veces entre los cinco mejores de la etapa en este Tour, terminó sin victorias de etapa, lo que no le ocurría al líder de la regularidad desde 2005 (Thor Hushovd).
El mejor joven fue Thibaut Pinot, francés de 24 años y tercero en la general final. Esta triple condición, francés, podio y maillot blanco al final de un Tour, solo se había dado en 1983 con Laurent Fignon (que, además, fue el ganador del Tour).
El AG2R La Mondiale logró ganar una etapa (Kadri en Gérardmer) y situar al segundo y al sexto de la general. Un rendimiento suficiente para ser la primera escuadra francesa en ganar la clasificación por equipos del Tour desde Cofidis en 1998. El AG2R La Mondiale, que en el pasado Giro también lideró esta clasificación, es el primer equipo que gana por equipos en Giro y Tour en el mismo año desde Astana en 2009.
Alessandro de Marchi, presente en la fuga del día en cinco etapas diferentes, fue elegido como corredor más combatitivo. Un italiano no se llevaba este premio desde 1994 con Eros Poli, que en esa edición dejó para la historia una victoria en solitario pese a que el pelotón le recortó más de veinte minutos en la ascensión al Mont Ventoux (Franco Pellizotti ganó en 2009, pero sus resultados fueron anulados por dopaje).
Y además…
Serbia frustró la gran ocasión de Hungría de ganar su primer título europeo en este siglo. Los serbios, que ganaron de milagro a Montenegro en semifinales remontando cuatro goles ya entrado el tercer cuarto, exhibieron su mejor juego en la final y vencieron 12-7 (ya ganaban 7-2 al descanso).
Serbia consiguió su tercer título, segundo consecutivo, y su quinta medalla en otras tantas ediciones celebradas desde la independencia de Montenegro en 2006 (3 oros, 1 plata y 1 bronce).
Este partido pasará a la historia negra del waterpolo húngaro porque no solo es la peor derrota de cualquier equipo en la final continental, sino que es la mayor paliza sufrida por Hungría en cualquiera de sus 201 partidos en la historia del torneo.
Montenegro seguía con la cabeza en la semifinal perdida dos días antes e Italia lo aprovechó para ganar el bronce por sexta vez en su historia, más que cualquier otro país. Los italianos llevan 11 medallas en total, solo por detrás de Yugoslavia (12) y Hungría (23).
España, campeona del mundo, empezó el torneo con derrota, pero lo terminó arrollando a Países Bajos en la final, 10-5, igualando la mayor victoria de la historia en el partido por el título (en 1993 y 2010 el oro también se decidió por cinco goles).
La clave del triunfo español (primer equipo que es a la vez campeón mundial y europeo desde Italia en el año 2001) estuvo en su formidable defensa, que dejó a las neerlandesas sin marcar en el segundo cuarto y también en el último. Hungría (1995), Italia (1997 pero siendo campeona) y otra vez Hungría (2003) también se quedaron sin marcar en dos de los períodos de la final.
El equipo anfitrión, Hungría, derrotó a Italia en la lucha por el bronce y se consolidó con el equipo con más medallas en la historia del campeonato de Europa, doce (dos oros, cinco platas y cinco bronces).
El australiano Sam Willoughby ganó las dos pruebas masculinas: la contrarreloj y, tras una caída múltiple que llevó al suelo a seis de los ocho finalistas, la carrera. Willoughby es la segunda persona, y el primer hombre, que gana dos títulos en un mismo Mundial tras hacerlo la neozelandesa Sarah Walker en 2009 (en carrera y cruiser).
La mencionada caída permitió una gran sorpresa, el subcampeonato de Tory Nyhaug que se convirtió en el primer hombre canadiense en conseguir medalla en cualquier modalidad.
En las pruebas femeninas títulos repartidos. Contrarreloj para Laura Smulders y carrera para la campeona olímpica Mariana Pajón. La colombiana es la segunda mujer con cuatro títulos mundiales (2 en carrera, 1 en cruiser y 1 en contrarreloj) tras la británica Shanaze Reade (3 en carrera y 1 en contrarreloj).
En el arco recurvo, modalidad olímpica, se hicieron con el título Florian Kahllund y Tatiana Segina. Para Alemania fue su segundo título masculino en este arco, tras el logrado por Rudolf Schiffl en 1974, mientras que Rusia sumó su tercer oro seguido con otras tantas arqueras, emulando a la Unión Soviética (1976-1980).
Por equipos. Francia se impuso en la prueba masculina y en la femenina, el primer doblete de este tipo desde Turquía en Antalya 2000.
La final masculina de arco compuesto, donde Peter Elzinga derrotó a Sergio Pagni, permitió a ambos arqueros igualar el récord de tres medallas europeas en la historia de esta modalidad del británico Simon Tarplee.
Brasil jugaba en casa y ganó todos sus partidos, diez en categoría masculina y otros tantos en la femenina, para hacerse con los dos títulos mundiales a la vez por tercera ocasión (Río de Janeiro 2006 y Mascate 2010). Especialmente aplastante fue el triunfo de las chicas, que solo cedieron un set, el primero de la semifinal ante Noruega, de los veintiuno disputados.
Dos países se estrenaron en el medallero histórico: Catar, con un bronce masculino, y Hungría, con una plata femenina.
La lluvia caída en Budapest hizo del Gran Premio de Hungría una de las mejores carreras de los últimos tiempos: accidentes, remontadas, estrategias distintas y emoción por todas las plazas del podio hasta el final.
Daniel Ricciardo se hizo con el triunfo y es el segundo australiano que vence este gran premio (Mark Webber ganó en 2010). Alonso, aguantando con neumáticos blandos las últimas 31 vueltas, mantuvo a raya a los Mercedes y terminó segundo, su mejor puesto de la temporada.
Pese a que Rosberg salió primero y Hamilton desde el carril de boxes, ambos acabaron luchando por el tercer puesto, que se llevó el británico. Pasar del 22º al 3º es una remontada de 19 puestos, la mayor jamás vista en el circuito de Hungaroring. Esta remontada de Hamilton se une a la de la semana pasada en Alemania, de otros 17 puestos.
Solo otro piloto había mejorado su posición de parrilla 17 puestos en dos grandes premios consecutivos, el italiano Alex Caffi, que el 27 de mayo de 1990 salió 22º en Mónaco y terminó 5º y que quince días después, en Montréal, partió de la 26ª plaza para concluir octavo.
El campeonato llegó a la estación francesa de La Mongie y los españoles igualaron el mejor resultado conjunto de su historia al ocupar las cinco primeras posiciones. Raga se impuso a Bou, aunque este sigue siendo líder del mundial, y les siguieron Fajardo, Cabestany y Casales.
Gran Bretaña, en Buckfast Leight 1976 (los siete primeros) y España, en Alès 2005 y Chaves 2009 (en ambos casos los cinco primeros), son las otras veces que un país ha ocupado las cinco primeras posiciones en un trial mundialista.
Torneo con sorpresas (el egipcio Osunaraashi venció a dos Yokozunas, convirtiéndose en el primer africano en conseguir derrotar al máximo rango del sumo) y con mucha igualdad, puesto que tres japoneses, además de Hakuho, llegaron con opciones de título a la última jornada.
Pero a la hora de la verdad, el mongol demostró por qué es el mejor y se hizo con otro título, el 30º de su carrera deportiva y el quinto que consigue en Nagoya.
Gracias a este triunfo, Hakuho es el primer luchador que ha vencido cinco veces o más en cinco torneos diferentes. Y solo Chiyonofuji, con seis, ha ganado en Nagoya más veces que Hakuho.
* David Fernández es estadístico.
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