"Hay que recordar que quienes escriben para los imbéciles siempre tienen un numeroso público de lectores". Arthur Schopenhauer
Segunda jornada seguida del mundial de natación sin récords del mundo, pero la competición está siendo tan buena que no se echan de menos. Hoy pasó de todo, desde hermanos compartiendo un podio hasta medallas por partida triple, pasando por una carrera de desempate y dos derrotas inesperadas: la de Dániel Gyurta en 200 braza y la de Estados Unidos en el 4×200 libre.
Estados Unidos ha estado una década (2004-2014) ganando cada prueba del relevo largo entre Juegos Olímpicos (tres), mundial en piscina larga (cinco) y PanPacíficos (otras tres), es decir, once oros seguidos en total. El dominio empezó en Atenas, con la victoria sobre el Dream Team australiano de Klim, Hackett y Thorpe y continuó durante toda la época de Michael Phelps y Ryan Lochte. Hasta que ha llegado un británico de 19 años, campeón en 200 libre en este mismo campeonato, James Guy, para acabar con la supremacía americana.
4×200 libre (masculino)
Oro: Gran Bretaña; Plata: Estados Unidos; Bronce: Australia
James Guy afrontó el cuarto tramo con 1’’63 de desventaja respecto a Estados Unidos, que lideraba la prueba, pero esa renta no basta cuando te enfrentas al campeón del mundo de la distancia. Guy lo recuperó todo y acabó dando a Gran Bretaña su primer título mundial en un relevo masculino.
Estados Unidos gastó sus dos mejores balas en las dos primeras postas y, aunque luchó hasta el final por el oro, acabó quedándose con la plata. Es la sexta medalla de Lochte en este relevo: iguala el récord de más preseas en una misma prueba de él mismo en 200 estilos, Gilot en 4×100 libre y Pellegrini en 200 libre femenino.
Australia, con la misma táctica de Estados Unidos, se hundió en el tramo final con cada relevista, pero salvó la medalla de bronce. Un bronce que también se lleva Grant Hackett, primer relevista en las series clasificatorias. Hackett, que volvía a la competición tras siete años retirado, suma su 19ª medalla en los mundiales: empata en el tercer puesto histórico (tras Phelps y Lochte) a Natalie Coughlin y es el nadador con más años de separación entre su primera y última medalla mundialista (los 17 años y 206 días que van desde su triunfo en el 4×200 libre de Perth 1998 a este meritorio bronce).
Como la final se decidió en el último largo, todo el podio estuvo separado por 1’’01, la menor distancia en la historia de la prueba.
100 libre (femenino)
Oro: Bronte Campbell (AUS); Plata: Sjöström (SUE); Bronce: Cate Campbell (AUS)
Ganó Campbell, como en 2013, pero no lo hizo la Campbell que se esperaba. La menor de las Campbell, Bronte, tuvo el mejor inicio y supo aguantar en cabeza toda la prueba para suceder en lo más alto del podio a su hermana mayor. Es la primera vez que dos hermanas comparten podio mundial en una prueba individual.
Sjöström se quedó con la plata, como hace dos años. La sueca es la segunda mujer que repite subcampeonato en la prueba, tras Shirley Babashoff en 1975.
Con el bronce de Cate Campbell, Australia consiguió dos medallas en el 100 libre femenino por primera vez en su historia. Ningún país lo conseguía desde Alemania (plata y bronce) en 2001.
200 espalda (masculino)
Oro: Larkin (AUS); Plata: Kawęcki (POL); Bronce: Rylov (RUS)
Mitchell Larkin acabó con el monopolio de Estados Unidos en una prueba en la que había tenido al campeón desde Perth 1998 y en la que no se quedaba sin medalla desde Perth 1991. Además de acabar con le hegemonía americana, Larkin se convirtió en el primer australiano campeón de la prueba, en el primer hombre con el doblete 100-200 espalda desde Aaron Peirsol en Montreal 2005 y batió su récord de Oceanía para dejarlo en 1’53’’58.
Los siempre espectaculares virajes de Radosław Kawęcki le dieron la plata, como en 2013. El polaco es el segundo hombre subcampeón de la prueba en ediciones seguidas, tras el japonés Ryosuke Irie (2009 y 2011).
El bronce de Evgeny Rylov es la segunda medalla de Rusia en la prueba, 21 años después del título de Vladimir Selkov.
200 braza (femenino)
Oro: Watanabe (JAP); Plata: Lawrence (USA); Bronces: Vall (ESP), Pedersen (DIN) y Shi (CHN)
La danesa Rikke Møller Pedersen puso ritmo de récord del mundo en los 150 primeros metros y lo pagó en un último largo, que nadó en más de 39 segundos y casi le deja fuera del podio.
Con el hundimiento de la que lideraba la prueba el título quedó a merced de Kanako Watanabe, segunda japonesa campeona del mundo, tras Hoshi en el 200 mariposa de ayer, y la primera japonesa con medalla en cualquier prueba de braza.
La otra noticia de la carrera estuvo en la triple medalla de bronce, una de ellas para Jessica Vall, la primera persona española que se sube el podio mundial en braza y que nadó el último largo un segundo mejor, como mínimo, que cualquiera de sus rivales. Es la primera vez en la historia del mundial de natación (piscina corta o larga) que tres nadadores comparten una misma medalla.
200 braza (masculino)
Oro: Koch (ALE); Plata: Cordes (USA); Bronce: Gyurta (HUN)
El 200 braza ha sido una de las mejores finales de todo el campeonato. Cuatro nadadores iban a ritmo de récord del mundo al paso de los 150 metros y esos mismos cuatro se jugaron las medallas en un apretado esprint final. Y el campeón del mundo fue el vigente campeón de Europa, el alemán Marco Koch, primer hombre de su país que gana la prueba.
El estadounidense Kevin Cordes, que venía de ser tercero en el 50 braza, consiguió la medalla de plata en la prueba larga. Cordes es el tercer nadador con medalla mundial en 50 y 200 braza, tras Brendan Hansen y Kosuke Kitajima, pero el primero que lo hace en el mismo campeonato.
El bronce fue para Dániel Gyurta, que se quedó sin su cuarto título consecutivo, pero logró su cuarta medalla en 200 braza e igualó el récord de Kosuke Kitajima. Desde su quinto puesto en los JJ. OO. de 2008, Gyurta había ganado cada final de 200 braza que había nadado en la gran competición internacional, excepto la del mundial en piscina corta de Dubái 2010, acumulando un palmarés de un oro olímpico, tres mundiales en larga, dos mundiales en corta, un oro europeo en larga y dos oros europeos en corta.
Waterpolo femenino. Final
USA 5-4 NED. Países Bajos marcó gol en cada cuatro, no encajó ninguno ni en el primero ni el último y aún así no pudo derrotar al mejor equipo del mundo sostenido en el partido por las doce paradas de Ashleigh Johnson. Estados Unidos consiguió su cuarto título mundial y completó un pleno histórico puesto que actualmente es campeón olímpico, mundial y continental (en su caso los Juegos Panamericanos) siendo el primer país en la historia del waterpolo femenino en ostentar la Triple Corona a la que hay que añadir los títulos en Copa del Mundo y Liga Mundial. Un pleno que puede continuar varios años más porque las americanas también son las vigentes campeonas mundiales júnior y juvenil.
A esta selección de Estados Unidos solo le puede aguantar la comparación otra entre todos los deportes colectivos, la de voleibol de Brasil que entre el oro olímpico de 2004 y el título de la Liga Mundial de 2007 (es decir, casi tres años) fue, a la vez, campeón olímpico, mundial, sudamericano, de la Copa del Mundo, de la Copa de Campeones y de la Liga Mundial.
Waterpolo femenino. Partido por el bronce
ITA 7-7 AUS (Penaltis: 5-3). Italia consiguió medalla en sus cuatro primeros mundiales (1994-2003), pero luego inició una racha de cinco campeonatos seguidos sin subirse al podio hasta este bronce de Kazán, la primera medalla decidida por penaltis en la historia del torneo. Australia se despide del campeonato acumulando tres partidos seguidos sin conocer la victoria, récord negativo particular.
* David Fernández es estadístico.
– Foto: R-Sport (MIA Rossiya Segodnya)
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