De la mano de Jack y Aaron

por SEBASTIAN DUQUE el 27 noviembre, 2013 • 12:41

Otra noche para la ilusión del aficionado gunner en el Emirates. El Arsenal realizó un gran partido ante un Marsella que no ofrece demasiadas facilidades, pero que aun así no ha puntuado en esta Champions. La gran baza de este equipo es el centro del campo. Es la zona fina, y la complementa una solidez defensiva sobresaliente y un Giroud excelso. Ramsey, Rosicky y Flamini fueron los dueños del encuentro. La estrella, el hombre de la casa: Jack Wilshere. Dos golazos que dejan al Arsenal con doce puntos, a nada de la clasificación a la siguiente ronda. El equipo de Arsène Wenger sigue dando argumentos para creer que a final de temporada habrá al menos una sonrisa.

Nada más comenzar el partido, tras recuperar la pelota en la última línea el Arsenal, el balón le llegó a Sagna, quien lanzó un pase vertical a la carrera de Wilshere. Jack regateó y la clavó a la esquina superior de la portería francesa con una clase tremenda. No había pasado ni un minuto de juego.

El Arsenal dispuso un 4-1-4-1 en el que Ramsey y Rosicky ayudarían a sacar la pelota. El galés y el checo se ubicaban casi a la altura de Flamini, y desde ahí intentaban dar fluidez a la salida. Por delante, Özil y luego Giroud. Wilshere se ubicaba en el perfil derecho del campo, a pierna cambiada, entre el alemán y el francés. Por momentos era un 4-3-1-2 en el que Wilshere ejercía de delantero, pero más abierto que el ariete del equipo. El Marsella se plantó con un 4-4-2 muy cortito en rombo a la hora de asfixiar la salida de los locales, que se volvía un 4-4-2 en línea cuando los locales superaban la presión.

Los gunners se pasaban tranquilamente la pelota en el primer cuarto de campo, esperando a que apareciera el espacio por donde entrar. El lado izquierdo del Olympique fue el destino del ataque londinense. Khelifa y Morel no estuvieron nada bien al momento de defender, y era un pasillo fácil para los de Wenger. El Arsenal casi nunca utilizó el recurso del balón en largo. Pacientemente aguardaba para dividir al contrario. Cuando aparecía ese hueco, Ramsey o Rosicky se descolgaban al ataque. Uno de los dos se quedaba acompañando a Mathieu. Así, el partido bajó en intensidad.

Ramsey se exhibió en el oficio del pase: 88 % de efectividad (97 de 110). Además, completó seis entradas, provocó un penalti y fue el autor de un penúltimo pase genial para el segundo tanto. Su momento es dulce. Özil reiteró sus apariciones esporádicas; no está los noventa minutos del partido sobre el terreno de juego. Se plantó en la izquierda a menudo, permutó con Wilshere en contadas ocasiones en la derecha y asistió en el segundo gol.

EN LA SEGUNDA MITAD, A CORRER

Los últimos cuarentaicinco minutos del partido dejaron ver muchas más transiciones que en el primer tiempo. El Arsenal esperó para salir con espacios. Mertesacker está a tope, y en el área le va bien. Frustró varias veces los ataques del Marsella. Aun así, los entrenados por Beaup gozaron de dos ocasiones claras para descontar. No lo lograron. En esta edición de la Champions la falta de pegada les está castigando sobremanera. Logra crear peligro, pero no de forma constante. Y cuando llega, falla.

Wenger sacó a Walcott, y este entró en ese juego de permutas del centro del campo gunner. Habrá que ver qué papel le espera en este año, qué rol jugará. También ingresaron Cazorla y, al final, Arteta. En el equipo visitante, Valbuena y Thauvin, reservados de inicio, entraron para buscar el empate, pero no lo consiguieron. El Arsenal encontró el segundo gol, también por medio de Wilshere, a los 65 minutos. Ahí selló la victoria.

La fase de grupos del Arsenal, tras cinco fechas de Champions, deja un balance positivo, más allá de la derrota en casa ante el Borussia Dortmund. Cuenta con doce puntos, y quedará eliminado solo si pierde por tres goles o más en San Paolo. Al otro lado, el Dortmund debe vencer al Marsella, que buscará al menos un punto de honor luego de un certamen europeo para el olvido. Los cañoneros de Londres tienen todo a su favor para lograr el pase, a pesar de que vengan partidos complicados en la Premier League. Las sensaciones los avalan. La confianza crece. El Arsenal tiene con qué.

* Sebastián Duque es periodista.

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– Foto: Graham Chadwick (Daily Mail)