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Santoral / Historias

Danny Blanchflower: el motor de los Norn Iron

por el 30 enero, 2016 • 13:54

Histórico jugador de los spurs y la selección norirlandesa, está considerado uno de los mejores centrocampistas británicos del siglo XX. Formó parte de la brillante generación de futbolistas de Irlanda del Norte que despuntó a finales de los 50 y principios de los 60. Nacido el 10 de febrero de 1926 en Belfast (Irlanda del Norte), ocupaba el puesto de medio derecho. Creador de juego dotado con un magnífico dominio del balón, enorme precisión en el pase y gran visión, era además un entrenador en el campo. Tácticamente extraordinario, se encargaba de gestionar y tomar decisiones sobre sus compañeros y el equipo en el terreno de juego. Su hermano fue Jackie Blanchflower, centrocampista del Manchester United que sobrevivió al accidente aéreo en Múnich, pero que tuvo que retirarse por las graves secuelas que le dejó el suceso.

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Desde pequeño sintió pasión por el fútbol y era muy habitual verle jugar por las calles de Belfast junto a su hermano. Trabajó como electricista en una fábrica de cigarrillos y tras el estallido de la II Guerra Mundial se unió a la Organización ARP, que se encargaba de las baterías antiaéreas. En 1943 engañó con su edad y se alistó en la Royal Air Force, que le llevó primero a Escocia y luego a Canadá.

Regresó a su país tras el final de la guerra y jugó unos meses en el Belfast Celtic para finalmente acomodarse en el Glentoran. Con los capitalinos permaneció cuatro años, hasta 1949, momento en el que fue traspasado al Barnsley inglés por 6.000 libras. En el cuadro rojo, que por entonces milita en la Second Division, jugó dos temporadas y empezó a llamar la atención de clubes de superior nivel. El Aston Villa se interesó por él en 1951 y tras unas arduas negociaciones lo firmó tras abonar 15.000 libras en concepto de traspaso.

Con los villanos se produjo su gran despegue en el fútbol inglés, al convertirse en poco tiempo en una de las figuras y además en el capitán del plantel. El club de Birmingham construyó un equipo totalmente nuevo tras la guerra y con Blanchflower, otro norirlandés como McParland, los ingleses Dixon, Aldis y Lynn o los irlandeses Martin y Walsh en la plantilla ocupó habitualmente puestos en mitad de la tabla.

El ciclo del centrocampista en el Aston Villa finalizó en 1954, después de jugar 148 partidos oficiales y marcar diez tantos. En ese verano se produjo una dura pugna entre dos entidades londinenses por su fichaje, el Arsenal y el Tottenham. La mayor cantidad de dinero que acabaron poniendo los spurs, unas 30.000 libras, decantó la balanza para el conjunto de White Hart Lane, que se llevó a un jugador clave durante la siguiente década.

En sus primeros años coincidió con los veteranos Ramsey, Bill Nicholson, el portero Ditchburn, Eddie Baily o George Robb, pero fue con la llegada de los años 60 cuando el Tottenham reinó en Inglaterra y además logró el primer título europeo de su historia. Blanchflower se convirtió en capitán y uno de los estandartes del equipo, y a título individual fue premiado en 1958 y 1961 como el mejor jugador de la liga por los medios de comunicación. La temporada 1960-1961 marcó un hito en la historia de la entidad al conquistar un fantástico doblete de liga y copa. En el torneo de la regularidad, que llevaban nueve años sin ganar, batieron al Sheffield Wednesday y al Wolverhampton, mientras que en la copa, cuarenta años después del último entorchado, derrotaron de forma consecutiva a Charlton, Crewe Alexandra, Aston Villa, Sunderland y Burnley (tras un replay) y al Leicester por 2-0 en la gran final.

En la siguiente temporada alzaron la Charity Shield frente a un combinado de la liga con Armfield, Haynes, Byrne o Charlton (al haber logrado el doblete) y además renovaron el título en la FA Cup contra el Burnley con un tanto de penalti de Blanchflower. Pero la ilusión por ganar la Copa de Europa se vino abajo en semifinales tras caer frente al Benfica, después de un gran rendimiento en las rondas previas ante el Dukla de Praga o el Feyenoord.

Sin embargo, esa segunda victoria copera les permitió participar entre 1962 y 1963 en la Recopa de Europa, otra competición continental de reciente creación. Ni el Rangers, ni el Slovan Bratislava ni el OFK de Belgrado fueron rivales de consideración en su camino hacia la final, donde se encontraron con el vigente campeón, el Atlético de Madrid. Los spurs, con una colección de magníficos futbolistas que incluye al propio Blanchflower, Greaves, Ron Henry, Maurice Norman, el galés Cliff Jones o los escoceses White y Brown aplastaron a los rojiblancos en Róterdam por 5-1 en un choque para el recuerdo. De esta forma levantaron su segundo título del curso, tras el cosechado en la Charity Shield a principio de la temporada frente al Ipswich Town.

Un año después, justo al cumplirse diez años desde su llegada, Blanchflower se despidió de la camiseta blanca del Tottenham y la hinchada le homenajeó con todos los honores que merecía. Fueron más de 400 partidos con el equipo londinense, en los que marcó 27 goles. No fue su retirada definitiva, porque en 1965 disputó algunos partidos con el Durban City.

Con la selección norirlandesa disputó un total de 56 partidos, en los que marcó dos goles. Debutó en 1949, cuando el equipo nacional era el irlandés y aún no había adoptado el nombre de Irlanda del Norte. Fue en el Campeonato Británico, en un choque de mal recuerdo para el centrocampista. En Belfast se enfrentaron a Escocia, que les derrotó de manera apabullante por 2-8 para decepción de la hinchada verde. A lo largo de su carrera participó en numerosos duelos de esta competición, cosechando a menudo resultados muy discretos. No sumó su primer triunfo hasta el año 1955, cuando ya defendía los colores de Irlanda del Norte. En aquella ocasión sí consiguieron vencer a Escocia en Belfast por 2-1 en el debut del torneo a principios de octubre.

El nivel del equipo creció con rapidez y pasado el ecuador de la década de los cincuenta conquistó en tres ocasiones el British Home Championship, aunque siempre de forma compartida. En 1956, los cuatro países sumaron una victoria y un empate y empataron con tres puntos en la primera plaza. Pero fue en 1958 y 1959 cuando la Green & White Army se codeó con el gigante inglés para alzar el trofeo. Con la mejor generación de su historia, en la que además de Blanchflower había otros ilustres como Gregg, Bingham, McIlroy o su hermano Jackie, Irlanda del Norte alcanzó hitos como doblegar a Inglaterra en Wembley o salir con vida del siempre temible Hampden Park de Glasgow.

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Selección norirlandesa (1957)

El éxito no se detuvo solo en las Islas, sino que se amplió al continente europeo. En 1957, con Blanchflower como capitán, los Norn Iron iniciaron el camino para llegar al Mundial de Suecia de 1958. En el grupo 8 les tocó en suerte durísimos rivales como Italia y Portugal, y contra pronóstico acabaron liderando la clasificación. Sus dos primeros envites fueron lejos de casa: empataron en Lisboa y perdieron por la mínima en Roma. Sin embargo, hicieron de Windsor Park un fortín en el que apabullaron al cuadro portugués de los Pedroto, Jose Aguas y Hernani por 3-0 y al italiano, en el que militaban los nacionalizados Schiaffino y Ghiggia o los italianos Pivatelli y Segato por 2-1.

De esta forma se ganaron su presencia mundialista en tierras suecas por primera vez. A la hora del sorteo de la Copa del Mundo, pocos apostaban dinero por los hombres de Peter Doherty, pero de nuevo en Suecia volvieron a rendir a un nivel espectacular. En el grupo 1 acompañaron a Alemania Occidental, Checoslovaquia y Argentina. En el debut derrotaron a los centroeuropeos, pero en la segunda jornada la albiceleste les ganó por 3-1. Una derrota antes los alemanes les condenaba, pero un empate a dos les aseguró a acudir a un playoff ante los checoslovacos celebrado en Malmö. Y otros dos goles de McParland (sumaba ya tres), uno de ellos en la prórroga, otorgaron al equipo liderado por Blanchflower un hueco en cuartos de final. Allí ya no pudieron hacer frente al empuje de Francia, que con un doblete de Fontaine les mandó para casa.

La carrera de Blanchflower continuó unos años más, en los que le dio a tiempo a intentar sin éxito otra presencia mundialista en Chile. En la fase de clasificación, Irlanda del Norte jugó ante Alemania Occidental y Grecia, pero el pase finalmente se lo llevaron los alemanes. Además, la creación de la Eurocopa de Naciones le permitió despedirse con buen sabor de boca del equipo nacional, al jugar su último partido en una eliminatoria de la primera ronda de calificación del torneo de 1964 ante Polonia. En la ida ganaron por 0-2 en Chorzów y en la vuelta, el 28 de noviembre de 1964, con 30.000 personas en las gradas de Windsor Park, Danny Blanchflower se despidió ante su público con una clara victoria.

Posteriormente, en la década de los 70, tuvo dos experiencias como entrenador. En 1976, la federación de su país le designó como seleccionador con el objetivo de acudir al Mundial de Argentina. Sin embargo, en la clasificación, Irlanda del Norte fue superado por los Países Bajos y Bélgica y solo quedó por delante de Islandia, tras sumar cinco puntos. Siguió en el cargo hasta 1979, aunque en su último año compaginó la labor de seleccionador con la de técnico del Chelsea, al que no pudo salvar del descenso a la Second Division.

Además, a lo largo de su vida también ejerció como comentarista de partidos de fútbol y llegó a trabajar para la CBS estadounidense o Sports Illustrated. En sus últimos años de vida padeció alzheimer. Falleció el 9 de diciembre de 1993 en Londres a los 67 años de edad.

* Alberto Cosín.





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