«El central que fichará el Barcelona llegará de la Premier League». Con esta información que adelantaban los medios catalanes, los nombres de David Luiz y Agger saltaron a la palestra. El danés se sitúa como fichaje que hay que realizar si fracasa la operación del jugador brasileño, pero la posible marcha de Skrtel al Napoli de Benítez podría complicar cualquier intento de hacerse con una de las opciones que baraja el Tata Martino.
Alto, espigado, llegando casi al metro noventa de altura, Agger es el típico central estirado, muy difícil de batir por arriba. A pesar de su envergadura, es de la escuela de los centrales ágiles y con zancada larga. Combina entrar al balón y aguantar al regate, sabedor de sus capacidades. Es rápido pero sin dejar de ser fuerte y poder ir al choque. Cuenta con un déficit, el de las lesiones. Tanto que avisó con retirarse si volvía a sufrir un percance grave. Con el Liverpool, tan solo una temporada (la última) ha superado la treintena de partidos en liga. Y eso para un equipo que lo quiere fichar para desempeñar el papel de central titular y disputando las tres competiciones, como es el Barcelona, es un factor negativo. Como cifra, están las cuatro lesiones durante dos años que sufrió entre 2010 y 2012 que le alejaron de los terrenos de juego un total de ocho meses.
Es zurdo. Se maneja más o menos la derecha, pero siempre que tiene opción orienta el cuerpo hacia el lado izquierdo. Agger es alto y rápido, características que busca el Barcelona para la pareja de Piqué.
Mientras Rafa León citaba a Mangala como africano de “pura cepa” en el ámbito psicológico sin querer caer en el tópico, Agger es lo contrario al comportamiento frío y distante del futbolista nórdico. Posee un fuerte temperamento tanto dentro como fuera del campo. Cuentan que Hodgson lo despojó de la titularidad por cuestionar el estilo de juego –tosco y arisco– que desempeñó su Liverpool.
Poco a poco ha conseguido ser un referente para la grada de Anfield y uno de los líderes del vestuario. Tanto que alzó la voz para criticar la venta de Fernando Torres al Chelsea. “Torres no ha tenido respeto por el Liverpool”, dijo. En este sentido es superior a David Luiz, jugador que pugna con el danés por fichar por el Barcelona, teniendo dotes de líder.
Pierde muchas veces el sitio, pero porque sabe que tiene elevadas opciones de hacerse con el balón. Bastante organizado aunque es, quizás, uno de los aspectos en los que debería mejorar. Es un central que no acostumbra a encimar al delantero y, por tanto, se la juega a su instinto a la hora de buscar el balón (no siempre acierta). Es muy difícil superarle en defensas de transición. Además, acostumbra en el Liverpool a ser el central que salta mientras Skrtel o Carragher hiciesen la cobertura.
Cuando el Liverpool no encuentra a Gerrard en la salida, el danés sale e incluso se atreve a zafarse de los rivales con fintas y, a partir de ahí, busca el desmarque o, incluso, el disparo. Ahora bien, siempre que tiene al medio organizador cerca no arriesga.
De los mejores en su puesto. En un amistoso en pretemporada lo probaron de delantero y marcó dos goles. Su zancada y gran conducción de balón le han valido para marcar goles de treinta metros, siendo avalado con el premio a mejor gol del mes en la Premier League. Tiene un gran golpeo de balón, bastante fino, siempre con la zurda. Su técnica de pase es excelsa, especialmente en el pase en largo, que es preciso.
Otra de sus grandes cualidades son las entradas. Sabe cuándo y cómo tiene que ir al suelo y siempre en el momento preciso. Es difícil de rebasar en movimiento y en el uno contra uno es poco menos que difícil de superar. Su problema llega cuando el balón le cae en la derecha, momento propicio para que cometa errores.
Cuentan que los problemas que tuvo con Hodgson fue por cuestionar el estilo de juego, conformándose así con la llegada de Rodgers y su premisa de tener el balón. Una de sus características, el pase en largo, lo utiliza a pesar de no ser exigido por una presión alta. Eso sí, a diferencia de muchos centrales, no la rifa, sino que su pase lo utiliza con mucho criterio. Si el defensa le tapa pero no acude a la presión, lo utiliza, pero si tiene al mediocentro creador libre de marca le cede el cuero para que inicie jugada.
Es el jugador con más peligro junto con su compañero Skrtel en jugadas a balón parado, siendo una alternativa anotadora de un equipo al que le cuesta marcar sobremanera sin Luis Suárez en el campo.
En el último año ha estado presente en una defensa que aún no se ha asentado. El sistema de Rodgers, 4-3-3, se basa en dos laterales largos y en unos interiores que, hasta el momento, no han funcionado del todo. A Agger se le ha acumulado trabajo realizando coberturas. Pese a eso, el Liverpool ha tenido la posesión en la gran mayoría de los partidos, lo que ha dado lugar a una defensa adelantada. Por arriba es difícilmente superable, tanto en envíos laterales como en balones centrales.
Eso sí, es bastante impredecible adivinar cómo encajaría Agger en el Barcelona. Sus fallos se deben a que su grado de actuación es alto, algo que en el equipo del Tata Martino no ocurriría, por tanto, al reducir al mínimo estos, requiere un gran nivel de concentración defensivo.
Daniel Agger es un futbolista que plantea un fichaje con muchas ventajas y pocos inconvenientes, pero que podrían desbaratar cualquier beneficio táctico/técnico/físico que aporte el futbolista. Las lesiones que ha sufrido durante toda su carrera son un déficit que tendrá que tener el cuenta el Barcelona. El hecho de acabar contrato en 2014 abarataría la operación.
* Carlos Jiménez Barragán es periodista.
– Foto: Reuters
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