1.- Llegaba el Eibar al Camp Nou con el entorno culé algo despistado, entre el parón de selecciones y los aplausos a Núñez en la Asamblea General. Y el conjunto de Garitano, tan humilde como bien trabajado y competitivo lejos de Ipurua, se lo puso difícil a los de Luis Erique.
2.- El equipo vasco se situaba en 5-3-2. La idea de Garitano: cerrar los pasillos interiores y tener dos opciones para salir al contraataque. Cuando el Barça tenía la posesión, Saúl y Capa se descolgaban y el Eibar defendía en repliegue medio-bajo con ocho jugadores por detrás del esférico. Pero cuando Bravo sacaba, líneas adelantadas para impedir la circulación del Barça. Y, durante la primera parte, lo consiguió.
3.- El Barcelona no empezó del todo mal, creando peligro por la izquierda con la movilidad de Sergi Roberto y las conducciones de Neymar. Pero pronto volcó el juego a la derecha y todo se hizo tan monótono como predecible. Pedro conducía pero no atraía ni eliminaba jugadores, y la circulación de balón eran muy lenta, con demasiados toques de cada jugador. Solo alguna recepción de Messi entre líneas suponía cierto desahogo para el Barça.
4.- El argentino tuvo dos ocasiones, pero una salió cerca del palo y la otra, en uno contra uno con Irureta, la sacó el guardameta cuando Messi buscaba el caño. Más allá de esto, nada. El Barcelona recurría a la banda derecha, y las apariciones de Alves eran demasiado predecibles: conducción y centro, balón para el Eibar. El Barcelona solo creaba peligro con acciones individuales de Neymar y sobre todo Messi. Ni rastro de juego colectivo, aunque sin duda las rotaciones en el centro del campo afectaron.
5.- En los últimos cinco minutos, el Barça sufrió. Primero, con un despeje del Eibar que cogió desprevenido a Piqué (aunque había fuera de juego). Capa le ganó la espalda, regateó a Bravo y, a puerta vacía aunque algo escorado en el costado izquierdo, lanzó fuera. No se había recuperado aún el Camp Nou cuando un balón largo sembró otra vez el peligro. Saúl Berjón realizó un desmarque fuera-dentro y Alves, incomprensiblemente, detuvo su carrera y perdió la marca. Pero, por suerte para los blaugrana, Claudio Bravo es hoy por hoy un seguro de vida.
6.- La segunda mitad no empezó demasiado fluída para el Barcelona, y Luis Enrique mandó calentar a Iniesta, que aceleró su entrada tras un choque entre Lillo y Sergi Roberto, que provocó el cambio del segundo. Con Iniesta, Xavi se mostraba más importante en la salida de balón y el manchego podía combinar entre líneas con Messi, haciendo que la circulación culé fuera más veloz. En una de estas, los de Luis Enrique encontraron a Messi con espacio para pensar. Xavi realizó un gran desmarque de ruptura a la espalda de la defensa y, claro, Messi lo vio. El capitán blaugrana definió al primer toque y puso el 1-0 para el Barcelona.
7.- Con el Camp Nou más tranquilo y la asociación Xavi-Iniesta-Messi funcionando, llegaron los mejores minutos del Barcelona. También ayudó la hiperactividad en los movimientos sin balón de Sandro Ramírez, que había entrado por Pedro. Los culés movían bien el esférico y podían encontrar a Alves que, en el minuto 66, puso por primera vez un centro al punto de penalti y no al área pequeña. Neymar, solo, remató también al primer toque. El 3-0 llegaba en el enésimo centro de Alves, el primero con sentido. Parecía que el Eibar dejaba al brasileño que centrara, defendiendo cómodos en el juego aéreo, pero esta vez salió “cara” para el Barcelona.
8.- Eran los mejores minutos de los locales, que incluso decidían al contraataque, con una buena combinación entre Messi y Neymar. El brasileño asistía al primer toque para que el argentino definiera al palo largo. Será importante sumar la transición ofensiva al repertorio de juego culé en partidos con menos posesión de balón o cuando esta no sea fluida.
9.- En los últimos minutos entró Munir por Neymar, que tenía amarilla, y no pasaron demasiadas cosas. Realmente, solo una. Iniesta encontraba reiteradamente a Messi y, cuando no, el argentino se las apañaba para recibir entre líneas o conducir desde el centro del campo. La defensa del Eibar reculaba y Messi, más a trote que al esprín, tuvo dos ocasiones de gol, una en conducción en el balcón del área y la otra, de cabeza, tras una gran asistencia de Iniesta. Pero el argentino no pudo marcar ningún tanto más, por lo que queda a un gol (tiene 250) de igualar a Telmo Zarra en la lista de máximo goleadores históricos de la Liga. Próxima parada, Santiago Bernabéu.
10.- Para el Barcelona, el día de hoy ha dejado buenas y malas noticias. En el capítulo positivo, el gran nivel de Mathieu, de Bravo (que llegará al Bernabéu sin recibir un gol, hecho histórico y destacado), y el papel de Xavi, clave en el centro del campo pese a las rotaciones de Luis Enrique. Y claro, Leo Messi. Goleador y asistente, participativo, definitivo y omnipresente. El mejor argumento blaugrana para el difícil encuentro ante un Madrid lanzado.
11.- Lo negativo deja un mal nivel individual de Pedro, Alves y Piqué, lo predecible del juego culé hasta la salida de Iniesta, y la ausencia de peligro ofensivo si Messi o Neymar no se inventan una genialidad. También, por supuesto, los errores defensivos de Piqué y Alves, que bien pudieron cambiar el resultado si Bravo y el desacierto de Capa y Saúl no lo hubieran evitado.
y 12.- Hoy el Barça no funcionó en lo colectivo, pero tuvo a Messi. Y eso sigue siendo mucho. Casi todo.
* Ismael Ledesma.
– Foto: EFE
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