1.- Pocos motivos para la esperanza te quedan cuando visitas el Camp Nou y en el minuto tres de partido te encuentras con un jugador menos y 1-0 en el marcador. El plan de Ernesto Valverde parecía interesante, buscando arriba al Barcelona con Eraso e Iñaki Williams, y las bazas de Munian y De Marcos atacando la espalda de los laterales culés. Tendremos que esperar a los duelos de Copa para saber si el Athletic consigue competirle al Barcelona como lo hiciera en la Supercopa de España.
2.- El partido comenzó con un error de Piqué y una ocasión clarísima de Eraso, quizá el único momento en que el Athletic Club se vio con opciones de puntuar en el Camp Nou. Porque segundos después, Suárez era derribado por Iraizoz dentro del área visitante, lo que provocaba la expulsión del guardameta vasco y el penalti transformado por Messi, que sin hacer nada excepcional para él volvió a ser inalcanzable para el resto durante la primera parte.
3.- Poco podemos decir del argentino, al que ya no se le pueden poner maquillajes que tapen lo evidente: Messi es un talento sin parangón en la historia del fútbol. Sin retos para la mayoría pero con un mundo para él, el galardonado ’10’ culé sigue evolucionando en su juego, este año otra vez más centrado y más cerebral que nunca, descansando en la segunda mitad tras descubrirse unas pequeñas molestias musculares. Entró por él Arda Turan.
4.- En los bilbaínos, repliegue medio y Williams como una isla por delante. Aun así, tuvo tiempo de seguir mostrando que será (es) un excelente futbolista, atacando al espacio, interpretando cuando pausar el juego y pidiendo siempre el balón, pese a la dificultad del Athletic a la hora de salir en transición. Mientras, en el Barça, con Jordi Alba y Aleix Vidal como extremos, Suárez barriéndolo todo y Neymar desatado, los goles caían por inercia. Neymar y Luis Suárez se buscaban –y se encontraban–. Primero marcó el brasileño, a pase de su socio en ataque. El turno fue después para el uruguayo, que en un día de poco acierto técnico es capaz de asistir en el de Neymar, anotar tres goles y provocar otro. 18 goles y máximo goleador de la liga.
5.- Si el fútbol es un estado de ánimo, el ’11’ es el reflejo de la perenne sonrisa culé. Y si la plasticidad tiene un nombre, se llama Neymar Junior. El futbolista con el cambio de ritmo más imponente del mundo hizo una de las suyas para regalar el cuarto gol a Ivan Rakitic, sustituido inmediatamente por Sergi Roberto. Luis Suárez completó su hat-trick tras asistencias de Busquets y Arda Turan.
y 6.- Y Sergio Busquets. Quizá el único futbolista para Luis Enrique igual de importante –o más– que el tridente.
* Ismael Ledesma.
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