"Cada acto de aprendizaje consciente requiere la voluntad de sufrir una lesión en la propia autoestima". Thomas Szasz
Nadie podía imaginar antes de jugar del Shakthar Donetsk-Sevilla que para Krohn-Dehli el resultado iba a ser lo de menos. En una disputa en el mediocampo, sin mediar apenas contacto, el jugador danés debió escuchar un crujido antes de notar el dolor. Su rótula se había soltado del tendón que la une a la tibia. Las imágenes eran espeluznantes. En el campo, todo el mundo se dio cuenta enseguida de la gravedad de la lesión y reclamó con vehemencia la asistencia médica. El jugador fue retirado en camilla con más miedo por lo aparatoso de la avería que por el propio dolor. El diagnóstico: fractura arrancamiento del polo inferior de la rótula de la rodilla. Ha sido intervenido con éxito y no se le espera hasta bien entrada la temporada 2016-2017.
Se conoce que el jugador del Sevilla había estado tratándose por una tendinitis de esa rodilla en las semanas previas a la lesión del otro día. También conocida como la rodilla del saltador, no es una dolencia exclusiva de este tipo de futbolistas. Atletas como el extraordinario saltador de longitud Mike Powell, el jugador de béisbol Carlos Beltrán, los jugadores de baloncesto Carmelo Anthony y Pau Gasol o el tenista Rafa Nadal son algunos de los muchos deportistas que se han enfrentado a esta lesión tan complicada. Normalmente, cuando se detecta el problema, el cuadro ya es crónico. Estos atletas tienen, en ocasiones, que readaptar su estilo de juego, carrera o salto o regular el número de competiciones en las que participan. La posibilidad de tener nuevas recaídas o que el tendón se rompa existe porque hay varios factores que convergen: su musculatura, su estilo de juego, su constitución física o esa entrega en cada entrenamiento como si fuese el último. Es lo que tiene el deporte de élite. Grandes esfuerzos y sacrificios físicos para el organismo, que está al límite y, en ocasiones, lo rebasa, con la consiguiente aparición de las temidas lesiones, que en la mayoría de los casos se cronifican y limitan la vida del deportista.
Hay muchas causas que provocan dicha tendinopatía. Lo más frecuente es que sea el resultado de prolongadas y repetidas sobrecargas mecánicas. Los cambios que se producen en el espesor del tendón son debidos, al comienzo del proceso, a microrroturas que provocan el deterioro del colágeno y provocan la producción de la fibrosis (tejido de cicatrización). El colágeno es un elemento fundamental del tendón y es responsable de la mayoría de las propiedades de los tendones, como la capacidad de adaptación al esfuerzo y la elasticidad. Si se produce la fibrosis, el tendón deja de ser una goma elástica para convertirse en una cuerda, con la consiguiente peor adaptación al esfuerzo que en su estado natural.
Por esto motivo, es imprescindible una supervisión continua y un programa de entrenamiento donde se incluyan los ejercicios de modalidad excéntrica, muy importantes para que la estructura del tendón sea lo más competente y resistente al esfuerzo. También se se debe realizar fisioterapia específica para el tendón que ayude a disminuir al máximo las probabilidades de recaída. A vaces también es necesaria una programación más delicada de sus entrenamientos y las competiciones que afrontan.
Es una polea que conecta el cuádriceps a través de su tendón, que a su vez se inserta en la zona superior de la rótula. De ella, en su polo inferior, nace la inserción del tendón rotuliano que termina en el relieve que se describe en la tibia, la tuberosidad tibial anterior. Esas tres estructuras forman la correa de distribución encargada de la extensión de la rodilla. Las tensiones a las que se somete el tendón rotuliano son realmente importantes. Dicho tendón se comporta como un elástico, se estira y se elonga miles de veces al cabo del día en nuestras actividades cotidianas como subir una escalera o salir del coche. Si además la persona se dedica al deporte profesional, los ciclos estiramiento-contracción son muy numerosos. En el caso de que el trabajo sea muy intenso, la ultraestructura del tendón no es capaz de reponerse entre las sesiones y acumula inflamación, sobre todo en la zona más débil de esa cadena de tres eslabones que es la unión del tendón rotuliano con la rótula, el polo inferior. El tendón se defiende incrementando su grosor y acumulando tejido de peor calidad que el original del tendón, tejido fibroso. Dicho tejido de sustitución no reúne condiciones tan óptimas como el original, por lo que el bucle continúa y aparece la tendinitis. Además, el aporte vascular es menor y el deterioro se perpetúa. Cuando la situación se cronifica, el tendón se debilita y puede ocurrir, como le pasó a Nadal, una rotura parcial del tendón rotuliano en la inserción de la rótula, lo que al tenista le dejó fuera de las pistas varios meses. Si el esfuerzo es puntual e intenso, la fatiga del tejido le impide resistir y se produce la rotura, la mayor parte de las veces con un arrancamiento de la unión del tendón con el hueso. También puede suceder, como en el caso de Krohn-Dehli, que el tendón se lleve consigo un fragmento de hueso, lo que llamamos una pastilla ósea.
La intervención consiste en un reanclaje de ese fragmento desprendido mediante una sutura transósea. Se realizan túneles óseos tanto en la pastilla de hueso como en el resto de la rótula, a través de los que se pasa una sutura de material no reabsorbible, es decir, que permanecerá en el cuerpo y no se degradará, lo que garantiza la estabilidad de la sutura.
El postoperatorio tiene varias fases. En las primeras semanas se realizan ejercicios de tonificación del cuádriceps. La extensión activa de la rodilla (contragravedad) y la flexión de rodilla se reservan hasta que la sutura esté completamente cicatrizada, cosa que ocurre alrededor de las 6-8 semanas. Cada paso debe ser cuidadoso, pero firme, porque el principal riesgo es el arrancamiento de nuevo del tendón por la zona de la cicatriz.
Camino largo y difícil el que les espera a Krohn-Dehli. Mucho ánimo para el danés.
* Antonio Ríos Luna es traumatólogo, maratoniano y autor del libro “Del sillón a la maratón”.
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