1.- El Barcelona afrontaba el partido ante el Sevilla con un doble objetivo: mantener la distancia de seguridad que le separa del Atlético de Madrid en lo alto de la tabla y certificar el fracaso del Real Madrid en la competición liguera al dejarlo ya a unos inalcanzables 12 puntos. Además, una victoria serviría para vengar la derrota en el Pizjuán, completar una vuelta entera en liga sin perder e igualar también el récord histórico de 34 encuentros invicto en todas las competiciones que ostenta el Madrid de Leo Beenhakker.
2.- Para conseguirlo, Luis Enrique disponía a priori de su once de gala, aunque quedaba la duda de si Sergio Busquets arrastraría alguna molestia del partido del martes en el Emirates. Finalmente el de Badía salió de inicio, pero Aleix Vidal, Mathieu, Sergi Roberto y Arda Turan dieron descanso a Alves, Mascherano, Rakitic e Iniesta. Parece claro que la ventaja en liga permite que Luis Enrique empiece a dosificar jugadores clave pensando en el tramo decisivo de la temporada.
3.- En el banquillo contrario, Unai Emery sí debía lidiar con ausencias significativas: a los lesionados Pareja y Krychowiak se sumaba la baja de Éver Banega, que cumplía ciclo tras ver la quinta amarilla la jornada pasada ante el Rayo Vallecano. La del mediapunta argentino era especialmente sensible porque además de estar en un gran momento de forma siempre ha cuajado grandes actuaciones contra los azulgrana. Su capacidad para superar la primera presión rival y lanzar a sus compañeros al contraataque podía echarse mucho de menos en un escenario como el Camp Nou.
4.- El técnico sevillista hizo un planteamiento similar al del Atlético en su reciente visita al Camp Nou: un 4-4-2 bien ordenado y con las líneas muy juntas, con Iborra situado casi a la altura de Gameiro, que dejaba progresar al Barcelona hasta la medular para negarle cualquier espacio por dentro después. Sergi Roberto y Arda apenas participaban en el juego, y a pesar de las incorporaciones de Alba y Aleix Vidal la mayoría de ataques azulgrana morían en las bandas con poca transcendencia.
5.- Cuando recuperaba la pelota el Sevilla tenía clara su vía de ataque para dañar al Barcelona: balón a Krohn-Dehli en la izquierda y progresión de Trémoulinas para penetrar por la zona de un Aleix Vidal al que todavía le falta oficio defensivo. Así se gestó el gol de Vitolo, aunque no fuera al contraataque, sino después de un saque de banda tan bien jugado por el Sevilla como mal defendido por el Barcelona, con una anticipación fallida de Piqué que descosió la zaga azulgrana.
6.- Después del gol Luis Enrique hizo algunos ajustes que cambiaron el signo del partido: Jordi Alba se prodigó menos en ataque, ayudando a Busquets en las tareas de recuperación como hace muchas veces Alves en el lado contrario y dejando que fuera Arda quien abriera el campo, misión en la que se le ve mucho más cómodo que por dentro. El movimiento en cadena provocado sobre los centrales y el pivote azulgrana permitió que en la banda opuesta Aleix Vidal atacara sin tener que preocuparse tanto por su espalda, lo que a su vez facilitó que Messi abandonara la banda para aparecer asiduamente en el carril central, donde se asociaba en corto tanto con Suárez como con Neymar. Así el ’10’ consiguió lo que no habían podido hacer los interiores azulgrana hasta entonces, penetrar por el centro del entramado defensivo sevillista y generar peligro real.
7.- En una de esas combinaciones un taconazo de Neymar permitió a Luis Suárez encarar a Rami, que tuvo que derribarle cuando se vio superado por el movimiento del uruguayo (nadie mejor que Suárez regateando con el cuerpo, sin tocar el balón). El consiguiente libre directo lo coló por la escuadra Messi, su sexto gol de falta en lo que va de temporada, y todos ellos con su equipo empatando o por detrás en el marcador.
8.- Con lo que se estaba viendo parecía que el segundo gol era solo cuestión de tiempo y éste llegó recién iniciada la segunda parte tras una nueva combinación entre Messi y Suárez que asistió (lleva 11 ya esta temporada) a Piqué para que el central diera la vuelta al marcador como si de un nueve puro se tratara.
9.- Ya sin nada que perder, Emery ordenó a los suyos presionar la salida del balón culé y dio entrada a Konoplyanka y Juan Muñoz para refrescar el ataque sevillista. Luis Enrique respondió dando entrada a Alves, Iniesta y Rakitic para que con el once de gala el Barça rematara el partido. Quiso conseguirlo como viene haciéndolo últimamente, permitiendo algunos arreones del rival para generar así los espacios que necesita la MSN para sentenciar a la contra, pero las grandes intervenciones de Rico y la incapacidad del árbitro para ver un penalti a Neymar tras una espectacular jugada del brasileño evitaron el tercer tanto azulgrana.
y 10.- También Bravo fue protagonista al abortar la mejor ocasión de los andaluces en el toma y daca, pero a pesar de los nervios finales por lo ajustado en el marcador y los dos saques de esquina del Sevilla en tiempo de descuento, el Barcelona se apuntó una victoria que le permite, más allá de los récords, acercarse un poco más a un nuevo título liguero. Y como sucediera contra el Atlético, con el mérito añadido de conseguirlo remontándole un gol en contra a un gran equipo que dejó claro que venderá muy cara su piel en la final de Copa del Rey. Con todo, pocas cosas pueden desmoralizar más a los rivales que constatar que en la mayoría de ocasiones ni siquiera jugar de fábula es suficiente cuando tienes delante al Barcelona de Lionel Messi.
* Xavier Codina.
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