La selección portuguesa se ha complicado mucho la vida en su camino hacia el Mundial de Brasil. La derrota en Moscú y el empate el martes ante la débil Irlanda del Norte en casa deja a los lusos empatados con Israel en la segunda plaza y ya a cinco puntos de la Rusia de Capello.
Portugal viene de hacer una buena Eurocopa a nivel de resultados, alcanzando las semifinales y cayendo ante España en la tanda de penaltis. Paulo Bento ha diseñado un conjunto poderoso físicamente, que busca las transiciones rápidas aprovechando la velocidad de los extremos pero que sufre mucho si tiene que llevar la iniciativa.
Uno de los mejores partidos de Portugal en los últimos dos años fue la vuelta de la respesca ante Bosnia-Herzegovina para acudir a la pasada Eurocopa. Aquel día, Miguel Veloso jugó como mediocentro más retrasado, en la base de la jugada, y completó un partido excepcional. Veloso es un gran pasador en largo, ahí jugó en la Eurocopa, pero sufre mucho para elaborar en corto.
En aquel partido de la repesca en Lisboa, Bosnia tuvo que arriesgar e ir a buscar a Portugal tras el 1-0 de Cristiano a los ocho minutos. Los de Paulo Bento arrasaron con transiciones rápidas y una efectividad demoledora jugando básicamente a la contra.
Portugal juega con Miguel Veloso en la base y dos interiores. Los más habituales son Meireles y Moutinho, aunque ante Rusia e Irlanda del Norte lo ha hecho Rubén Micael. Nani suele arrancar desde la banda derecha, Cristiano en la banda izquierda y arriba Helder Postiga, un delantero que cumple bastante bien, pero lejos del nivel de un gran nueve.
Realmente, Portugal no tiene un delantero centro de talla mundial desde Jordao o Fernando Gomes en la década de los ochenta, pero este comentario se está convirtiendo en un tópico y no es el único mal, ni el más determinante de Portugal. De hecho, Helder Postiga es un buen delantero, como en su día lo fueron Nuno Gomes o Pauleta, aunque no alcancen el grado de estrellas.
En defensa, Joao Pereira, Pepe, Bruno Alves y Coentrao es la alineación base, y Rui Patricio es un portero fiable. Coentrao se lesionó ante Rusia y en su lugar puede jugar Miguel Lopes, que es un jugador de banda derecha, aunque con el Sporting de Braga ha jugado mucho por la izquierda y lo hace bien.
Bruno Alves no pasa por un buen momento. Su corpulencia y altura exigen que esté muy en forma para minimizar su lentitud y en este momento está lejos del mejor estado de forma. Ante Rusia estuvo bastante mal.
En esa segunda parte ante Rusia y durante muchos minutos en el partido ante Irlanda del Norte, Portugal tuvo la pelota pero sin saber muy bien qué hacer con ella. Cuando Rusia reforzó sus laterales con Bystrov ayudando a Anyukov en la derecha y Glushakov protegiendo a Kombarov, Nani y Cristiano abusaron de las conducciones muriendo las jugadas una y otra vez.
Por dentro, Portugal no es capaz de combinar y generar juego. La tendencia de Veloso es a jugar en largo. Si juega Meireles, aporta su trabajo y su llegada, ya que él es un llegador nato, pero no destaca por su capacidad combinativa. Rubén Micael sí es algo más asociativo, pero no posee suficiente peso y continuidad en el juego.
Portugal se suele «saltar» a Joao Moutinho. La posición del centrocampista de Portimao es un quebradero de cabeza. A él le gusta retrasar su posición y pedir mucho la pelota y conducir el balón, pero se encuentra con muchos metros por delante y, además, el equipo quiere jugar a otra cosa. Si no baja a por el balón, a menudo queda desactivado por el juego directo buscando a Nani y a Cristiano en los costados. Portugal desaprovecha a Moutinho y él tampoco saca provecho al juego del equipo.
La consecuencia de todo esto es que el balón es un problema para Portugal si necesita llevar la iniciativa, y en el grupo de clasificación se está encontrando y se va a encontrar rivales que le cedan la posesión y le esperen replegados, justamente lo que peor le viene a su estilo de juego actual.
* Alberto López Frau es periodista.
– Fotos: O Jogo
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