Crónicas 2015-2016 / Internacional / Champions League 2015-2016 / Fútbol
1.- Cristiano Ronaldo catapultó al Real Madrid a su sexta semifinal consecutiva de la Liga de Campeones marcando tres goles el día que más lo necesitaba su equipo. El Madrid le dio poco a Cristiano y él le dio mucho al equipo en forma de goles. Quizá haya hecho partidos mejores con el Madrid, pero el efecto simbólico de hacer los tres goles que le hacían falta a su equipo un día como hoy le dan un valor absoluto a su actuación. El Madrid no hizo un partido excelso, aunque remontar dos goles en unos cuartos de final de Copa de Europa no es fácil. A través de algunas actuaciones individuales destacadas y, hoy sí, un gran compromiso colectivo, levantó la eliminatoria y se clasificó con justicia para semifinales.
2.- Zinedine Zidane apostó por Carvajal en detrimento de Danilo y el madrileño firmó un partido francamente bueno como lateral derecho. Estuvo hiperactivo, tuvo capacidad de anticipación en defensa y fue participativo en ataque. De una recuperación suya nació el primer tanto de la noche, obra de Cristiano Ronaldo en el segundo palo. En el segundo acto se aprovechó de la mayor participación de Luka Modric para generar peligro en varias ocasiones por su costado derecho. En defensa se batió bien con Julian Draxler y, tras la lesión del diez del Wolfsburgo, con André Schürrle. Dieter Hecking repitió el once y el mismo sistema de la ida, un 4-5-1. No lo modificó tras la lesión de Draxler, aunque sí cambió la fisonomía del mismo, porque Draxler y Schürrle aportan cosas muy distintas en la misma posición.
3.- El primer tramo de partido tuvo un protagonista claro: Karim Benzema. El Madrid fue arriba de inicio a devorar todos los balones divididos. Ganó muchos y la pelota solía terminar en los pies del francés cerca del costado izquierdo. Desde allí atrajo defensores como si fuera un imán, una y otra vez, bien secundado por un Marcelo que aparecía hasta como delantero centro. A los 17 minutos, Cristiano Ronaldo hizo el segundo tanto, de cabeza, ganando en el primer palo un buen servicio de Toni Kroos desde la esquina.
4.- El Madrid se encontró un problema tras el 2-0: no supo qué hacer con la pelota, incluso la perdió durante un buen tramo del primer tiempo. El Wolfsburgo se rehízo con gallardía de los dos goles recibidos. Hecking dio entrada a Max Kruse por el lesionado Draxler. El equipo alemán perdía pase interior y ganaba colmillo con el cambio en lado izquierdo de su ataque, ahora ocupado por Schürrle. Luiz Gustavo se hizo hueco entre Modric, Casemiro y Kroos y el equipo alemán volcó el juego hacia el campo del Madrid. Sin oportunidades muy claras, pero sí con llegadas peligrosas. Bruno Henrique tuvo una buena ocasión y Keylor Navas desvió a córner un buen disparo lejano de Luiz Gustavo.
5.- Cuando el Madrid recuperó la pelota, le costó generar fútbol. Casemiro se iba muchas veces por delante de Kroos y Modric, pero los tres no mezclaron bien, no consiguieron darle el ritmo adecuado a la circulación del balón para desgastar a su rival. Casemiro sí estuvo bien sin la pelota, realizó dos o tres coberturas magníficas. Al descanso el Madrid había hecho ya lo más difícil, pero su juego tenía un punto de indefinición peligroso de cara al segundo acto.
6.- El Madrid resolvió las dudas que ofreció en el primer tiempo, con y sin balón, con una buena dosis de ambición y convicción de inicio en la reanudación. Poco a poco fue apareciendo más Luka Modric. El croata fue a buscar el balón a su propio campo y desde allí sacó la brújula y fue buscando socios para dar mayor sentido al juego posicional de su equipo. La mejora de Modric y la superioridad en el juego aéreo en faltas laterales y saques de esquina devolvió el mando del partido al Madrid. Pepe y Ramos estuvieron muy bien sin balón, defendiendo muy arriba, pero no tienen facilidad para salir jugando con criterio de atrás y el equipo muchas veces tropieza ya en el primer escalón. Modric tomó las riendas y de su mano el Madrid tuvo un buen inicio de segunda parte.
7.- Con el paso de los minutos aumentaba el riesgo de que un gol del Wolfsburgo finiquitase la eliminatoria. El Madrid tenía dos opciones: seguir buscando el tercero y asumir dicho riesgo o jugar a que no pasase nada, minimizar riesgos y buscar la prórroga. Decidió ir a por el tercer gol y, pese a que no desplegó un juego perfecto, lo mereció con creces. Lo encontró Cristiano, no podía ser otro, con un buen lanzamiento de falta, que batió a Benaglio tras abrirse la barrera.
8.- Hecking dio entrada a Daniel Caligiuri por Bruno Henrique para que no decayese la batalla ante Marcelo y de paso aprovechar la fuerza y recorrido que tiene el alemán. En los últimos minutos, ya a la desesperada, metió a Bas Dost y retiró un interior, Guilavogui, para jugar con dos puntas y aumentar el juego directo sobre él y Kruse. Zidane no veía el momento para introducir los cambios. Finalmente optó por dar entrada a Jesé por un exhausto Benzema. El canario se acostó sobre la banda izquierda y aunque no tomó siempre las mejores decisiones cuando le llegó el balón, teniendo en cuenta el marcador y contexto del partido en ese momento, aplicó verticalidad y gozó de dos ocasiones claras. Ya en el descuento entró Varane por Modric, para ayudar a Pepe, Ramos y Casemiro a blindar al Madrid en el juego aéreo.
y 9.- El Madrid no está definido. Está creciendo a través de los resultados en su competición favorita. Florecen algunas individualidades y eso es muy positivo. Pudo jugar mejor y tiene lagunas, pero levantar dos goles en Europa no es fácil. Ni al Wolfsburgo ni a nadie. Tiene mucho mérito. Ahora ya está entre los cuatro mejores de la competición. El reto es mayúsculo. No parece que haya tiempo de mejorar excesivamente los defectos colectivos. ¿Le bastará con el compromiso común, la mejora individual de varios jugadores y el idilio con su competición para llegar triunfador a la meta? En menos de un mes tendremos las primeras respuestas.
* Alberto López Frau es periodista.
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