Corrección en la lucha

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Corrección en la lucha

por JUAN ZUBIRIA el 12 enero, 2014 • 23:17

1.- El Real Madrid afrontaba un partido clave en su carrera por conquistar el título de liga. No por el rival, un Espanyol que vive cómodo en la zona media de la tabla, sino por la gran oportunidad de recortar un par de puntos a sus dos rivales directos, que empataron ayer en el partido estrella de lo que va de temporada. Se esperaba a un Madrid enchufado, intenso, centrado, consciente de lo que se jugaba. Y se vio a un Madrid, pero ni intenso ni brillante. Quiso controlar el partido y lo consiguió a grandes rasgos. 0-1, tres puntos y a seguir.

2.- Ancelotti dejó fuera otra vez a Isco, acabó alineando a Diego López tras sus molestias gastrointestinales y a Carvajal en la habitual rotación con Arbeloa. Y lo más importante: volvió al abandonado 4-3-3, que prácticamente no se había utilizado desde la lesión de Khedira. Con Modric y Di María como interiores, Ancelotti pretendía controlar el centro del campo, no partirse, encontrar el ansiado equilibrio del que tantas veces ha hablado el italiano, pero tuvo que esperar un cuarto de hora largo para conseguirlo.

3.- El Espanyol salió con toda su fuerza, con un centro del campo muy intenso, ayudado por sus dos hombres de banda, y que ensuciaba la salida del Madrid, robaba muchos balones y conseguía arrinconar a los blancos, aunque sin llegadas de peligro. Gozó de varias acciones a balón parado, aunque, hoy sí, se encontró con una defensa que las defendía bien. El Madrid no salía y el club catalán conseguía continuidad con una buena y ordenada presión que ponía en más apuros de lo normal a un centro del campo novedoso en su disposición táctica.

4.- Un mediocentro y dos interiores, formación habitual en el probablemente mejor Madrid de la temporada, allá por noviembre, pero sin Khedira y con Modric en el perfil derecho en lugar del izquierdo. Quizá ese tiempo de acomodación al nuevo esquema, coincidiendo con la frescura física del Espanyol, fuera el causante del dominio blanquiazul. Modric sufría con el balón, algo impropio en él, con pérdidas peligrosas y errores en el pase. Una de esas pérdidas fue la causa de una tarjeta amarilla prematura para evitar una ocasión de peligro. Di María, por su parte, no sabía si ir o no, correr hacia delante o hacia detrás, ofrecerse en corto o desmarcarse. Su espíritu de extremo chocaba con su posición, y de hecho la primera ocasión del Madrid llegó con un centro del argentino desde la banda, que Benzema voleó cerca del poste derecho de Casilla.

5.- Tras quince o veinte minutos complicados, el centro del campo del Madrid, y especialmente Luka Modric, empezó a hacer suyo el partido. El Espanyol empezó a separarse un poco, a abrir algunos espacios y a contar con menos ayudas en la presión, consecuencia lógica del derroche inicial. Di María y Xabi guardaban más la posición, siendo claves en el repliegue defensivo, sobre todo en la banda izquierda, donde parecía que Marcelo solo tenía fuelle para subir, pero no para bajar. Modric se descolgaba más en ataque, buscando a Benzema por dentro y a Carvajal por fuera, empezando a generar jugadas de ataque.

6.- Aparte del cambio de dominio en el centro del campo, fue Benzema el único atacante que consiguió conectar. Bajando a la posición de mediapunta, haciendo de falso nueve, como está de moda decir en nuestra liga, conseguía recibir, aguantar, liberar espacio para Cristiano y sacar algo positivo. De hecho, la segunda ocasión para los blancos llegó en una buena recepción del francés, que controló y avanzó escorándose, poniendo un buen balón al corazón del área que Cristiano no consiguió rematar.

7.- La primera parte terminó así, con el Madrid controlando la posesión, manteniendo al Espanyol lejos de Diego López y haciendo intervenir a un estelar Kiko Casilla. El guion de la segunda era similar al final de la primera, ya que los intentos de presión del Espanyol no provocaban las mismas dificultades que al principio del partido. Un gran centro de Modric hacia la cabeza de Pepe certificaba la superioridad del Madrid. Un gol que no cambió gran cosa en el juego de ambos equipos.

8.- Aguirre, desde la grada, daba entrada a Lanzarote y Simao por Álex y Torje, quizá el más destacado de la primera parte espanyolista, aprovechando el espacio que dejaba Marcelo. También Ancelotti movía ficha y daba entrada a Jesé en lugar de un desaparecido Bale. El partido no cambió demasiado. Primero Modric, luego Xabi y después los centrales anulaban cualquier opción de ataque. Los atacantes del Espanyol estaban aislados contra unos defensores inspirados, y con los interiores madridistas cumpliendo bien con sus tareas por delante. Diego López prácticamente no tuvo que intervenir, a diferencia de Casilla, que mantenía vivo a su equipo y desquiciaba a un Cristiano algo desconectado y mucho más fallón que de costumbre, como en el partido de Copa del Rey del jueves.

9.- El partido terminó con unos cambios prácticamente inocuos, con un arreón final del Espanyol que no se tradujo en ocasiones claras y un Madrid que no pudo cerrar el partido a la contra, como podía haber pasado con Cristiano y Jesé sobre el césped. Una merecida y trabajada victoria que refleja un partido correcto aunque no brillante del Madrid y un buen trabajo del Espanyol.

y 10.- Tres puntos de Cornellà-El Prat, los mismos que separan ahora al Real Madrid de los líderes de la liga. Aún quedan diecinueve jornadas, una vuelta completa, con sus enfrentamientos directos, sus salidas complicadas, lesiones, sanciones, sorpresas y remontadas. Mucha tela por cortar y una competidísima liga de tres de la que disfrutar hasta mayo.