"Volved a emprender veinte veces vuestra obra, pulidla sin cesar y volvedla a pulir". Nicolás Boileau
El pueblo colombiano vuelve a sonreír. Alejado de aquellos días donde el pesimismo reinaba en torno al combinado nacional, la sociedad vuelve a confiar en un seleccionado que vive actualmente su segunda generación dorada. Posteriormente al equipo liderado por Valderrama en su mejor época, el presente es el mejor grupo de jugadores colombianos de la historia.
Pékerman ha devuelto la ilusión a un pueblo que respira fútbol y que hace tiempo no veía la mejor expresión de su conjunto. De hecho, el quinto puesto obtenido en el Mundial de Brasil ha sido el logro más importante de la Selección cafetera, exhibiendo un plan de juego consolidado y cayendo solo ante el dueño de casa en cuartos de final. Más allá del golpe en tierras cariocas, en Colombia aún sienten que pueden dar un golpe de efecto. El actual es el momento para ver reflejado el crecimiento en los resultados.
La Copa América, si bien es tomada por el cuerpo técnico como una fase de preparación de cara a las Eliminatorias rumbo a Rusia 2018, la tiene como una de las claras favoritas al título. La marcada evolución colectiva que ha manifestado el primer equipo colombiano eleva el listón, aunque las cualidades exhibidas previamente hacen que sea posible poder responder a las expectativas.
Desde su asunción, el entrenador argentino ha potenciado individualidades y el conjunto construyó una identidad de juego que fue respetada más allá de ausencias claves. Incluso, ante la baja por lesión de Falcao, Pékerman supo construir un sistema que potenció a su mejor hombre, James Rodríguez. El Mundial hecho por el mediapunta fue colosal, siendo el eje del juego colectivo y el máximo goleador del certamen. Ahora mismo, con el regreso del centro delantero a la lista de convocados, el técnico deberá buscar un nuevo giro en su planteo.
Falcao no atravesó una buena temporada en el Manchester United, después de su lesión en la rodilla. Louis van Gaal no lo ha tenido en su consideración para varios juegos y al atacante le costó adaptarse a un rol diferente al que acostumbraba en el terreno. Sin la continuidad esperada, llega al torneo continental en buen estado de forma y con la titularidad asegurada. Además, su ascendencia y liderazgo aumentó en el equipo, y ha heredado la cinta de capitán de Mario Yepes, retirado del elenco nacional.
Es en ofensiva donde el entrenador cuenta con mayor cantidad de variantes. Al retorno de Radamel, se añade una cantidad de delanteros que hacen de Colombia una de las selecciones con mayor poderío del mundo en ese rubro. Casi todos pasan por el mejor momento de su carrera. Bacca tuvo un curso prodigioso con el Sevilla, repitiendo el título de Europa League, mientras que Jackson Martínez es una piedra basal del esquema de Lopetegui en Oporto. En tanto, Teo Gutiérrez ha llegado a semifinales de Copa Libertadores con River. Ibarbo, el más potente de ellos, un portento físico que puede desempeñarse en cualquier función de ataque, también estará en Chile. No así Ramos, ya que ha sufrido una lesión que lo apartó definitivamente.
La incógnita pasa por saber quién acompañará al samario en los últimos metros. Si bien ha sido Teófilo, por sus virtudes asociativas, quién mayormente se ha ubicado a su lado en el último tiempo, hoy día otras parecen ser las alternativas. En el amistoso ante Costa Rica, el DT probó a Jackson junto a Falcao, aunque su complementación no fue la mejor. Bacca se alista como el principal ladero, dado que puede actuar fuera del área y sumaría su capacidad goleadora.
Colombia es un equipo adaptado a jugar bajo el ritmo cansino de James Rodríguez. Pékerman ha diseñado un estilo que permite al del Real Madrid ser quién da fluidez a la posesión del balón. Frecuentemente, cuenta con varias opciones de pase en campo rival, dado que el conjunto suele generar ventajas interiores a partir del dinamismo que aportan los laterales. En ataque organizado, los cafeteros no desesperan si enfrentan a un rival replegado y son capaces de crear espacios por la movilidad y calidad de sus efectivos.
Los marcadores de punta son esenciales para la profundidad que desea el cuerpo técnico. Es allí donde también dispone de dos jugadores por puesto y aún no está decidido quienes arrancarán en territorio trasandino. A pesar de que Zúñiga y Armero fueron piezas seguras en el último tiempo, hoy existen recambios como Arias y Andrade. El primero ya estuvo en Brasil 2014 y su lugar en el seleccionado es cada día mayor; el segundo cumple sus primeros días en el equipo.
En su sector defensivo, el combinado amarillo desarrolla actualmente una renovación generacional. A partir de la ausencia de Yepes, se han sumado nuevos centrales. Durante el último tiempo, subieron zagueros de mucha proyección, como Murillo o Franco –Balanta y Stefan Medina quedaron fuera de la lista de citados–. Zapata y Valdés todavía están un paso por delante, pero los nuevos defensores van haciéndose en las sombras.
En otro orden, la escuadra colombiana sufre cuando sobrepasan su primera línea de presión, ya que su doble pivote todavía no ha podido asentarse. Aguilar no estará en la Copa por una lesión de último momento, aunque sí Carlos Sánchez. Pueden secundarlo dos futbolistas que crecerán en el futuro. Mejía tuvo un rol fundamental en Atlético Nacional y hoy se desempeña en el Monterrey mexicano, y Edwin Valencia es una de las máximas esperanzas del argentino para las labores de recuperación en el centro del campo.
El recorrido de los laterales, capaces de jugar por toda la banda, colabora para que el equipo se equilibre. Por si fuera poco, ambos tienen una gran transcendencia cuando el equipo recupera el balón en campo propio y se lanza en una transición rápida. Al momento que James lanza, los atacantes y un lateral, haciendo uso de su velocidad, atacan los espacios por los tres carriles para asegurar un destino seguro del balón enviado por el enlace. Colombia cuenta también con Cuadrado para soltarse.
Gran parte de los futbolistas transita el período cumbre de su trayectoria. Muchos juegan en equipos importantes de Europa, como casi nunca ocurrió en el seleccionado cafetero. Solo dos de los convocados –segundo y tercer arquero– actúan en la Liga nacional. Parece ser la hora exacta para Colombia, que llega al certamen con un cartel de candidato que pocas veces había traído consigo. El objetivo será repetir el título de 2001, cuando se coronó jugando en su propia tierra.
* Nicolás Galliari.
– Foto: EFE
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