1.- Con el recuerdo a Cruyff más presente que nunca en los prolegómenos del partido, Barcelona y Real Madrid disputaban el clásico más desigual en lo estadístico de los últimos años, pero un partido importante para medir a ambos rivales de cara a las eliminatorias de Champions League.
2.- El Barcelona comenzó mejor. Paciencia a la hora de atacar, amplitud moviendo el balón y aceleración cuando era necesario. Primero Jordi Alba se situó como tercer central, siendo Neymar y Dani Alves los extremos. Con el paso de los minutos, el lateral izquierdo culé pasó a su posición habitual en el campo. El Real Madrid defendía en 4-3-3, con repliegue medio y líneas muy juntas. El objetivo, que un Messi más mediapunta que nunca, no pudiera recibir. En su ubicación centrada, el argentino encontró pocos espacios para acelerar cuando recibía, y en las pocas ocasiones que sí tuvo opción decidió darle pausa.
3.- Los de Luis Enrique dominaban. Suárez en su papel de boya, con desmarques de apoyo y recibiendo de espaldas, hacía dudar a Sergio Ramos, quizá el madridista menos competitivo en el día de hoy. La velocidad con la posesión de balón era gracias a que los locales siempre tenían líneas de pase para combinar, y permitió ocasiones de Rakitic y Dani Alves, pero el Barcelona no estuvo acertado.
4.- Alrededor del minuto 25, el Barcelona perdió el control. Sus ataques duraban menos, verticalizaba el juego cuando no era necesario y el Madrid, aunque solo fuera por calidad técnica individual, salía más veces. Aun con problemas para sacar el balón jugado desde atrás –Ramos, Pepe y Casemiro–, Bale al espacio y Marcelo en conducción sí incomodaban a un Barcelona más desorganizado conforme avanzaban los minutos. A nivel defensivo los de Zidane tampoco sufrían. Especial mérito tiene las pocas ocasiones que el tridente culé pudo encarar a la defensa madridista, bien asistida por un Casemiro que logró ser muy útil a su equipo mostrando su versión más comedida.
5.- En el inicio de la segunda mitad volvió a mostrarse superior el Barcelona, aunque logró adelantarse gracias al balón parado. Un gran córner de Rakitic fue rematado por Piqué, que se deshizo de la marca de Pepe. Cuando parecía estar todo de cara para los blaugrana, la tendencia del encuentro giró. Ya no es que el Madrid igualara el juego como en los últimos 20 minutos de la primera parte, sino que los de Zidane dominaron con jerarquía en el Camp Nou. El gol del empate ayudó mucho a creer en sus opciones. Una gran salida de Modric habilitó a Marcelo, quizá el mejor jugador del partido, cuya diagonal hacia dentro no pudo impedir ningún jugador culé. Marcelo vio la incorporación de Kroos, y el centro del madridista dio lo justo en Alba para que cambiara la trayectoria del balón. Un Benzema desaparecido hasta entonces definió de volea con la clase que le caracteriza. Partido nuevo y sensaciones para los blancos.
6.- El Madrid aprovechó la entrada de Arda Turan por Rakitic. Porque defensivamente el turco llega más tarde a las ayudas que el croata, pero sobre todo porque con él el Barcelona, en lugar de conservar el balón, perdió líneas de pase y se volvió más errático. Aun así, la tendencia ya era para los visitantes, que asustaban al contraataque y no sufrían en la defensa posicional. Llegó un gol anulado a Gareth Bale por falta, que no existía, sobre Jordi Alba. Ni siquiera la expulsión de Sergio Ramos por la continua reiteración de faltas permitó al Barcelona pausar el juego. Otra galopada madridista, que primero creyó en competir y luego en poder vencer, posibilitó el gol de Cristiano Ronaldo. Por las bandas con las salidas de los laterales, y por el centro con Luka Modric lanzando a sus compañeros, el Barcelona no conseguía detener las embestidas del fiero conjunto blanco.
7.- El mayor mérito del Real Madrid fue primero aguantar y después creer en que podía conseguir la victoria. Zidane consiguió que sus jugadores compitieran en un escenario que manda una señal inequívoca: si su equipo cree y se muestra tan serio y organizado como hoy, tiene plantilla y calidad individual para luchar por ganar la Champions League. El triunfo, que en lo estadístico no es demasiado relevante (el Real Madrid se sitúa a siete puntos y el Atlético a seis), sí puede serlo a nivel de sensaciones. El Madrid no ha vuelto: pese a todo, nunca se fue.
y 8.- Los culés no supieron leer el encuentro en la segunda mitad, se precipitaron y perdieron el orden cuando tenían todo a favor. Es difícil pensar que contemporizó, pese a la distancia en liga y la inminente eliminatoria de Champions ante el Atlético. Un clásico en el Camp Nou es motivo suficiente para no hacerlo. Pero los de Luis Enrique desconectaron cuando el Madrid se hacía con el encuentro. Aunque en poco debe afectar a la liga, el nivel visto en los segundos 45 minutos es un serio aviso de cara al próximo martes, cuando podremos ver si lo de hoy es solo un tropiezo aislado o una realidad. La racha de 39 partidos sin perder ha acabado, pero Messi, Suárez y compañía siguen en disposición de ganar los tres títulos.
* Ismael Ledesma.
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