1.- La etapa posterior a la Copa del Mundo encuentra a ambos en un cambio de proceso. Más allá de lo alcanzado en Brasil por cada seleccionado, inician una nueva era que en la que han cambiado a su cuerpo técnico. Argentina, por su parte, acumula partidos con el fin de asimilar conceptos de una idea diferente a la que desplegó cuando llegó al subcampeonato mundial. Del otro lado, a Portugal retornan jugadores que parecían olvidados, dado que el nuevo técnico ha decidido que regresen algunos experimentados.
2.- Old Trafford fue el escenario de un enfrentamiento que no fue disputado con mucha competitividad, pero que sí dejó la imagen de dos equipos que aún deben pulir su filosofía de juego. Desde su llegada, el Tata Martino dispuso un estilo que tiene como principal argumento la posesión del balón y el juego a través de sacar el balón de atrás. Sin embargo, precisamente en la salida, Argentina evidenció que debe encontrar nuevos matices para lograr generar superioridades desde la primera línea.
3.- Tal como sucedió ante Croacia, en el primer amistoso que jugó el combinado sudamericano en la presente fecha FIFA, Argentina ha intentado en casi todas las acciones salir desde abajo para generar pasillos por dentro. Ante los de Kovac, los interiores pocas veces pudieron ganar la espalda de la línea que presionaba para crear líneas de pase. Esta vez, a pesar de las modificaciones que realizó el DT de un juego a otro, los resultados fueron parecidos en varios tramos del juego.
4.- Los primeros 25 minutos del partido tuvieron a los de Martino como protagonistas, exhibiendo aspectos que marcan una nueva tendencia. Triangulaciones y asociaciones que aportaron profundidad y dinámica. Di María y Pastore se asociaban por el mismo costado y recibían con comodidad. Los movimientos del jugador de PSG entre líneas fueron muy buenos para permitir progresar al conjunto, además de llegar por dentro en gestaciones externas. Durante ese inicio de juego, los albicelestes tenían el balón y lo recuperaban muy cerca de la zona de pérdida, con una presión asfixiante pero que aún debe ejecutarse de manera más organizada. En este aspecto, quien destacó fue Lucas Biglia, que ya había sido elemental en el mundial actuando cerca de Mascherano. Siendo un efectivo frecuente en la salida, presionaba inmediatamente en la zona de tres cuartos para volver a hacerse de la pelota.
5.- Posicionado como extremo, una demarcación que hace tiempo no ocupa, Messi recibió muchos balones, pero lejos del área rival. El esfuerzo parece ser mayor si parte desde un costado y no en sectores internos. Biglia dejaba libre la posición de interior derecho para que el ‘10’ se cerrara y condujera a partir de allí, pero pocas veces pudo dejar en ventaja a un compañero. Muchas veces, utilizó las proyecciones de Roncaglia para engañar, mientras en otras ocasiones soltó el balón al espacio para que el lateral centrara. Argentina actuaba en terreno enemigo ante una Portugal replegada y sin capacidad de salir a la contra, pero no encontraba cómo finalizar las jugadas originadas. Higuaín fijaba a Pepe y Bruno Alves, pero era absorbido dentro del área.
6.- Los portugueses adelantaron sus líneas pasada la media hora de juego, y comenzaron a presionar evidenciando las fallas en el mecanismo de salida argentino. Guzmán, arquero que Martino utilizó en su Newell’s, falló mucho con los pies, y los sudamericanos dejaron de llegar con comodidad. Por parte de los europeos, lograban no dejar progresar a su rival, pero pocas veces robaban y lograban una ocasión clara. La única que los de Fernando Santos tuvieron en la primera parte provino de un desdoble de Bosingwa que acabó con Ronaldo amagando en tres ocasiones y soltando un remate alto.
7.- En el segundo tiempo, el partido se desvirtuó y tomó completamente la tonalidad de amistoso. Los técnicos optaron por quitar del campo a Messi y Cristiano, y el complemento se hizo espeso y con poco juego. A las dos escuadras les costó adaptarse a la cantidad de cambios, y el partido terminó por decantarse en la suma de muchos jugadores que intentaron demostrar su valía para una futura convocatoria.
8.- Si Portugal no tenía cómo asentarse en campo rival, sin su figura no tendría capacidad para crear posesiones largas. Argentina continuó teniendo el balón, aunque con una falta de fluidez y velocidad en ataque organizado que le impidió romper las líneas adversarias. Así, los marcadores de punta seguían subiendo para intentar generar superioridad numérica, pero los ataques finalizaban en centros y no existían rupturas o desmarques en la frontal. Gaitán, Tevez y Lamela buscaron desequilibrar –el de la Juventus hasta recibió por detrás del interior en algunas jugadas, como hace en su equipo–, pero no hallaron zonas de remate. Por otro lado, algunas erróneas decisiones individuales contrastaron con las intenciones del colectivo.
9.- La carencia de precisión y control argentina en la zona de pérdida dentro de los minutos finales acabó por dar chances a Portugal, que casi no tuvo oportunidades de gol en el desarrollo del partido. Pese a que ante Armenia, en la fase de clasificaciónd de la Eurocopa, tuvieron la iniciativa y atacaron la mayor cantidad de tiempo, ante Argentina el repliegue fue la idea principal. Cerca del cierre, llegaría la chance que dio la victoria a la selección portuguesa, cuando el lateral Raphaël Guerreiro atacó el área y cabeceó en soledad un centro de Quaresma para sentenciar el encuentro.
y 10.- Finaliza un año que tuvo al seleccionado argentino como claro protagonista de la máxima cita. A posteriori, el cambio de conductor en el banquillo acarrea nuevas formas y la intención de adaptarlas a la plantilla, de cara a la Copa América del año próximo. Asimismo, Portugal debe definir un estilo y comenzar a construir juego con acciones colectivas. Mientras tanto, se llevó un triunfo tras no haber expuesto sus mejores armas.
* Nicolás Galliari.
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