"El éxito se mide por el número de ojos que brillan a tu alrededor". Benjamin Zander
Bubba Watson se enfundó por segunda vez la chaqueta verde en un Masters que comandó desde el inicio de la segunda jornada y donde aguantó los envites de todo tipo de rivales: jóvenes, veteranos y de jugadores de países que nunca han ganado un grande.
El Masters se está convirtiendo en el torneo preferido para los escasos golfistas zurdos. Con el segundo título de Watson, ya han ganado seis de los doce últimos (tres veces Mickelson, dos Watson y una Weir).
En 2013, todos los torneos del Grand Slam fueron ganados por jugadores que no empezaron como líderes la última ronda, lo que no ocurría desde 1989. Watson rompió esa racha y además fue líder tras 36, 54 y 72 hoyos, algo que nadie hacía en un grande desde Darren Clarke en The Open 2011, y en el Masters, desde que Trevor Immelman encabezara cada una de las cuatro rondas en 2008.
Watson ha sido capaz de ganar su segundo Masters en tan solo seis participaciones, igualando las marcas de Jimmy Demaret (en 1947) y Arnold Palmer (en 1960) y quedándose por detrás de Horton Smith, que venció en dos de las tres primeras ediciones (1934 y 1936).
Otro logro meritorio de Bubba Watson es haber conquistado sus dos primeros grandes en Augusta, lo que nadie era capaz de hacer desde José María Olazabal, campeón en 1994 y 1999.
El joven
Jordan Spieth se quedó a las puertas de hacer historia por juventud (20 años y 260 días) y por debutante. EL texano, que acabó segundo empatado con Jonas Blixt, habría sido el campeón más joven en la historia del Masters y de cualquier grande desde Tom Creavy en el PGA de 1931. Spieth, que lideraba con dos golpes de ventaja a falta de 11 hoyos, es el subcampeón más joven de un grande desde Sergio García, 19 años y 216 días, en el PGA 1999 y el más joven en la historia del Masters.
De haber ganado, Spieth habría sido el primer debutante campeón desde Fuzzy Zoeller en 1979, pero se convirtió en el mejor estreno desde que Jason Day fuese subcampeón compartido en 2011.
El sueco
Jonas Blixt nunca tuvo opciones reales de triunfo porque en los últimos 14 hoyos siempre estuvo a 3 golpes del liderato, pero el subcampeonato le permite igualar el mejor resultado de un jugador de su país en los grandes. Hasta tres suecos habían ocupado el segundo puesto de un grande, todos en el Open Británico: Jesper Parvenik (1994 y 1997), Niclas Fasth (2001) y Henrik Stenson (2013).
Los veteranos
Los antiguos campeones del torneo siempre vuelven y casi siempre lo hacen bien por más años que cumplan. En esta edición, seis jugadores de más de 50 años pasaron el corte, récord del torneo: Langer (56 años, concluyó octavo y al par del campo), Lyle (56), Mize (55), Couples (54), Singh (51) y Miguel Ángel Jiménez (50).
El español es el único de la lista que no ha vestido la chaqueta verde, y pese a su inminente estreno en el circuito senior, siempre estuvo en cabeza y concluyó en una más que meritoria cuarta plaza. A sus 50 años y 98 días, Jiménez es el más veterano que se mete entre los cuatro mejores del Masters desde que Sam Snead fuese tercero en 1963 con 50 años y 315 días. El precedente en cualquier major es muy reciente, porque Tom Watson fue segundo del Open Británico de 2009 a punto de cumplir los 60 años.
Y además…
El mejor equipo de Europa consiguió la organización de la Final Four y no tuvo ningún problema en revalidar el título. El C. N. Sabadell, que también fue campeón del torneo en su propia piscina en 2011, se deshizo en semifinales del Orizzonte Catania (15-9) y en la final arrolló al Vouliagmeni griego (19-10, siempre con ventajas de 4+ goles desde el parcial inicial de 5-0). Con estos dos triunfos prolonga sus dos increíbles rachas en todas las competiciones: 88 partidos seguidos sin perder y 67 victorias consecutivas.
El UMMC Ekaterimburgo lo tenía todo preparado para revalidar su título ejerciendo, como hace un año, de anfitrión. Y en la fase de grupos de la final a ocho refrendó su favoritismo arrollando al Bourges por 82-43, igualando la segunda mayor paliza en la historia de las fase finales del torneo.
Pero en semifinales se cruzó con el Galatasaray, que, en un fabuloso arranque de partido, consiguió 25 puntos de ventaja, renta imposible de remontar. Como la otra semifinal la ganó el Fenerbahçe, esto aseguró el primer título de campeón de Europa para un club turco.
El Galatasaray comenzó la final exactamente igual que la ronda anterior: un inicio arrollador que le permitió acabar el primer cuarto con 19 puntos de ventaja (algo jamás visto en ningún cuarto de ninguna final de la máxima competición europea). Una diferencia que supo administrar aunque acabó sufriendo más de lo esperado para convertirse en la segunda sección del club en lograr la Copa de Europa, tras el equipo masculino de baloncesto en silla de ruedas, que tiene cuatro.
El Fenerbahçe, subcampeón en 2012, es el primer club que pierde finales seguidas desde el Dorna Godella, que perdió las de 1994 y 1995. Pero las valencianas ya lograron años antes el título. Así que el precedente de dos finales seguidas perdidas cuando se está buscando ganar el trofeo por primera vez es el caso del Dinamo Novosibirsk, subcampeón en 1987 y 1988.
Para el Fenerbahçe la decepción fue mayor, puesto que se plantó en la gran final invicto en la Euroliga esta temporada: 18-0. El anterior club que ganó todos los partidos excepto la final fue el Valenciennes en 2001.
El Fenerbahçe aspiraba a ser el primer club turco en proclamarse campeón de Europa y obtuvo un buen resultado en la ida de la gran final al caer por 3-2 ante el Berlín Eastside. Pero las alemanas (aunque en el equipo participaba una húngara y una china nacionalizada) ganaron 3-0 en Estambul para lograr su segundo título, tras el conquistado en 2012. Las berlinesas son las primeras que ganan 3-0 como visitantes en la final del torneo desde las neerlandesas del Heerlen en 2010 (3-0 en Linz).
El campeonato se desplazó hasta el circuito texano de las Americas en Austin (Estados Unidos) y dejó una imagen para la historia: la incomprensible salida antes de tiempo de Jorge Lorenzo que le impidió luchar por las primeras posiciones.
Este incidente facilitó la victoria de Marc Márquez, que ha ganado las dos primeras carreras de la temporada, lo que nadie conseguía en Moto GP/500cc desde 2001 con Valentino Rossi. Pero Márquez ha añadido la pole position en ambas carreras y el precedente es aún más lejano, Mick Doohan en 1995. Además, el triunfo de Márquez es el 13º consecutivo de España en la categoría reina, la mejor racha desde que Estados Unidos encadenase 28 entre 1982 y 1985 (entre ellos dos temporadas perfectas en cuanto a victorias: 1983 y 1984).
El campeonato de desplazó hasta Australia por segunda vez en su historia (también compitieron en Maldon, en el estado de Victoria, en 2012) con dos pruebas puntuables que tuvieron ganadores diferentes. En la primera se impuso el japonés Fujinami, cortando una racha de ocho ediciones seguidas iniciadas con triunfo español.
En la segunda carrera el dominio de la gran potencia de este deporte fue incontestable y los españoles coparon las cuatro primeras posiciones por 16ª vez en la historia del mundial (el otro país que lo ha logrado es Gran Bretaña, pero tan solo tres veces).
Todos los favoritos se movieron en una excepcional París-Roubaix, pero ninguno de ellos pudo irse en solitario, así que a los últimos diez kilómetros llegó un grupo de once corredores. La vigilancia extrema la aprovechó Niki Terpstra para entrar en el velódromo de Roubaix en cabeza y convertirse en el primer neerlandés en vencer un monumento desde 2001, cuando, también en Roubaix, ganó Servais Knaven.
Terpstra, ganador hace tres semanas en A Través de Flandes, es el segundo corredor que triunfa en estas dos carreras en el mismo año, tras su compatriota Jan Raas en 1982.
Cancellara se vio sorprendido por Terpstra y, pese a que en el velódromo se enfrentaba a gente más rápida como el alemán Degenkolb que terminó segundo, pudo hacerse con el tercer puesto. Es el duodécimo podio del helvético en los doce últimos monumentos que ha podido terminar.
La segunda prueba del World Tour celebrada en España también presenció el triunfo de un corredor local, en este caso de Alberto Contador, que consiguió una buena renta en Ordizia el primer día y supo mantenerla, incluso aumentarla, en la contrarreloj final. Es la tercera victoria de Contador en la carrera, igualando a Tony Rominger y Sean Kelly y solo por detrás de José Antonio González Linares, que se llevó cuatro. El otro protagonista de la prueba fue el alemán Tony Martin, que por primera vez en su carrera deportiva se llevó una etapa en línea y otra contrarreloj en una misma vuelta por etapas.
La mejor maratón de todos los tiempos por el interminable currículum de los participantes tuvo ganadores ilustres, debuts ilusionantes (Farah fue octavo, aunque sin un récord nacional británico –inalterable desde 1985– y Tirunesh Dibaba fue tercera) y también un récord.
La prueba masculina la ganó el vigente plusmarquista mundial, el keniano Wilson Kipsang, que completó la prueba en 2h04’29’’, récord de la maratón londinense, y se convierte en el primer hombre en ser el campeón en vigor de las maratones de Berlín y Londres.
La competición femenina también se la llevó Kenia gracias a Edna Kiplagat, actual campeona del mundo. Kenia es el segundo país que vence cuatro veces seguidas esta maratón tras hacerlo Noruega en seis ocasiones consecutivas (1983-1988). Otras dos campeonas mundiales en vigor habían ganador la carrera: Grete Waitz en 1986 (oro mundial tres año antes) y Rosa Mota en 1991 (oro mundial 4 años antes).
Rusia salió reforzada como la gran potencia europea de este deporte al terminar el campeonato con 12 medallas, cinco de ellas de oro, contando solo el total olímpico.
Aunque lo más destacado no lo hicieron los rusos. En categoría masculina sobresalieron dos dobletes, el de Albania en 77 kilos (Oro Qerimaj y Plata Godelli), cuando es un país que jamás había logrado un título; y el de Polonia en 94 kilos, porque lo lograron los hermanos Zieliński: Adrian y Tomasz.
En categoría femenina la española Lidia Valentín por fin se hizo con el título tras haber subido al podio en diecisiete ocasiones en seis campeonatos de Europa anteriores, sumando las especialidades de arrancada, dos tiempos y total. La leonesa hizo valer su marca inicial, que era la mejor de todas las participantes, batió el récord nacional en dos tiempos y en el total y se llevó los tres oros. Solamente otra española, Estefanía Juan en 2006 y 2007, había conseguido tres títulos en una misma edición.
Terminó la primera fase de la liga norteamericana de hockey hielo, y tras el President’s Trophy para Boston (trofeo que se da al mejor de la fase regular y que los Bruins no conseguían desde 1990) se producirá una gran duelo en playoffs: Boston contra Detroit, que no se producía en postemporada desde 1957, pese a que ambas son franquicias fundadoras de la competición.
La otra gran noticia fue que solo un equipo canadiense, Montreal, se clasificó para playoffs, el menor número desde 1973, cuando también los Canadiens se quedaron como única representación de su país.
El F. C. Barcelona certificó con una goleada de escándalo, 48-22 ante el Aragón, un título que estaba otorgado desde principio de temporada por su superioridad respecto a los rivales. El Barça batió su record goleador en la historia liguera y ganó el título a cinco jornadas del final, récord en la era ASOBAL (desde 1990). Es la tercera vez que el Barça gana cuatro ligas seguidas, y en las dos anteriores llegó a la quinta consecutiva (en 1992 y en 2000).
El F. C. Barcelona no acusó el desgaste y la derrota en Champions ni el parón para que España esté más cerca del Mundial 2015 y se aseguró el título de liga venciendo 0-3 en el inexpugnable, hasta ahora, campo del Atlético de Madrid. El Barça suma su tercera liga consecutiva, igualando el récord del Athletic Club (2003-2005) y del Rayo Vallecano (2009-2011), y mantiene su racha invicta en la competición, sin parangón en la historia: 55 jornadas consecutivas sin conocer la derrota.
* David Fernández es estadístico.
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