1.- El Atlético utilizó el modo crucero a partir de los diez minutos. Había sacado provecho de un arranque intenso y no le hacía falta mucho más. Se jugó el resto del partido porque lo obligaba el reglamento, pero no hacía falta.
2.- Hubo unas semanas en las que escaseaban los goles de estrategia, hasta que volvió Koke. En las estadísticas, Mikel González figurará como culpable por haber marcado el 1-0. Retaría a cualquiera a intentar despejar una pelota tan tensa y venenosa como la que ejecutó el hoy capitán rojiblanco.
3.- Casi sin tiempo para saborear la ventaja, llegó otro gol más. Rulli no estuvo solvente para alejar lo suficiente un tiro a media distancia y Griezmann hizo algo fácil para los que tienen su talento. No lo celebró por respeto, el que no le tuvo Granero una vuelta atrás.
4.- Si hablamos de porteros, lo de Oblak ya va en serio. El esloveno se parece cada vez más a ese tipo que jugaba en el Benfica y llegó a la final de la Europa League. Con el paso de los partidos se le divisa más gigante, y la muestra de lo que puede ofrecer queda retratada en la brillante intervención es un libre directo de Granero. El Calderón cada día le quiere más.
5.- Fue muy pitado el exjugador madridista por declarar en San Sebastián que Griezmann no había dado un paso adelante en su carrera. Ganarse el favor de tu hinchada con una falsedad no es una virtud. Tampoco lo es que Moyes no le utilice como titular, porque faltó talento en el medio.
6.- La Real se ha convertido en lo peor que puede pasarle a un equipo: ser blando. Antiguamente era muy duro jugar contra los donostiarras. Ahora son tan tiernos que hacen sudar poco. ¡Qué pensaran los Gorriz, Gajate, Larrañaga y compañía!
7.- Es difícl saber si no hubo fútbol porque el Atlético pasó al punto muerto o es que realmente no fue capaz de encontrarlo. Tan cierto es que ha recuperado una solvencia defensiva excelente como que no brilla su fútbol desde hace mucho. Para lo que viene le va a hacer falta más.
8.- En esa necesidad de crecimiento aparece el nombre de Fernando Torres. Hasta que Mandzukic no vuelva, el Atlético requiere de un delantero que amenace mucho más. El Niño no encuentra su fútbol ni esas carreras al galope. Un delantero de un grande ha de hacer mucho más.
9.- No es justo que Mario Suárez falle cuatro pases y un minúsculo grupo se enfade. Cierto que encadenó diez minutos finales erráticos, pero no ayuda nada que vuelvan los silbidos. Además, tampoco lo merece su profesionalidad.
10.- Si buscamos esta última palabra en el diccionario, aparece la foto de Jesús Gámez. Así se gana uno el puesto. Rinde en silencio y hace todo lo que se le pide sin rechistar. Ayuda en cada faceta del juego y empieza a hacerse imprescindible.
11.- El tiempo ha demostrado que Carlos Vela es el alma de la Real. Su fútbol lo fagotiza todo y sin él no hay asidero al que agarrarse. Un grupo de interesantes jugadores de mediocampo queda diluido si nadie convierte lo que ocurre en peligroso.
y 12.- Sin nuevas ausencias avanza el Atlético hasta el momento cumbre. De aquí en una semana va a Málaga y regresa al Calderón para el día D. Ha recuperado la tercera plaza sin gastar demasiado. No es fácil conseguir este botín y llegar a las curvas con los soldados firmes y dispuestos a sufrir y a seguir alterando el orden establecido.
* Alberto Pérez es periodista.
– Foto: Ángel Gutiérrez (Atlético de Madrid)
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