La 112ª edición del Mundial de Ciclismo en Pista se celebró en Saint Quentin en Yvelines (Francia). La selección anfitriona lideró el medallero gracias a su equipo masculino, que consiguió las siete medallas francesas (cinco oros y dos bronces). Gran Bretaña se quedó sin títulos por primera vez desde Amberes 2001. Y la australiana Anna Meares –medallista en once mundiales distintos y campeona en siete– arrebató el récord total de medallas a Chris Hoy.
Keirin
Anna Meares ganó con contundencia la final femenina. Un oro con muchos añadidos, porque Meares igualó las seis medallas y superó los dos títulos que la francesa Clara Sánchez tenía como récord de la prueba. Y con su 26ª también superó las 25 medallas de Chris Hoy en mundiales en pista entre todas las categorías.
Meares también igualó los 11 oros de Hoy, pero ahí sí tienen a alguien por delante: el francés Arnaud Tournant con 14.
La neerlandesa Shanne Braspenninckx, segunda, logró el mejor resultado de su país en keirin femenino.
François Pervis confirmó su favoritismo en esta prueba de velocidad y se convirtió en el sexto hombre, primer francés, que repite título en la prueba. Pervis superó en la final a Edward Dawkins (segundo neozelandés con medalla en keirin tras la plata de Anthony Peden en 1999) y al malasio Awang, que ya había sido subcampeón en 2010.
Kilómetro contrarreloj
François Pervis revalidó su título de las dos últimas ediciones, aunque solo pudo batir el tiempo del alemán Eilers por 87 milésimas. Pervis es el primer ciclista con tres oros seguidos en la prueba desde su compatriota Arnaud Tournant, que en el 2001 ganó el cuarto consecutivo.
Además de los tres oros, Pervis tiene cinco medallas más en contrarreloj y se queda a una del récord del australiano Shane Kelly.
En la prueba femenina, sobre 500 metros, Anastasia Voynova hizo historia convirtiéndose en la primera rusa campeona de la modalidad. La plata de la incombustible Anna Meares la consolida como la más laureada en los 500 metros contrarreloj con 9 preseas.
Por quinta edición seguida, la alemana Miriam Welte alcanzó el podio (un oro, dos platas y dos bronces) el igualó el récord de la francesa Felicia Ballanger, que se colgó cinco oros seguidos entre 1995 y 1999.
Velocidad (sprint)
Con Pervis, actual campeón, eliminado en cuartos, su verdugo, Grégory Baugé, no tuvo excesivos problemas para conseguir su cuarto oro en la especialidad. Francia ha ganado el sprint en dos años seguidos con corredores diferentes por primera vez desde que la propia Francia lo hiciese en 1998 con Rousseau y en 1999 con Gané.
Quien sí revalidó su título fue Kristina Vogel en la competición femenina. Es la primera alemana con títulos seguidos en velocidad.
Omnium
La combinada agrupa seis pruebas: scratch, persecución, eliminación, contrarreloj, vuelta lanzada y puntuación. Pese a tanta variedad, el ganador de la general, el colombiano Fernando Gaviria, no se impuso en ninguna de las pruebas (un hecho habitual, porque ha ocurrido otras tres veces en las ocho ediciones previas).
Glenn O’Shea, de Australia, fue subcampeón e igualó el récord de tres medallas de su compatriota Leigh Howard. Y Elia Viviani, tercero, es el primer italiano con medalla en omnium.
En la competición femenina, la campeona, Annette Edmondson, sí pudo ganar dos pruebas, la contrarreloj y la vuelta lanzada. Su cuarta medalla en combinada le permite igualar el récord de Sarah Hammer y Laura Trott, que también consiguió medalla (plata) en 2015.
Persecución
El australiano Jack Bobridge alcanzó su cuarta final y el suizo Stefan Küng, la segunda. El favoritismo era del oceánico, que lo demostró consiguiendo 3’’7 de renta en el primero de los cuatro kilómetros estipulados. Pero la remontada de Küng fue impresionante y acabó ganando (su único paso por meta en primera posición fue el de la última vuelta). Küng es el segundo suizo campeón en persecución, tras Xaver Kurmann, primero en 1970 y 1971 en la carrera amateur.
Francia, con el bronce de Julien Morice, regresó al podio 17 años después del oro de Philippe Ermenault y la plata de Francis Moreau en Burdeos.
La final femenina tuvo un inicio similar, pero la australiana Rebecca Wiasak sí pudo mantener su ventaja de más de tres segundos ante Jennifer Valente. Wiasak es la tercera australiana campeona de la prueba, tras Tyler en 1998 y Mactier en 2005.
Puntuación
Solo cuatro puntos separaron a los cinco primeros, que fueron los únicos en ganar vuelta. La victoria fue para Artur Ershov, primer ruso campeón en puntuación desde Vyacheslav Ekimov, como soviético, en 1991.
El español Eloy Teruel fue segundo y suma tres medallas en las tres últimas ediciones sin haber sido campeón. Solo otro ciclista se ha subido al podio en tres años seguidos sin vestirse de arco iris: el australiano Gary Sutton (1982-1984).
Alemania no es asidua al podio de la puntuación, como prueba que el bronce de Maximilian Beyer es su primera medalla desde la plata de Andreas Kappes en 1998.
La puntuación femenina la ganó Stephanie Pohl. Si a Alemania no se le había dado bien la carrera masculina, tampoco la femenin,a y el de Pohl fue el primer título de su historia.
Escoltaron a Pohl en el podio Minami Uwano (plata, primera medalla japonesa en puntuación) y Kimberly Geist (bronce, primera mujer estadounidense en el podio de la prueba desde Jane Quigley en Manchester 1996).
Madison (americana)
La competición por parejas fue muy emocionante porque solo un puñado de equipos ganó vuelta, y casi todos a la vez, y los puntos estuvieron muy repartidos. El oro, con un punto de margen sobre el subcampeón, fue para los franceses Coquard y Kneisky, que dieron a su país su tercer título en la prueba tras los de 2001 y 2013.
Los italianos Bertazzo y Viviani acabaron la carrera muy cabreados porque tuvieron al alcance de la mano el oro. Pero su plata es un gran éxito porque Italia no lograba medalla desde 1998 con Collinelli y Martinello.
Scratch
El alemán Lucas Liss ganó esta prueba, que consiste en correr 60 vueltas (15 kilómetros) y vence quien primero pasa por meta. Liss es el primer alemán campeón en scratch.
La plata de Albert Torres y el bronce de Bobby Lea fueron las primeras medallas de España y de Estados Unidos, respectivamente, en la historia de la prueba.
Kirsten Wild fue oro en scratch femenino y los Países Bajos ya son el país con más títulos en la prueba, tres (y con tres corredoras diferentes: Vos, van Dijk y Wild).
Persecución por equipos
Australia y Gran Bretaña se había repartido 12 de los 13 últimos títulos. Por tanto, la victoria de Nueva Zelanda, batiendo a los británicos en la final y consiguiendo el primer título de su historia en la prueba, se puede catalogar de gran sorpresa.
En la carrera femenina, Australia ganó el segundo título de su historia (fue oro en 2010) y lo hizo con un crono de 4’13’’683, rebajando en 2’’869 el récord mundial que las británicas establecieron en Aguascalientes en 2013.
Gran Bretaña siempre se ha subido al podio femenino (seis oros y dos platas). En 2015 fue segunda y Laura Trott igualó el récord de cinco medallas de su compatriota Wendy Houvenaghel.
Sprint por equipos
Francia acabó con su mayor sequía en esta prueba –cinco años sin títulos– ganando a los vigentes campeones, Nueva Zelanda, en la final. Es el 11º título francés en esta modalidad, igualando el récord de oros de una misma prueba por equipos que Alemania tiene en la persecución masculina.
En la prueba femenina llegó el segundo récord del mundo del campeonato gracias a China, que fue oro por primera vez en su historia tras haber perdido cuatro finales anteriormente.
Jinjie Gong, primera, y Anna Meares, segunda, consiguieron su sexta medalla en esta modalidad y superarona Victoria Pendleton como las más laureadas.
Medallero
Francia encabezó la clasificación por primera vez desde 2004 y alcanzó los cinco títulos por primera vez desde 1999, cuando llegó a siete. El anterior país que lideró el medallero sin subirse al podio en pruebas femeninas fueron los Países Bajos en Burdeos 2006.
Y además…
España
Real Madrid y F. C. Barcelona volvieron a encontrarse en una final que para los catalanes supuso la 18ª consecutiva en competiciones ACB. Una final que puede resumirse como Rudy (16 puntos, 26 de valoración) contra Tomić (25 puntos, 40 de valoración). El madridista tuvo mucha más ayuda de sus compañeros (participaron los 12jugadores del Barça, pero solo cinco tuvieron valoración positiva y cinco ni siquiera anotaron) y el Real Madrid ganó el título copero en ediciones consecutivas por primera vez desde diciembre de 1985.
Italia
El Dinamo Sassari revalidó su título derrotando en la final por 101-94 al Olimpia Milán, equipo que no gana la Copa desde 1996. La del Sassari fue la máxima anotación en la final desde 1988 (Caserta 113-100 Varese).
Croacia
Tercer título, segundo consecutivo, para el Cedevita Zagreb, que remontó 19 puntos al Zadar en la final y la ganó 86-82.
Eslovenia
El KRKA Novo Mesto ganó por 77-67 al Zlatorog, se hizo con la copa como en 2014 y es el primer club distinto al Olimpia Ljubljana que consigue títulos seguidos.
Grecia
Victoria sobre la bocina del Panathinaikos por 71-68 ante el PAOK Salónica, que llegó a la final por primera vez desde 1999. Es la segunda vez que el PAO gana cuatro copas seguidas (conquistó cinco entre 2005 y 2009).
Turquía
Efes y Fenerbahçe se enfrentaron en la final por primera vez desde 1997. Y , como hace 18 años, ganó el Efes. Es la undécima copa del club, la primera desde 2009. El Fenerbahçe iguala al Türk Telekom Ankara como el equipo con más finales perdidas, cuatro.
Israel
El Maccabi Tel Aviv batió por 94-76 al Hapoel Jerusalén y logró su 42ª copa, la sexta consecutiva. El Maccabi ha ganado sus seis últimas finales ante seis rivales distintos (Bnei Hasharon, Barak Netanya, Maccabi Rishon LeZiyyon, Maccabi Haifa, Hapoel Eilat y Hapoel Jerusalén), un hecho sin precedentes en la competición.
Por tercer año consecutivo, Teherán (Irán) fue la sede de la competición, pero el equipo anfitrión no pudo revalidar su título de 2014 y se conformó con el bronce. El vencedor fue Azerbaiyán, país que jamás había ganado la Copa del Mundo en esta modalidad, al imponerse a Rusia en una final donde cada equipo ganó cuatro combates (el primer criterio de desempate, la victoria por superioridad, favoreció a los azerbaiyanos).
Rusia volvió a ser subcampeón, como el año pasado, y es el primer país que logra la plata en años seguidos desde la propia Rusia en 2006.
La fase de grupos tuvo una final anticipada con el duelo entre el Uhlenhorster HC de Hamburgo y el HC Hertogenbosch, que acabó con empate a dos. Sorprendentemente, las neerlandesas perdieron ante el Sumchanka ucraniano y se quedaron fuera de las semifinales.
En la gran fina, el UHC no tuvo piedad del Club de Campo madrileño y ganó por 8-0 (goleada récord en una final de Copa de Europa femenina), dando al club hamburgués su cuarta Copa de Europa, la primera de esta sección. Es el 25º título de equipos alemanes en 26 ediciones.
El Club de Campo quedó subcampeón continental por quinta vez, tercera consecutiva. En ambos apartados está superado por el Ritm Grodno bielorruso, seis veces subcampeón (cinco seguidas entre 2003 y 2007).
El primer gran torneo de la temporada al margen de los Grand Slams contó con la ausencia de las tres mejores del mundo (Serena Williams, Sharapova y Kvitová). Estas bajas las aprovechó la mejor jugadora del cuadro, Simona Halep, para ganar su segundo torneo Premier Mandatory/Five, tras el de Doha en 2014.
En dobles, victoria de Tímea Babos y Kristina Mladenović, un triunfo histórico para la primera de ellas porque es el primer título de una jugadora húngara en torneos de este nivel.
Resultado histórico para el balonmano español, porque el equipo grancanario del BM Remudas se convirtió en el primer club canario en ganar un título nacional a nivel absoluto (masculino o femenino). El marcador fue raquítico: empate a 16 goles al final de los 60 minutos y 20-19 tras la prórroga.
Fue la primera final con ambos equipos marcando 20 o menos goles desde 1988, cuando el Iber Valencia ganó 19-18 al Leganés. El Remudas es el tercer campeón en el tiempo extra, tras Osito L’Eliana en 1996 y Elda Prestigio en 2002.
El CN Sabadell empató a ocho en Italia, ante el Mediterranea Imperia, en el partido de ida de los cuartos de final de la Euroliga femenina. Es un buen resultado pensando en la clasificación para la Final Four pero que trunca la impresionante racha vallesana de 96 victorias consecutivas entre todas las competiciones (el Imperia, el 24 de noviembre de 2012, fue el anterior equipo que no perdió ante el Sabadell). La que sí se mantiene es la racha de partidos invictos, que ahora está en 118 seguidos.
Esta competición, que enfrenta al campeón de la Superleague inglesa y al de la NRL australiana, se disputó esta vez en Europa. El resultado fue muy sorprendente con South Sydney Rabbitohs venciendo por 39-0 al Saint Helens para lograr su primer título.
El torneo ha tenido 23 ediciones y nunca se había dado un resultado tan contundente. El cero en el marcador de Saint Helens solo tiene un precedente, en 2003, cuando también Saint Helens perdió 0-38 ante Sydney Roosters.
* David Fernández es estadístico.
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