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EXTRA #00 / MANCHESTER UNITED

por Martí Perarnau el 18 febrero, 2013 • 23:00

 

Alex Ferguson y Manchester United son pareja de baile desde hace más de 25 años. Es una relación que se ha convertido en una utopía en los tiempos que corren. No es normal que un entrenador aguante tanto a la sombra de un mismo banquillo y, a pesar de que el tiempo pasa factura a ambos lados, se puede
afirmar con rotundidad que siguen siendo un matrimonio feliz. Son felices porque el técnico escocés sigue despertándose cada mañana esbozando una sonrisa en la cara mientras masca su inagotable chicle viendo como sus pupilos no hacen más que derrochar competitividad por los cuatro costados. Desde los despachos la alegría es aún mayor ya que saben que a final de temporada el balance económico será favorable y, con casi toda seguridad, Sir Alex abrirá la puerta para traerles otro trofeo más que guardar en las vitrinas. Solo hay una cosa que les separará y que es un fiel antagonista en nuestras vidas: el tiempo.

Cada segundo que pasa, la jubilación de Ferguson está más cerca pero detengámonos un momento: ¿Qué es más rentable: pararnos ante el horizonte para plantearnos quién será nuestra media naranja de ahora en adelante o exprimir al máximo el tiempo que nos queda de estar juntos con aquella persona que te ha cambiado por completo? En Old Trafford viven sumergidos en pleno Carpe Diem. Solo quieren vivir el momento actual y lo que venga de ahora en adelante será desconocido. Siguen sorprendiéndose con cada gesto que lanza desde el área técnica y coreando su nombre antes de los partidos. Llegó en una época difícil y supo dar un giro de tuerca a la situación para convertir al United en el equipo más laureado de Inglaterra a nivel de títulos, en el rey de reyes: 12 Premier League, 10 Community Shield, 5 FA Cup, 2 Recopas de Europa, 2 Supercopas de Europa, 2 Champions League, 1 Copa Intercontinental y 1 Mundial de Clubes. Es su hoja de servicios desde que llegó al fútbol inglés, lo que le ha convertido en historia viva de este deporte para alcanzar el estatus de semidiós entre los aficionados de los diablos rojos; quizás solo por detrás de Bobby Charlton, que sigue siendo considerado como el mayor talento inglés. Es una absoluta incógnita cuándo dirá basta, pero cuando llegue ese día un trocito de la historia más exitosa de los Red Devils se irá para siempre.