Colombia vuelve a soñar
El pasado día 5 se cumplieron 19 años de la victoria por 0-5 de Colombia sobre Argentina en el Monumental de Buenos Aires. Aquel partido, pese a que era de clasificación para el Mundial de EE. UU., se puede considerar el momento cumbre de aquella generación y de la selección cafetera que dirigía el «Pacho» Maturana. Aquella selección fue una revolución, con un ritmo lento, un fútbol muy cualificado técnicamente y la defensa en zona con el portero de hombre libre en muchas ocasiones.
Los Higuita, Leonel Álvarez, Freddy Rincón, Carlos Valderrama y Faustino Asprilla hicieron soñar a un país entero durante cinco, seis años. Desde entonces, y salvo el éxito aislado de la Copa América en el 2001, donde fueron campeones, el fútbol colombiano no había tenido una generación tan ilusionante como la que ayer aniquiló por 4-0 a la vigente campeona de América y cuarta en el último Mundial, la selección uruguaya que dirige O. W. Tabárez.
El partido de ayer se jugó con un calor sofocante en Barranquilla, Colombia. La primera parte fue de un ritmo lento, con dominio de los colombianos, que se adelantaron a los dos minutos con gol de Radamel Falcao. El partido está lleno de detalles. Camilo Zúñiga, que en el Napoli suele jugar como carrilero por la izquierda en el sistema 3-4-1-2 de Mazarri, es un futbolista muy polivalente. Pekerman lo situó como lateral derecho en una defensa de cuatro y su contribución al equipo fue extraordinaria. Autor del pase del primer gol, que si bien no iba directamente a Radamel, le terminó cayendo a él, y una gran combinación de nuevo con Radamel para definir posteriormente él, con caño previo a Álvaro Pereira.
Colombia dominó todo el primer periodo, aunque sin excesivas llegadas. En las que tuvo, Falcao demostró que está crecido, es su momento. Colombia, para lo bueno y para lo malo, es una selección lenta, que alcanza velocidad de crucero en la zona de definición.
El centro del campo que dispuso Pekerman con Edwin Valencia, Abel Aguilar y McNelly Torres, le ganó a la partida al «Ruso» Pérez y Arévalo Ríos, incapaces de tener el balón y con él activar las bandas y surtir de balones a Forlán y Cavani. No es un problema nuevo en Uruguay: así ha conseguido éxitos en el pasado Mundial y en la pasada Copa América, pero con un Forlán haciendo la función de conectar el equipo y por edad, cada vez le cuesta más. Es lógico.
Además, ayer no pudo contar con Luis Suárez arriba, un delantero de importancia capital en la selección. Cavani es maravilloso al espacio, en carrera, pero Suárez la da otras cosas a Uruguay, entre ellas movilidad constante, caída a banda y muchos recursos con el balón en los pies. Uruguay sí se había caracterizado por ser un conjunto sólido atrás y anoche ni eso fue. La explosividad colombiana arriba en la segunda parte desnudó la lentitud de Victorino, Lugano y Godín, que no escalonaron bien.
Colombia no pudo contar con Freddy Guarín, ausente por un virus, que es un futbolista capaz de variar el estilo lento de toque con alguna diagonal, ya que es un gran pasador en largo. Sin el jugador del Inter de Milán, Colombia profundizó en su clásico juego lento, de toque y posesión, pero con una magnífica aceleración en los metros finales. La inclusión de McNelly Torres, muy bien en las transiciones, y de James Rodríguez, partidazo el suyo, dieron vida a Teo Gutiérrez y Radamel Falcao.
La actuación de James Rodríguez en el segundo y tercer gol de Colombia merece una explicación. El segundo gol es una maravilla por lo que hacen los tres jugadores que participan en él. James habilita a Falcao y Radamel se la devuelve de espaldas a la portería contraria generando un espacio a su espalda entre los centrales de Uruguay. Teo lo lee perfectamente y arranca en diagonal. James diseña un pase de tiralíneas con su pierna izquierda hacia ese hueco, para que Teo defina entre las piernas de Muslera, con un poco de suerte, eso sí. El gol es excelso.
En el tercer gol de Colombia, Armero roba en la banda izquierda y prolonga hacia James que lo hace todo bien, la deja correr y abre el campo a la espera de que se incorporen efectivos arriba. En el momento justo asiste a Teo, que interpreta fenomenal que debe ir a buscar el palo corto, en un gol que tantas y tantas veces le hemos visto a Raúl González Blanco, para marcar el tanto.
La segunda parte fue incontestable por parte de Colombia ante una Uruguay sin reacción, donde solo se podían discernir los defectos, los de antaño con la pelota y los de ayer en defensa y concentración. Es pronto para saber si Colombia estará en el Mundial, que por potencia debería, ya que el grupo sudamericano es largo y muy duro, pero la selección ilusiona. Para Uruguay queda un trabajo duro: recuperar sus virtudes del pasado reciente, porque mejorar sus carencias con el balón sigue siendo complicado.
Por último, un detalle. Ayer, en el banquillo colombiano, había un jugador que une pasado y presente de la selección, un guiño a la historia del fútbol de este país. Faryd Camilo Mondragón, a sus 41 años y aún en activo en el Deportivo Cali, integrantre ya de aquella selección que estuvo en EE. UU.’94, donde era el portero suplente. Hay que dar la bienvenida a Colombia de nuevo al primer nivel del fútbol sudamericano con la posibilidad de acudir al Mundial de Brasil 2014 en el horizonte.
* Alberto López Frau es periodista. En Twitter: @Albercampeontv
– Fotos: AFP
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