1.- Hay asuntos que rechinan, pero Vicente del Bosque los vadea con estoicismo. El calendario, por ejemplo, con una final copera a dos semanas del inicio de la Eurocopa; o esa consecuencia de disputar dos amistosos con jugadores que debían ser desconvocados inevitablemente, en tanto una buena parte de los titulares todavía anda de recuperación. Probablemente no son las mejores condiciones para preparar la defensa del título, pero son las que le han dado al seleccionador.
2.- En tanto que España B y la condición de amistoso preparatorio, el enfrentamiento con Corea se observa con distancia y frialdad. Los movimientos colectivos se preservan, como si los recién llegados más algunos suplentes conocieran sin problema por dónde debe discurrir el juego. El libreto de la selección está bien aprendido. Su ejecución mejorará cuando llegue el resto de titulares.
3.- Se advierte que Del Bosque mantendrá una de sus señas de identidad: guardarle las espaldas al mediocentro de posición con un interior muy próximo. Hoy ha sido Beñat quien ha apoyado a Xabi. En adelante será Xabi quien guarde la espalda de Busquets. Ese peldaño extra que introduce el seleccionador respecto del juego posicional de Busquets contiene un problema que se convirtió en irresoluble durante el Mundial: Xavi Hernández juega desconectado de la base y recibe siempre de espaldas a portería. Ese peldaño de más se transforma en un segundo perdido y una posición receptora que dificulta la circulación.
4.- Dicho queda, simplemente a beneficio de inventario. Del Bosque, con toda la legitimidad del mundo, insistirá en su idea con el aval de un título extraordinario. Frente a Corea ha partido de un 4-1-1-3-1, con Beñat moviéndose en vertical para ayudar entre líneas o cerrándose cerca de Xabi en el 4-2-3-1. Los tres mediapuntas superiores (Silva, Mata, Cazorla) se han movido con notable precisión, bien apoyados por las caídas a banda de Torres, autor de algunos buenos desmarques.
5.- El menos positivo de los movimientos colectivos ha residido en la transición defensiva, con Xabi y Beñat sufrientes, lo que ha repercutido en los centrales. Cabe pensar que con Busquets en esa posición, dicho aspecto mejorará.
6.- El resto han sido detalles particulares: la personalidad de Beñat, con aires de veterano; su medido centro a la cabeza de Torres en el primer gol; el magnífico gesto técnico de este para acertar a portería; las percusiones de Monreal por izquierda; dos maravillosos pases filtrados de Silva y Cazorla; el gol pícaro de falta de este último; la fuerza rematadora de Negredo; o la corrección de Albiol al lado de Ramos, sin destacar en nada, lo que es bastante tras su escasa temporada.
y 7.- Del Bosque entiende la selección como un equipo y no como una selección. Si Villa y Puyol no se hubiesen lesionado, Negredo y Juanfran serían descartados y solo habría dos cambios respecto del Mundial: Cazorla y Alba por dos jugadores ya en declive, Marchena y Capdevila. Habrían sido dos cambios sobre 23, porcentaje ínfimo que nos habla de bloque, continuidad y sensación de equipo. Gustará más o menos, pero esa es la irreversible propuesta del seleccionador, hasta la fecha exitosa. Este es el Club Del Bosque.
– Foto: EFE
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