Claves para enfrentarse al Borussia
Enésimo fracaso de la expedición blanca en tierras germanas. La historia no parece terminarse nunca y se encuentra en un círculo vicioso que no parece tener fin. Alemania y Real Madrid no congenian y quedó reflejado en el Signal Iduna Park, donde el conjunto borussen fue netamente superior al equipo dirigido por José Mourinho. Ahora las tornas han cambiado, Klopp y sus pupilos tienen mucho que perder en el Santiago Bernabéu mientras que los futbolistas blancos tienen la oportunidad perfecta para limpiar su imagen y quizás demostrar que esta es la temporada donde la Décima dejará de ser un sueño.
No hay que confundir improbable con poco probable, son términos parecidos pero opuestos al mismo tiempo. Improbable es algo que es imposible que suceda, mientras que poco probable es que aún guarda un rincón de esperanza para que suceda. El fútbol está rodeado de ese aura de sorpresa y optimismo para que, cuando el árbitro silbe por última vez su silbato, lo improbable surja. No hay que engañarse: la empresa que deben acometer Mourinho y sus discípulos es uno de los mayores retos hasta la fecha, pero si hay un equipo que, por carácter histórico y capacidad de plantilla, puede revertir la situación es el Real Madrid. Dejando de lado invocaciones y demás, la intencionalidad y ambición de la plantilla se valora en el campo y el Real Madrid tiene activos para justificar su remontada.
Tras el correctivo en el feudo del Borussia, toca revisionar y corregir errores. A este equipo aún le falta su gran noche europeo bajo las órdenes de The Special One y si hay una persona con capacidad de autocrítica y enmendar sus errores es el técnico de Setúbal. Motivos para creer sobran, ahora falta ponerlos en liza sobre el tapete verde. Quedan únicamente 90 minutos para escribir líneas de oro o, por el contrario, llenar las páginas de lágrimas sobre la andadura europea del Real Madrid.
ENCIMAR A GÜNDOGAN
Una de tantas claves por la que el Borussia fue claro dominador fue la plena libertad de gestión que tuvo Gündogan durante los 90 minutos. El plan en tierras alemanes fue reactivo, repliegue a una línea bastante baja y con una nula presión sobre el doble pivote que alineó Klopp. Ilkay nunca estuvo bajo una presión abrupta y su lectura ingame fue fabulosa. Llevó los tiempos del partido mientras su compatriota Götze ahogaba a Xabi Alonso; anularon al Real Madrid y el planteamiento inicial de Mourinho les otorgó la capacidad de dominar desde su propia base de la jugada. El llamado sustituto de Nuri Sahin ha superado las expectativas sobre su figura y se permitió todo lujo de detalles técnicos durante la contienda.
Es necesario entorpecer su figura y que los primeros engranajes en la salida de balón borussen chirríen. Un Mesut Özil vestido con su mono de trabajo tradicional en los Clásicos, sería una buena figura en la que refugiarse. Özil trabajando y dañando su espalda para generar robos a una buena altura y gestionar las transiciones veloces del Real Madrid podría adquirir una relevancia importante. Es un futbolista al que José Mourinho le ha inculcado cierta cultura del esfuerzo sin balón; ahora es el momento de extrapolarlo a nuevos contextos. Si en alguna ocasión caricaturizó a Busquets, hoy debe ser la noche donde se le vuelva a ver desfondarse sin balón.
Si no se quiere sacrificar al genio alemán, hay otras alternativas que pusieron en práctica otros entrenadores para minimizar a Gündogan y resultaron. Otra opción viable sería pasar al 4-4-2 en rombo, que se ha podido ver en algunos tramos de partidos, para que el dúo de delanteros trabaje sobre la figura de Ilkay. Un método similar que probó Pellegrini y dio unos resultados óptimos para anular en gran parte al ‘8’ del Borussia Dortmund. Hay variables y variables para drenar al futbolista de origen alemán pero de padres turcos, aunque una de las cosas que sacaría en limpio Mourinho de aquel partido fue que hay darle pocos privilegios, por no decir escasos, para que el partido del Bernabéu no acoja unos tintes dramáticos como sucedió en el Signal Iduna Park.
ES NECESARIO EL RAMOS CENTRAL
Otra de las bazas que más explotó Jürgen Klopp fueron los desplazamientos en largo hacia Robert Lewandowski. El final de la historia todo el mundo la sabe de memoria y el ariete polaco cerró su primera gran noche europea anotando cuatro goles, certificando así la transformación de un futbolista muy cuestionado por todos en sus inicios y al que ahora le sobran novias por toda Europa.
Su dominio del espacio aéreo fue entrañable. Demostró que es el aspecto a pulir por un incipiente Varane, que pese a sus defectos está cursando un 2013 de sobresaliente; y para demostrar que Pepe no es el central dominante de principio de temporada. Si unes las carencias de Raphaël y el bajo momento de forma del central luso, acrecentado por jugar en un perfil que no domina, el final de la historia fue una de esas noches inolvidables para cualquier futbolista. Es un imperativo que Ramos sea central.
Desde el punto de vista táctico porque sus condiciones físicas son las únicas capaces de secar a Lewandowski en las pugnas por balones aéreos y porque está habituado a jugar por el perfil zurdo. Dejando el perfil diestro a un Varane habituado o a un Pepe que desde esa posición demostró en la Euro y durante el inicio de la temporada ser un defensa que condiciona al rival en diversos aspectos. Por estado de forma, el que más posibilidades tiene de salir de inicio es Varane y formaría junto con Sergio Ramos una dupla de centrales que se complementaría bastante bien.
Essien, ya recuperado de sus molestias físicas, juega un doble papel crucial. El primero, darte el privilegio de poder poner a Ramos de central desde el inicio. El segundo es un apartado técnico y táctico que sería favorable para el Real Madrid en el caso de que el Borussia vuelva a acosar a Xabi Alonso: dar una salida lateral potable. Michael no es el futbolista físico de sus inicios. Su cuerpo dijo basta y ha mutado en un futbolista de notables capacidades técnicas. Si el ‘14′ blanco no puede iniciar, delegar parte de sus tareas en el futbolista cedido por el Chelsea podría ser un buen recurso a la hora de iniciar los ataques posicionales, como ya demostró contra el Galatasaray en el mismo estadio.
ATACAR A MATS HUMMELS
Otra de las conclusiones que se pueden sacar del esperpento blanco en Alemania es que Hummels no tiene el alta competitiva aún. Demostró ser un central sensible al error y con fallos puntuales a la altura de David Luiz o Dante. Buscarle de manera constante y presionarle debería ser un imperativo para los alumnos de Mourinho. Él mismo se mostró autocrítico con su actuación y que Klopp en el último enfrenamiento de la Bundesliga le diera la titularidad es bastante significativo: no llega rodado a la cita y puede ser un foco de entrada para los ataques blancos.
Es un central exquisito en lo técnico, con una salida de balón impecable, pero que sufre a la hora de correr hacia campo propio. Esprintar no es una de las habilidades por las que se le recordará y si juntamos las palabras carrera, Cristiano y Hummels, la ecuación final puede arrojar un balance netamente favorable para el Real Madrid.
Su suplencia en el Bernabéu sería sorprendente, dado que es una de las piezas más importantes para el mecanismo de salida de balón del Borussia Dortmund. Si sale de inicio se le tiene que buscar, en especial si es en los primeros minutos del partido donde quizás la grandeza del desafío le altere la conciencia y provoque sus propios errores. En estos momentos es la pieza más débil de la retaguardia alemana, a expensas de si el lateral polaco Piszczeck estará disponible para Kloppo.
ACTIVAR MENTALMENTE AL GRUPO
Por último, y no menos importante, convendría jugar con el aspecto psicológico del elenco de futbolistas que conforman el Real Madrid. Mourinho, ha sido fiel defensor de sacar oro en todos los aspectos del deportista sin conocer sus límites: “Yo no hago trabajo físico. Defiendo la globalización del trabajo. No sé dónde comienza lo físico y acaba lo psicológico y lo táctico”.
Así que trabajar mentalmente sobre futbolistas como Xabi, Ramos, Cristiano, Fábio u Özil, que están acostumbrados a llegar rondas finales de los torneos, debe ser esencial. En el Signal Iduna Park fueron humillados por muchos futbolistas que tenían su primera experiencia en semifinales de la Champions League y eso para un grupo conformado con futbolistas curtidos en mil batallas debe ser una losa para activarlos mentalmente. En el caso del mismo Xabi Alonso debe conocer situaciones como ésta: él estuvo presente en Estambul en uno de los mayores milagros que ha visto el fútbol contemporáneo.
Los primeros que deben creer en una posible remontada y limpiar su imagen tras el desastre de Dortmund son los futbolistas. Tienen que demostrar que la experiencia es un grado en citas tan trascendentales, más aún cuando Wembley parece cercano en el horizonte. La motivación debe ser llegar a la final y recuperar parte de su prestigio perdido en el partido disputado hace menos de una semana.
* Paola Cid.
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