"El modelo de juego es tan fuerte como el más débil de sus eslabones". Fran Cervera
Rudi Garcia ha iniciado de manera impecable su proyecto en la capital italiana. Pleno de victorias tras siete jornadas, veinte goles a favor y tan sólo uno en contra. Estos números, que han permitido conseguir el mejor arranque de la historia del equipo, riegan los sueños de la hinchada giallorossa, que vuelve a estar ilusionada con el equipo cuando ya han pasado dos meses de competición.
Además, el conjunto dirigido por el técnico francés se está ganando los elogios del aficionado imparcial del calcio. La Roma no sólo está ganando, sino que lo está haciendo con fundamentos, y se nota a los jugadores convencidos de la idea que promulga el extécnico del Lille. Una idea que se cimienta en ese fútbol combinativo que permite dominar, pero jugar a la contra; que mezcla los rondos para que el rival corra, pero también una presión defensiva (aunque se vaya ganando 0-3 en el minuto 85) que genera muchas recuperaciones y pocos sufrimientos. En resumen, una idea que dicta que hay que ir al ataque con muchos hombres pero mantener la intensidad defensiva y la concentración durante la hora y media de partido.
Repasando cómo han llegado los veinte goles comprobamos que la materia en la que más destaca es el contragolpe. De esta manera han llegado seis tantos y se han provocado otros tres penaltis que también fueron transformados. Antes de proseguir detallando cómo han llegado el resto de tantos, debemos remarcar el papel de Gervinho en este apartado. Él ha provocado los tres penaltis y marcado tres de sus goles a la carrera. La confianza que le otorga el que fuera su entrenador en el Lille, y también en el Le Mans, permite al costamarfileño mostrar su mejor nivel y hacerlo en las mejores condiciones, con espacios. Sin duda, Gervais Yao Kouassi Lombe es una de las claves de esta Roma.
El equipo no se ha prodigado demasiado en jugadas a balón parado, pero ya han sido dos los goles tras saques de esquina y otro tras aprovechar el rebote de una falta directa. Pero a esta Roma no se la puede calificar como un equipo contragolpeador. Dominó la posesión en todos los encuentros, salvo en el último ante el Inter, en el que, inteligentemente, sabiendo de las dificultades del equipo de Mazzarri para proponer fútbol en posicional, cedió unos cuantos metros. Aun así, en ese partido tampoco sufrieron más de la cuenta y el momento de forma y gracia de los jugadores permitió una victoria cómoda. Así pues, bajo este dominio han llegado cuatro tantos en jugadas de toque más otros tres con disparos desde larga distancia, competencia en la que el equipo destaca por sus grandes lanzadores de media y larga distancia (Pjanic, De Rossi, Strootman, Totti, Ljajic…).
Otro aspecto importante en las primeras alineaciones de Rudi es la no presencia de un delantero referencia. Con Destro lesionado desde julio y con Borriello como único ‘9’ disponible, el francés ha optado por utilizar a Totti de falso nueve. Aunque en este caso, decir falso nueve es totalmente incorrecto. Totti es un centrocampista más; un mediapunta que juega detrás de dos hombres (Florenzi/Gervinho/Ljajic) que parten desde las banda y trazan diagonales, desmarques de ruptura o apoyan en corto para que la jugada prosiga.
Esa presencia de Totti unos metros más atrás es la que permite al equipo tener superioridad numérica en el centro del campo, que es donde se ganan los partidos. Daniele De Rossi, por fin jugando en su posición natural por delante de la defensa, acompañado por Pjanic como interior derecho y Strootman por la izquierda, apoyados por Il Capitano, posibilitan que haya cuatro jugadores técnicamente sobresalientes con suficiente capacidad como para dirigir. Además, esos metros que baja Totti permiten al bosnio y al neerlandés poder ayudar más en la creación a De Rossi, por lo que la Roma suele iniciar la jugada con un doble mediocentro. Las subidas de los laterales (gran rendimiento de Balzaretti y Maicon), que se convierten en carrileros, ayudan a esta superioridad numérica.
Pero no todo es ataque, como se demostró en el Giuseppe Meazza. El buen hacer de De Sanctis también es comprensible viendo el gran nivel mostrado por la pareja Benatia-Castán. El marroquí (gran acierto su fichaje), además, se ha despatado en labores ofensivas y ya ha dejado uno de los mejores goles de la temporada. Pero si la Roma es el equipo menos goleado del campeonato también es por la solidaridad de todos los jugadores en labores defensivas. Desde los extremos (sobre todo Florenzi, que no deja de ser un box to box reconvertido a extremo que por fin ha encontrado la puntería que le faltó la temporada pasada), pasando por los tres centrocampistas, cierran filas y son los primeros en perseguir a su marca sin que se aprecie cansancio alguno. Esa buena capacidad física se demostró desde los primeros partidos de liga. El equipo llegaba a las segundas partes más fuerte que el rival y lo aprovechaba para desequilibrar los partidos. De ahí que los primeros doce goles marcados fueran en los segundos tiempos.
La duda es saber el techo de este equipo. De momento ha ganado a dos recién ascendidos como Livorno y Hellas Verona (ahora ocupa el quinto puesto); a tres equipos de la zona media como el Parma (único que ha conseguido marcarle), la Sampdoria (estos dos primeros fuera de casa) y el Bologna (con manita incluida); y a un Inter que todavía se está conociendo y a una Lazio que no ha empezado tan fuerte como la temporada pasada. Sin querer quitar ningún mérito al equipo de la Loba, tendremos que esperar a ver cómo prosigue la primera vuelta y ver los resultados ante el resto de equipos, Inter y Lazio aparte, que deberían disputarle los puestos europeos. Porque para hablar del Scudetto, mejor esperar a marzo y ver la profundidad del fondo de armario cuando el once titular no esté disponible al completo. Hasta entonces disfrutemos de una de las sorpresas del inicio de temporada, no sólo en Italia, sino en Europa. Disfrutemos de esta Roma, como dirían los paisanos del técnico, incroyable.
* Rafael Medel.
– Foto: MaxPPP
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