Clasificación desde el pragmatismo

por NICOLAS QUIROGA el 22 abril, 2015 • 23:56

1.- La Juventus se clasificó a semifinales de la Champions League tras apear al Mónaco, rival al que nunca superó con claridad. Lo desniveló en la ida con un penal inexistente y en la vuelta le alcanzó con competir mejor y conseguir un empate sin goles bajo un pragmatismo puro y duro. Tras los noventa minutos disputados en el Louis II solo se pudo visualizar un disparo a puerta de cada equipo, dato que evidencia la virtud desde el orden de los italianos y el demérito de los monegascos de cara a elaborar situaciones de gol (de los siete primeros, es el equipo con menos goles a favor (40) lleva en la Ligue 1).

2.- El Mónaco inició el encuentro con el mismo esquema de la ida (4-2-3-1), pero con el matiz del ingreso de Toulalan en el mediocentro. Kondogbia fue su compañero en la medular. Así, Fabinho volvió al lateral derecho y Raggi al centro de la defensa junto a Abdennour. Carvalho fue el sustituido. Bernardo Silva fue la otra novedad en el extremo derecho. Por otro lado, Allegri, se decidió por la línea de tres centrales, donde destacó Bonucci. Evra y Lichtsteiner fueron los carrileros y Pirlo, el mediocentro posicional, con Vidal a la izquierda, Marchisio a la derecha y en ataque, Tévez y Morata.

3.- La iniciativa fue de los locales, con una presión en campo rival sobre la salida de Pirlo. Chiellini tuvo un pobre rendimiento en la primera mitad: inseguro en cada anticipación, cruce o con el balón en los pies. Su amonestación en el primer minuto (resbalón y mano para cortar ataque rival) fue una clara muestra de lo que se avecinaba. Mientras tanto, Martial era el destino del juego indirecto en cada inicio de jugada. Los locales no asumían ningún tipo de riesgo ante un contrincante atrincherado en su campo. Las incorporaciones de los laterales fueron tímidas hasta que Fabinho se juntó con Moutinho y Bernardo y empezó a generar peligro por el flanco de Chiellini, Evra y Vidal. A raíz de ello, Barzagli envió al córner (a centímetros de marcar en propia puerta) un pase atrás de Bernardo tras una triangulación con Moutinho y Ferreira-Carrasco. El interior izquierdo chileno lograba solventar con sacrificio los primeros intentos ofensivos del rival.

4.- Carlos Tévez se fue apagando tras unos primeros minutos prometedores donde aguantó el balón y dio oxígeno a sus compañeros. Kondogbia no se lo pensaba y disparaba siempre que podía de media y larga distancia, al igual que Fabinho, con menos suerte, ya que sus envíos disparos fueron repelidos por piernas rivales. A partir de la media hora de juego, las imprecisiones se acentuaron en ambos bandos y Vidal terminó de desactivar el peligro por su sector. El partido no tenía dueño y caía en un pozo. David Trezeguet observaba desde la grada el pobre espectáculo que regalaban sus exequipos. La Juventus continuaba replegada con una presión prácticamente nula de ambos delanteros. El atacante argentino aportó su sempiterno toque de agresividad para robarle el cuero a Raggi, aunque dicha acción finalizó sin entendimiento colectivo. Morata, segundos más tarde, ejerció de Tévez para presionar a Toulalan y dejarle al Apache de cara un balón cercano al área que el argentino no supo aprovechar ya que su remate salió desviado.

5.- El segundo tiempo comenzaba con variaciones en el conjunto de casa. Berbatov ingresó por Toulalan. El búlgaro se posicionó como delantero centro, Moutinho retrocedió metros para ocupar el doble pivote con Kondogbia, Bernardo era el nuevo mediapunta y Ferreira-Carrasco se situó en la derecha (Martial jugó en la izquierda). Ninguno de los dos extremos pudo activarse debido a la falta de espacio negada por su contrincante, tanto en la primera como en la segunda parte. Pese a ello, el dominio y la iniciativa continuó siendo de un Mónaco que no hallaba resquicio alguno para aproximarse a la portería defendida por Buffon.

6.- Buffon tuvo una noche tranquila, salvo en dos acciones en las que actuó de manera antagónica. Una mala salida suya ante Abdennour, tras centro de Moutinho, fue salvada debajo de la portería por Evra. Minutos más tarde, un desentendimiento entre Bonucci y Vidal generó una gran anticipación del veterano portero ante Berbatov, que se disponía a definir solo ante el guardameta. Tras esos momentos de zozobra, los italianos comenzaron a adelantar metros en el terreno de juego, en parte por la lenta posesión rival que no generaba volumen de juego y la sustitución de Llorente por Morata. El exjugador del Athletic se hizo gigante en cada balón largo de Bonucci. El cotejo se jugaba a demasiados metros de Buffon y los jugadores dirigidos por Jardim se mostraban desgastados por llevar el peso del partido sin éxito alguno. Chiellini mejoró de forma gradual. Todo esto llevo a que la Juventus no sufriera en los últimos 20 minutos del juego.

7.- Un deshinchado Mónaco no generó peligro y tiró la toalla ante una muy seria defensa de la Vecchia Signora en la que destacó Bonucci. Llorente siguió pivotando y aguantando cada pelota que tenía como destino su tremendo físico. Para más inri, Pereyra ingresó por Vidal y la Juve acabó la contienda de forma excelsa en el apartado físico. Pirlo dejó el detalle mágico de la eliminatoria con una falta lejana ejecutada de forma exquisita y que se fue al palo. Recordó al libre directo ante Inglaterra en el pasado mundial.

y 8.- Allegri ha depositadp a la Juventus otra vez entre los grandes. Resumió la llave con sus declaraciones: «Había señales de que nos convertiríamos en un grande de Europa de nuevo. No hemos hecho un buen partido ni en la ida ni en la vuelta, pero el Mónaco es un gran equipo. Sabíamos que sería así. No tuvimos muchas oportunidades, pero defendimos bien». Real Madrid, Barcelona o Bayern Múnich será su enemigo en semifinales. La temporada ya es un éxito, con la liga asegurada, la disputa de la final de Coppa y con este pase semifinales de Champions. Billete conseguido desde el pragmatismo ejecutado de forma excelsa por los jugadores, quienes entendieron a la perfección las ideas de su técnico.