Cicatrizar heridas a base de goles

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Cicatrizar heridas a base de goles

por ISMAEL LEDESMA el 20 abril, 2016 • 23:50

1.- Quizá el Barcelona estaba ante la jornada clave en su objetivo por ganar una liga que hace solo unas semanas parecía clara y al término del encuentro frente al Valencia, desde los sectores más tremendistas y ventajistas, parecía imposible. Lo cierto es que los culés, que contra los ches hicieron todo para ganar pero perdieron, necesitaban los tres puntos y, sobre todo, recuperar la confianza en su juego.

2.- El Deportivo de La Coruña venía de remontarle sendos 2-0 en los últimos dos partidos al Barcelona, pero esta vez le faltaría tensión competitiva y sobre todo armas a nivel tanto colectivo como individual para competir contra Luis Suárez y Andrés Iniesta, cuyos partidos, con y sin balón, rozaron la perfección.

3.- En ataque, el partido del Barça convencía. Ritmo de balón, movilidad por delante del mismo, jugadores llegando desde segunda línea… los de Luis Enrique llegaban fácil pero también permitían al Deportivo salir. Fue tras un córner rematado en el área pequeña cuando Suárez comenzó su exhibición particular en la definición –en todo lo demás, lo hacía desde el inicio–. Cayendo a banda, ejerciendo como pivote, acercándose a recibir para crear triángulos de pase, desmarcándose en ruptura… la jerarquía de Luis Suárez en el partido estaba siendo definitiva. Él y el ritmo marcado por Andrés Iniesta ponían al Barcelona por delante en marcador y sensaciones.

4.- Pero el Deportivo también llegaba. Primero, en una ocasión de Celso Borges, que le ganó la posición a Dani Alves pero llegó forzado al remate. Poco después, el propio Borges y Oriol Riera se toparon con dos decisivas acciones de Bravo y Bartra. Mientras, Luis Suárez seguía siempre al filo del fuera de juego, pero casi nunca incurriendo en él. Y anotó el segundo tras un pase al primer toque de Messi –que vio la jugada antes de que le llegara el balón–. El Barça movía y movía hasta encontrar el hueco. Y el Deportivo desconectó.

5.- Por eso, solo un minuto y medio después de que comenzara la segunda mitad, el Barcelona cerró el partido. En una transición ofensiva el tridente arrastró a toda la zaga deportivista al primer palo. Luis Suárez esperó al momento justo para habilitar a Rakitic que llegó, absolutamente solo, al segundo palo. La exhibición de Suárez estaba siendo colosal. En un nuevo pase de Messi, el uruguayo rompió en la diagonal por dentro y volvió a batir al portero deportivista. Llegó otro más, en este caso vía regalo de Neymar y contragolpe de la MSN.

6.- Todo le salía perfecto al Barcelona. Descansaban Alba, Iniesta y Busquets, marcaba otra vez Messi –previo autopase y asistencia de de Luis Suárez–, y en el partido en que superaba a Ibagaza como argentino que más partidos ha disuptado en Primera; destacaba Bartra, sólido como casi siempre que se confía en él y sobresaliente en una jugada individual que, tras anticiparse desde campo propio y conducir con potencia, definió a la perfección.

7.- Lo que quedaba de partido se convirtió en buscar al soldado Neymar. Lo consiguió Suárez y el Barcelona dejó la cuenta en ocho goles. Todo el acierto que había necesitado en los últimos partidos la encontró hoy.

8.- ¿Hizo el Barcelona algo distinto en A Coruña con respecto al partido en el Camp Nou ante el Valencia? Sí, lanzar seis veces menos y marcar siete goles más. ¿Ha realizado una minipretemporada a nivel físico de lunes a miércoles? No, simplemente tuvo la puntería hoy que le faltó el domingo.

y 9.- Y Luis Suárez, claro. Póquer de goles y hat-trick de asistencias. Junto a Iniesta, protagonistas del partido que el Barcelona ha utilizado para cicatrizar heridas.