1.- El Atlético mejoró algunas cosas, pero no fue suficiente. Su versión defensiva se endureció y consiguió no recibir ni una sola oportunidad. El problema es que tampoco las creó. La peligrosa tendencia de acularse no ha desaparecido y el equipo sigue imposibilitado para usar el contragolpe.
2.- El partido frente al Valencia es un ejemplo perfecto de lo que es el Atlético de esta temporada. Un año más, por decisión de sus dirigentes, se quedó sin sus mejores jugadores y el nivel de los que llegaron no es suficiente. Moyá regaló el gol del empate y hace añorar la seguridad de Courtois. Y Mandzukic no le ganaría una carrera a la mitad de los delanteros del campeonato, mientras que a Diego Costa podías abandonarle a su suerte para fabricar un contragolpe de autor.
3.- Se esperaba con incertidumbre la decisión del Cholo sobre el croata y no defraudó. Les insto a que revisen crónicas pasadas para constatar que la actitud de Mandzukic viene siendo dudosa desde hace tiempo. El vaso colmó y Simeone le recetó el banquillo. Estamos ante un punto de inflexión para saber cómo reacciona el delantero balcánico a una decisión necesaria de cara al grupo.
4.- Al Atlético no le faltó deseo y entusiasmo. A su modo, falto de fútbol en este último mes, empujó y dominó el primer tiempo. Salvo un primer intento de Negredo, el Valencia no fue capaz de cruzar la mitad de la cancha. Gabi y Koke tiraban del medio para ahogar al equipo che con una presión alta. A partir de ahí, pelotas que merodearon el área con final feliz.
5.- En uno de esos balones parados que buscaron una cabeza decisiva, apareció una prolongación de Torres y una una dejada con el pecho de Tiago. Koke llegó hambriento y ajustició a Diego Alves. Era el gol de un añorado, que se ha convertido en imprescindible.
6.- Merece la pena hablar del Valencia, pero encontrar elementos individuales en este partido es francamente complicado. Casi nadie lució y solo la personalidad de los defensores permitió mantener el partido vivo. El Atlético consiguió hacer del encuentro un campo de minas y si no ganó fue por casualidad.
7.- Sin jugar bien, el partido estuvo en el pie derecho de Tiago. La buena actuación del portugués mereció otro final para su remate a bocajarro. Había peinado Godín y el destino del balón lo escupió el larguero. Ese destino que el año pasado la llevaba dentro y ahora la deja en el limbo es el match point de Woody Allen.
8.- El mismo que convirtió una falta intrascendente en el gol del empate. Moyá se equivocó gravemente y no defiende su territorio como haría un portero con autoridad. Deja viva una pelota que nunca debió estarlo y el travesaño hizo la pared con Mustafi. Oblak espera su turno y conviene no descartar que le toque.
9.- El empate dejó sin respuesta a los rojiblancos. Se notó que el plan se había venido abajo y ya no encontraban ni las fuerzas ni el nivel para cambiarlo. El Valencia, que acabó sin Javi Fuego, parecía más entero. Contribuyó la aparición de André Gomes, a quien me asombra no ver como titular en el equipo de Nuno.
y 10.- El tercer puesto está más vivo que nunca. El punto refuerza a los valencianistas, que permanecen en su estado de felicidad. Al Atlético le envuelve en sus dudas. El bache no termina de alejarse y en solo diez días sabrá si la Champions entona su canción de despedida. Es el momento de acertar con la puerta definitiva.
* Alberto Pérez es periodista.
– Foto: Ángel Gutiérrez (Atlético de Madrid)
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