1.- Era el final soñado, el que vemos en las películas americanas. Último minuto del partido, un balón que vuela lentamente camino de la gloria. Todo un estadio esperando a que la maldita pelota caiga. Un banquillo que sale a la línea preparado para lanzarse sobre el héroe. Pero Adrián no lo será (al menos de momento) porque la mano del antihéroe decidió que no lo fuera. Era un gol cantado hasta que Caballero puso el despertador a los sueños rojiblancos.
2.- No hay nada peor que la sensación de quedarse a medias, y con ella se fue a cuestas toda la hinchada rojiblanca. El alirón no llegó y por segunda semana consecutiva se perdió una oportunidad. De ahí la amargura de los aficionados. No se ha escapado el campeonato, pero sí se han escapado dos grandes ocasiones. Y dejar vivo a un grande medio muerto es como para preocuparse.
3.- Simeone tiene un trabajo duro esta semana, pero no lo es más que el que ha realizado durante tres años. Se trata de convencer a sus jugadores y sobre todo de limpiar la mente de recuerdos. Que el entorno crea o no ha dejado de ser importante. El Atlético juega en Barcelona y los que han de salir con la misma energía física y mental que en toda la temporada son los que se visten de corto.
4.- No ganó ninguno de los tres primeros, otra vez. Ahora no cuenta solo la calidad o el potencial de los contendientes. Juega la tensión, la responsabilidad, la cercanía de la gloria o de la decepción, en resumen las emociones en su máxima expresión. Que el Atleti esté agarrotado es hasta normal. No está suelto y tampoco le sonríen las circunstancias. Lo que antes ganaba con un par de llegadas ahora no lo gana con cinco.
5.- Es de sobra conocido que los rojiblancos sufren más cuando empiezan perdiendo, y ya llevan tres partidos en los que marca primero el rival. Le dio la vuelta en Stamford Bridge, pero con el Levante y el Málaga no ha sido posible. Muy distinto hubiera sido todo si Villa no desperdicia un gol para el que se le fichó.
6.- La actitud del Guaje ha sido intachable durante toda la temporada. Ha sido humilde como pocas estrellas lo son. Aceptó su trabajo ingrato partido tras partido y llegó listo para el momento de la verdad. Se le trajo para los goles determinantes, para esos que solo marcan los campeones del mundo. En dos partidos suma cuatro ocasiones a cual más clara que no han acabado dentro. No debe estar muy feliz.
7.- El Málaga se limitó a jugar con la ansiedad local y a dejar que Caballero hiciera el resto. Según pasaban los minutos el desorden se apoderaba de un Atleti que quería marcar de cualquier manera. Courtois evitó que el 0-1 llegara antes, pero Alderweireld le daría una segunda oportunidad a los de Schuster.
8.- El belga ha completado una correcta labor como tercer central desde que llegó del Ajax. Como tal se le debe considerar porque está a gran distancia de los dos titulares. Demasiado frío como para tener fe ciega en él. Quedarse mirando un balón mientras te están robando un título es suficientemente grave como para no solucionarlo incluso marcando un gol.
9.- El gol regalado y el gol marcado por Aldeweireld dejaron un escenario para la épica. Resistía el Elche en el Martínez Valero y el Atlético estaba a un gol de ser campeón. La tensión y el agarrotamiento se percibían hasta en la grada, donde costaba cantar. Como para no entender lo que pasaba en el verde.
10.- Extraño el caso de Diego Ribas. Lo trae un entrenador que lo adora (o al menos lo adoraba). El Atlético se pasó dos años detrás de su regreso y ahora no juega nunca. Cuando sale lo hace bien, pero Simeone es incapaz de encontrarle un hueco. No sé si pasará algo dentro, pero desde fuera hay algo que no cuadra.
11.- Y el campeonato llega a Barcelona. El Cholo no pudo estar más acertado al definir como finales lo que les quedaba. Esto es una final sí o sí y en campo contrario. Se percibe una cierta seguridad de que el equipo culé no va a fallar y eso es mucho decir contra un Atlético que no se va a entregar en ningún momento. El equipo no ha perdido la ambición, el deseo y la ilusión de seguir resistiendo.
y 12.- Pase lo que pase en el Camp Nou, me pongo de pie con el Cholo Simeone y con el Atlético de Madrid. Seguro que su afición siente lo mismo. Están muy cerca de no ganar nada, que por otra parte era lo normal. Pero también están rozando ganarlo todo, y eso ya es ganar mucho. Nadie en su sano juicio podría esperar que la temporada acabara así. Este equipo ha roto la bipolaridad del fútbol y eso no lo cambian dos derrotas más, que por otra parte nadie debería dar por seguras.
* Alberto Pérez es periodista.
– Foto: César Manso (AFP)
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