Considerado el mejor jugador surcoreano de la historia, la IFFHS le eligió como el futbolista más destacado de Asia en el siglo XX. Su carrera, además de en su país, discurrió en Alemania, donde se convirtió en una de las estrellas de la Bundesliga en la década de los 80. Nacido en Hwaseong (Corea del Sur) el 22 de mayo de 1953, se desempeñaba como segundo punta, aunque también podía jugar como extremo. Delantero de gran velocidad y potencia, tenía habilidad, mucho desparpajo con el balón en los pies y un disparo poderosísimo. Fue conocido en el mundo futbolístico como Cha Boom y el Beckenbauer del Extremo Oriente.
Comenzó a jugar a los 15 años en la Fuerza Aérea Sports Club de Seúl. Permaneció en este equipo hasta los 19, cuando terminó su etapa militar. Después decidió emprender su aventura europea y se trasladó a Alemania, donde fichó por el SV Darmstadt 98. En realidad se trataba de un equipo puente hacia el Eintracht de Frankfurt, por el que fichó fechas más tarde.
Con las Águilas ganó la Copa de la UEFA en su primera temporada. Aberdeen, Dinamo de Bucarest, Feyenoord, Brno y Bayern Múnich son las víctimas del equipo de Frankfurt en el camino hacia la final ante el Borussia Mönchengladbach. Bum Kun Cha fue titular en los dos partidos y el Eintracht, tras perder por 3-2 en el Bökelbergstadion, remontó en casa con un 1-0. El surcoreano finalizó la campaña con 15 goles en 46 jornadas.
En la temporada siguiente mejoró sus cifras en un gol y ayudó al Eintracht a continuar en la senda del triunfo con la conquista de la DFB Pokal. En la liga ocupó el quinto lugar, pero en la copa nadie pudo derrotarlo y doblegó en la final al Kaiserslautern de los suecos Hellstrom y Wendt o el alemán Briegel. El Eintracht, dirigido por Lothar Buchmann y con un once integrado por Pahl, Pezzey, Sziedat, Korbel, Neurberger, Lorant, Borchers, Nachtweih, Nickel, Holzenbein y Bum-Kun Cha, ganó por 3-1. Bum-Kun Cha permaneció dos cursos más vistiendo la camiseta rojinegra, en los que consiguió 12 y 15 goles respectivamente.
En 1983 firmó por el Bayer Leverkusen. En el cuadro rojo rápidamente enamoró a la hinchada y se convirtió en uno de los jugadores preferidos para la afición. En su madurez futbolística dio un salto cualitativo. En las temporadas de 1983-1984, 1984-1985, 1985-1986 y 1986-1987 anotó un total de 54 dianas que no dieron ningún título, pero sí ayudaron a clasificar al Bayer para dos ediciones de la Copa de la UEFA. En 1987 fueron eliminados por el Dukla de Praga en la segunda ronda, pero una temporada después se resarcieron ganando el título continental.
La plantilla entrenada por Erich Ribbeck, en la que militaban futbolistas de la talla de Rolff, Falkenmayer, el brasileño Tita, Reindhart o el polaco Buncol, realizó una fantástica campaña europea eliminando a conjuntos de gran nivel. En la primera ronda se deshicieron del Austria Viena con un gol en la vuelta de Bum-Kun Cha. En la segunda ganaron al Toulouse; en la tercera, al Feyenoord; en cuartos de final, al F. C. Barcelona con una fantástica actuación del surcoreano; y en semifinales, al Werder Bremen. En la final les esperaba el otro conjunto de Barcelona, el RCD Espanyol de Javier Clemente. En la ida, los pericos fueron muy superiores y vencieron por 3-0 en una noche para olvidar del delantero de Hwaseong, que se lesionó a los 18 minutos de juego. En la vuelta, celebrada en el Ulrich-Haberland Stadion, necesitaban la machada de remontar y lo consiguieron devolviéndoles el 3-0. Al descanso el objetivo parecía imposible con el 0-0, pero una gran segunda parte de los alemanes con Tita y Bum-Kun Cha (marcó el tercero) a los mandos les dio la oportunidad de soñar. En la prórroga no se movió el marcador y el título se decidió por penaltis. Los visitantes marcaron los dos primeros, pero los tres errores siguientes de Urquiaga, Zúñiga y Losada dieron la Copa de la UEFA al conjunto de la Renania del Norte-Westfalia.
Al término de la siguiente temporada, con 36 años, decidió retirarse. Para la historia dejó unos números en sus seis temporadas en el Leverkusen de 52 goles en 185 partidos.
Con la selección surcoreana fue internacional en 121 ocasiones y marcó 55 goles, lo que le convierte hasta la fecha en el máximo goleador. Debutó en la Copa de Asia de 1972, en un partido ante Irak que concluyó con empate a cero. En aquella edición del torneo asiático fue titular y marcó su primer gol internacional en la victoria ante Camboya por 4-1. Corea del Sur llegó a la final, pero en el encuentro decisivo cayó en la prórroga contra Irán.
En el mismo año, Bum-Kun Cha participó en la Copa Merdeka, la Copa Presidente y la Copa del Rey de Tailandia. Anotó tres goles en la Copa Merdeka que resultaron fundamentales para el triunfo coreano. En los otros dos torneos también marcó un gol en cada uno, pero Corea del Sur tuvo que conformarse con la tercera posición.
Un año más tarde, de la mano del técnico Min Byung-Dae, emprendieron el camino al Mundial de Alemania 1974. Encuadrados en el Grupo 2 con Tailandia, Malasia e Israel, ocuparon el segundo lugar tras los israelíes y posteriormente en las eliminatorias se deshicieron de Hong Kong e Israel, llegando a la gran final de la calificación contra Australia. Los empates en Sídney y Seúl hicieron que tuviera que disputarse un desempate en Hong Kong en el que los socceroos se impusieron por 1-0 y se clasificaron. La tristeza por no acudir al mejor torneo de selecciones nacionales fue mitigada poco después con la conquista de la Copa del Rey de Tailandia tras doblegar a Malasia en la final celebrada en Bangkok por 2-1. También participaron en los Juegos Asiáticos con sede en Teherán (Irán), pero fueron eliminados en la segunda fase al ser cuartos de su grupo detrás de Irak, Malasia y el anfitrión.
En 1975, Bum-Kun Cha tuvo uno de sus años más prolíficos en cuanto a goles (9) con los Diablos Rojos y además levantó dos trofeos: la Copa Merdeka y la Copa del Rey de Tailandia. Sin embargo, el gran objetivo era la clasificación para la Copa de Asia de 1976, y no lo lograron por dos puntos de diferencia. En la liguilla final lucharon por dos puestos con Vietnam del Sur, Indonesia, Tailandia y Malasia y fueron estos dos últimos países los que lideraron el grupo.
Antes de marcharse a jugar a Europa intentó por segunda ocasión obtener el pase con el equipo nacional para un mundial, el de Argentina de 1978. En la primera ronda dejaron sin opciones a Japón, Corea del Norte e Israel, y en la fase final compartieron grupo con Hong Kong, Australia, Kuwait e Irán. Sus cinco goles no fueron suficientes para liderar la tabla e Irán viajó a tierras argentinas para disputar su primera Copa del Mundo. Tras los Juegos Asiáticos de final de año, en los que marcó dos goles y Corea del Sur compartió trofeo con sus vecinos del norte, se mantuvo alejado de las convocatorias hasta 1986.
Regresó para la Copa del Mundo que se disputó en México tras ser convocado por Jung Nam Kim, y fue de la partida en los tres partidos de la liguilla. Sus rivales fueron Argentina, Italia y Bulgaria. En la primera jornada cayeron ante la albiceleste con claridad por 3-1; frente a Bulgaria cosecharon un empate que les dio vida; y contra Italia certificaron su eliminación al ser derrotados por 2-3 en un gran día de Altobelli. Bum-Kun Cha jugaba en Alemania y después del duelo ante los transalpinos no volvió a enfundarse la camiseta de los Tigres de Asia.
Al finalizar su trayectoria como jugador empezó su labor desde los banquillos. En 1991 tomó las riendas del Hyundai Horangi, en el que estuvo hasta 1994, y luego la federación de su país le eligió para intentar la clasificación al Mundial de Francia 1998. En una dura fase primero comandaron su grupo con Tailandia y Hong Kong y posteriormente lideraron por delante de Japón el Grupo B de la liguilla final. En tierras francesas se enfrentaron a Bélgica, México y los Países Bajos y solo sumaron un punto. Bum-Kun Cha fue despedido y sus severas críticas a la federación le costaron tener que marcharse del país varios años junto a su esposa. Su siguiente equipo fue el Shenzhen Ping’an chino, al que dirigió el curso 1998-1999. El último conjunto al que ha entrenado, con enorme éxito, es el Suwon Samsung Bluewings. Con los Alas Azules en seis temporadas ha conquistado innumerables títulos, entre los que destacan dos K-League, dos Copas, una FA Cup o un Campeonato Pan-Pacífico.
En 1990 creó una escuela de fútbol en su país con la ayuda económica del Bayer Leverkusen. Su hijo Cha Du-Ri también es futbolista profesional y ha militado, entre otros equipos, en el Eintracht de Frankfurt y el Arminia Bielefeld.
* Alberto Cosín.
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